domingo, 2 de diciembre de 2012

DOMINGO 2 DE DICIEMBRE DUODÉCIMO DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

DUODÉCIMO DÍA
«Queridos hijos: les pido permiso para que se cumplan por
medio de ustedes las promesas de mi Inmaculado Corazón. El obsequio
de Dios Padre para un mundo de paz depende de la culminación de mi
triunfo; yo deseo darles la paz interior primero porque el reflejo de la
paz exterior del mundo es alimentado primero dentro del alma.
Les pido, queridos míos, que recen el Rosario por esta búsqueda
de la paz; solo en la unidad de esta oración el Corazón de Dios Padre
puede sucumbir ante el amor de ustedes por mí. También les pido
especialmente por la consagración de la juventud de hoy; ellos son mi
triunfo futuro; ellos serán las almas que manifiesten la renovación de
la Iglesia de las generaciones futuras.
Hijos míos, yo les prevengo sobre su destrucción, si ustedes no
hacen reparación por la maldad de la humanidad. Regresen bajo la dirección y
 guía del Espíritu Santo, Él se apegará a sus corazones en
el momento de su consagración a mi Inmaculado Corazón.
Les aseguro que yo no traigo el comienzo de la destrucción;
sino que traigo solamente la luz del comienzo de la gracia divina y la
culminación de mis promesas. Ruego para que ustedes unan sus
corazones al mío en este divino «Si» a Dios Padre, para que el Espíritu
Santo cubra sus propias almas. Permanezcan bajo la vista y el toque
del Espíritu Santo, mi amado esposo».
Marzo 14 de 1993
Guía: El propósito de la venida de Jesús a la tierra fue la salvación
de las almas y Nuestra Señora permaneció en completa unión con
todo lo que Él hizo, su parte como corredentora no podrá nunca ser
separada; la unión entre Jesús y María es tan intensa porque fue
especialmente diseñada por Dios para el plan de la redención. Cada
acto y deseo que Ella expresa es para culminación de su participación
como corredentora en unión de su Hijo; la razón por la cual Nuestra
Señora pide la consagración de esta manera es para su unión con
Jesús y su parte en el plan corredentor.
Dirección: La pureza de intención consiste en realizar nuestras
acciones con el solo propósito de agradar a Dios; es necesario saber
que la buena o mala intención de nuestros actos, hacen los actos
buenos o malos ante los ojos de Dios. Con los ojos del alma
comprendemos la intención y con el cuerpo emprendemos la acción.
Nuestra Señora pide que todas nuestras intenciones sean
sencillas, es decir; que si nuestro objetivo es solamente agradar a
Dios, nuestros actos serán buenos y brillarán con la luz de la pureza;
pero si nuestras intenciones son de doble sentido, es decir que si
tenemos otro motivo que el de no agradar a Dios, entonces ya no serán
vistas como completamente puras y se volverán mundanas.
La simplicidad santa no permite otro final que el complacer a
Dios; así que la intención pura de nuestra alma en nuestras acciones
les da la vida y las hará siempre agradables ante los ojos de Dios.
Nuestro puro y verdadero deseo de consagración hacia Ella debe ser el
mismo deseo hacia Él; entonces bajo esta luz Santa Ella podrá
presentar nuestras almas ante Dios.
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, permíteme que
en esta consagración yo adquiera por medio tuyo un ferviente amor
hacia Dios; un amor fuerte que me haga vencer todas mis dificultades,
un amor perpetuo que nunca más sea dividido, que mi corazón abierto
pueda llevar el deseo de mi devoción a tu corazón.
Querida Madre, ayúdame a tener intenciones puras en todas
mis acciones, simplicidad santa en cada una de sus ejecuciones y
que el fin de todas ellas sea agradar a Dios, con la mente enfocada en
Él solamente.
«Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta;
para juzgar, escucho (al Padre), así mi juicio
es recto porque no busco mi voluntad,
sino la de Aquel que me envió»
(Juan 5:30
EL CREDO
> Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
> tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
> concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
> Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
> y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
> los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
> Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
> Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
> santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
> eterna. Amén.
> CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
> Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
> en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
> oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
> todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
> hijo y posesión vuestra.
> Amén
> EL ÁNGELUS
> V. El ángel de Señor anunció a María.
> R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
> Ave María……
> V. He aquí la esclava del Señor.
> R. Hágase en mí según tu palabra.
> Ave María……
> V. Y el Verbo se hizo carne.
> R. Y habitó entre nosotros.
> Ave María……
> V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
> R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
> Nuestro Señor Jesucristo.
> Amén
> Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
> que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
> de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
> Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
> Amé
> PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
> CORONILLA DE VIRTUDES
> Para pedir:
> 1.Virtud de Fe
> 2.Virtud de Esperanza
> 3.Virtud de Caridad
> 4.Virtud de Humildad
> 5.Virtud de Paciencia
> 6.Virtud de Perseverancia
> 7.Virtud de la Obediencia
> Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
> 1. Padre Nuestro…
> 2. Gloria al Padre…
> 3. Oración al Espíritu Santo
> Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
> para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
> mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
> dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
> todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
> Dios. Amén

> ¡OH MARÍA!
> «Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
> alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
> querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
> como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
> más conocido cada día».

> ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
> Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
> nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
> obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
> batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
> transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
> será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
> través de nuestras vidas.
> «Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
> Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
> crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»

> Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
> Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
> Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
> virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
> luz que todos vean»

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