lunes, 31 de agosto de 2015

Catolicidad: PERDÓN PARA LAS FALTAS VENIALES

Catolicidad: PERDÓN PARA LAS FALTAS VENIALES: Se comete un pecado venial cuando no se observa en una MATERIA LEVE la medida prescrita por la ley moral. Por ejemplo: una ligera menti...

Oración a San José

31 de Agosto SAN RAMÓN NONATO SANTO PATRONO DE LAS PARTURIENTAS

VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATORamón Sarroy vió la luz de este mundo por primera vez en la localidad de Portell, situada en la comarca catalana de la Segarra, en lo que hoy es España, cerca de Barcelona, en los inicios del siglo XIII.

Descendía de padres virtuosos, emparentados con la ilustre familia de Cardona. Su madre murió antes de venir Ramón al mundo, y el niño vivió gracias a una operación cesárea practicada con una daga de cazador sobre el cuerpo ya muerto de su madre, por lo que se le llamó “nonato”, del latín non natus, que significa “no nacido”.
Desde muy temprana edad fue devoto, humilde, manso, prudente, obediente a su padre, temeroso de Dios cuidadoso de su conciencia, limpio en los pensamientos, modesto en su porte, discreto en las palabras, como un ángel en su actuar y querido por todos los que le conocían.
Su padre lo envió a Barcelona para que cursara sus estudios, cultivara relaciones con gente importante e hiciera carrera y fortuna. Pero Ramón dio muestras de inclinarse a los asuntos de Dios y buscaba la amistad del padre Pedro Nolasco, quien después vendría a ser el santo fundador de la orden de los mercedarios. Como esto contrariaba sus planes, su padre le hizo volver a Portell y lo puso al cuidado de ovejas en una finca de su propiedad.
Mientras Ramón pastoreaba sus rebaños por la seca y áspera Segarra, goza del silencio y el contacto con la naturaleza, siente con más fuerza la llamada interior, habla sin cesar con Dios, y siente crecer en su corazón un amor enorme por la Virgen María.
Otros pastores acusaron a Ramón diciendo a su padre que abandonaba el rebaño por sus oraciones en la ermita de San Nicolás y allí encontró a su hijo, orando... pero, ¿quién era aquel joven tan fuerte que cuidaba de las ovejas mientras su hijo rezaba? Se dio cuenta de que el cielo acudía en favor de Ramón, enviando a un ángel para ayudarle, y nunca más volvió a intervenir en el llamado de Dios a su hijo.
VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATOPocos días después la misma Santísima Virgen María le anunció al joven pastor su deseo de que ingresara como religioso en la Orden de la Merced, recién fundada en Barcelona para la redención de los cristianos que, en aquel entonces, eran secuestrados o apresados por los musulmanes que exigían dinero como rescate a cambio de su libertad, si no lo obtenían, los esclavizaban o torturaban hasta morir, a menos que se convirtieran al islamismo.
Así, Ramón viajó a Barcelona y se puso en manos de San Pedro Nolasco, el fundador de la Merced. Creciendo siempre en el gozo de la virtud, cumplió el año del noviciado, hizo solemne profesión y recibió las sagradas órdenes. La presencia del joven fraile en el hospital de Santa Eulalia de Barcelona acrecentó su fama de bondad entre propios y extraños.
La caridad de Cristo le urgía a atender los dolores del prójimo y a ir a Argel, el principal mercado de esclavos de África, para poner en práctica el cuarto voto mercedario de la redención: “estar dispuestos a entregarse como rehenes y dar la vida, si fuese necesario, por el cautivo en peligro de perder su fe”, para ayudar a la salvación de las almas, en medio de enemigos, en la esclavitud, en las mazmorras, en los mercados africanos de venta de esclavos... para servir a Jesús hasta el martirio.
Designado por sus superiores para ir en redención de los cautivos, la alegría de padecer por Cristo y sus hermanos le inundaba. La Virgen le dijo: “como mi Hijo se sacrificó en la cruz, así tú has de moler el grano de tu cuerpo en el suplicio y en el dolor, y como Él es alimento y sostén en la Eucaristía, tú lo serás también de tus hermanos”.
VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATOY Ramón predicó a los cautivos, los fortaleció en la fe, los consoló en los trabajos y exhortó a la paciencia. Servía a los enfermos, y curó a muchos de ellos. Se dice que pagó rescate por 600 cautivos en total. Cuando se acabaron las limosnas que traía de España para la redención, Ramón se convirtió en cautivo a cambio de la libertad de un cristiano. Su cautiverio lo aprovechó para tratar con moros y judíos, impugnar sus errores, enseñarles la fe católica y convertirlos al cristianismo con santas y eficaces razones.
Su predicación no pasó desapercibida: lo desnudaron y apalearon públicamente y se dice que, para que no volviese a hablar, le perforaron los labios con un hierro candente y se los cerraron con un candado, por espacio de ocho meses, que solo le abrían una vez al día, para comer su ración de pan de cebada. La Virgen, que le había asociado a Jesucristo en la tarea de redimir y salvar a sus hermanos los esclavos, no le dejó sólo en este martirio, sino que acudía a él para consolarle.
Los mercedarios lograron reunir el dinero para su rescate y, cuando llegó a Argel, embarcaron a Ramón hacia España. Ya en Barcelona, se le hizo un recibimiento como a un héroe triunfal. Pero él, ignorando aplausos, cantos y alabanzas, se abrió paso entre la gente que le aclamaba y corrió al sagrario de su convento a echarse a los pies de Jesús.
La noticia de su caridad, de su defensa de la fe, de su evangelización, de su labor redentora y de su martirio, llegó a conocimiento del papa Gregorio IX, quien le creó cardenal de la Santa Iglesia, sin que esto cambiara para nada su forma de vida austera y sacrificada.
Cuando en agosto de 1240 se dirigía a Roma, llamado por Gregorio IX, pasó por Cardona, para despedirse del vizconde Ramón VI, de quien era confesor. Aquí lo atacaron de pronto intensas fiebres que lo llevaron a la muerte. Pidió el santo viático y, como no hubo quien se lo administrase, se dice que el mismo Jesucristo, con un gran cortejo de ángeles, le dio el Santísimo Sacramento de su Cuerpo y Sangre.
Ermita de la Madre de Dios, cerca de PortellLos señores de Cardona, los frailes de la Merced y el Obispado de Barcelona, contendieron sobre los restos mortales del santo. En vista de que no se ponían de acuerdo, determinaron someterse a un arbitrio providencial: cargar el cuerpo del santo sobre una mula ciega que no conocía el terreno, a fin de que fuera sepultado en el lugar en que ésta parase. Y haciéndolo así, el animal caminó sin parar por kilómetros, seguido de una gran muchedumbre, directamente a la ermita de San Nicolás de Portell en donde San Ramón acostumbraba rezar, allí quedaron sus restos depositados y venerados hasta la revolución española de 1936, en que desaparecieron.
Al volver a la ermita, volvía al regazo de la Virgen, después de dar al mundo un pregón de amores: mariano, eucarístico y mercedario. Desde Portell su fama creció y por su intercesión se obraron multitud de milagros. Urbano VIII aprobó su culto inmemorial a 9 de mayo de 1626.
Contra la mentira pagana de un vivir materialista y comodino, se levanta la verdad alta y divina de la vida, santidad y milagros de San Ramón Nonato, flor amable del santoral mercedario y gloria auténtica del jardín de la Iglesia Católica. Al correr de los siglos, su figura fue exaltada por la devoción de los fieles, por las letras y por las artes. Las fiestas que aún hoy se celebran en su ermita de Portell concentran muchedumbres, no sólo de los habitantes de la Segarra, sino de toda Cataluña.
Abundan sus cofradías, y uno de los títulos que más popularidad le granjeó fue el de ser el abogado de las mujeres parturientas, en recuerdo de su especial nacimiento. También figura como patrono de las obras eucarísticas.

fuente: www.adorasi.com

viernes, 28 de agosto de 2015

28 de agosto San Agustín

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Tarde te amé

¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Y ves que tú estabas dentro de mí y yo fuera,
Y por fuera te buscaba;
Y deforme como era,
Me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo mas yo no lo estaba contigo.
Me retenían lejos de ti aquellas cosas
Que, si no estuviesen en ti, no serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera:
Brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;
Exhalaste tu perfume y respiré,
Y suspiro por ti;
Gusté de ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste y me abrasé en tu paz.
"Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está
inquieto hasta que descanse en ti"
San Agustín

PALABRAS DE S. AGUSTÍN

"Y los hombres se van al extranjero para admirar las alturas de las montañas, las poderosas olas del mar, las grandes mareas de los ríos, del compás del océano, y los circuitos de las estrellas, sin embargo, pasan sobre el misterio de sí mismos sin un pensamiento."

"Tú nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que encuentra su descanso en ti."

"Mantuve mi corazón aparte de aceptar positivamente cualquier cosa, ya que tenía miedo de otra caída, y en esta condición de suspenso estaba siendo aún más matado."

"Nunca te alejas de nosotros, sin embargo, tenemos dificultad de regresar a Ti. Ven, Señor, despiertanos y llámanos devuelta. Enciende y cógenos. Sé nuestro fuego y dulzura. Déjanos amar. Déjanos correr ".

"Yo estaba en la miseria, y la miseria es el estado de cada alma vencida por la amistad con cosas mortales y lacerado cuando se pierden. Entonces el alma se da cuenta de la miseria que es su condición actual, incluso antes de que los pierde ".

jueves, 27 de agosto de 2015

27 agosto. Santa Mónica.


Gloriosa Santa Mónica, modelo de madres. Tu vida la admiramos en los vaivenes de tu hogar y sobre todo, siguiendo a tu hijo Agustín. Supiste atraer a tu esposo hacia Dios e igualmente a aquel hijo que había perdido la fe. Le seguías llamándole, orando, llorando... Consíguenos que comprendamos el papel sagrado de las madres y su influencia en el hogar. Confiamos nuestra familia a tu protección.

Rosario al Sagrado Corazón de Jesús

miércoles, 26 de agosto de 2015

25 de agosto de 2015 Mensaje de la Reina de la Paz

26 de agosto Transverberación de Santa Teresa de Jesús


Hoy, el Carmelo Teresiano celebra la Festividad de la Transverberación de la Santa Madre.

“Entre las virtudes de Teresa, brilló con luz propia la caridad divina. Este amor se fue avivando en ella gracias a las innumerables visiones y revelaciones con que Cristo la favoreció. Una vez el Señor la tomó por esposa. En otra ocasión Teresa vio un ángel que con un dardo encendido le transverberaba el corazón. De resultas de estas mercedes celestiales, sintió la Santa tan abrasadamente el amor divino en las entrañas, que, inspirada por Dios, emitió el voto, difícil en extremo, de hacer siempre lo que ella creyese más perfecto y para mayor gloria de Dios”(Gregorio XV, Bula de canonización).

Ella misma nos relata este místico acontecimiento:
“Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor le viese así: no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan.
Deben ser los que llaman querubines, que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento” (Vida 29,13)

También lo plasmó en poesía:

"Hierome con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su criador.
Yo ya no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi Amado".

El Oficio de Lectura del Carmelo nos ofrece este comentario de Nuestro Padre San Juan de la Cruz:

De la Llama de amor viva de san Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia.
(Red.A,canc.2,2-4.9.12.8;B:A:C:,15(1960),1007-100.1011.1012.1010)

Me heriste el corazón
En el libro del Deuteronomio dice Moisés que nuestro Señor Dios es fuego consumidor, es a saber, fuego de amor; el cual. como sea de infinita fuerza, inestimablemente puede consumir, y con grande fuerza abrasando transformar en si lo que tocare. Pero a cada uno abrasa como le halla dispuesto: a unos mas a otros menos; y también cuando el quiere y como y cuando quiere. Y, como el sea infinito fuego de amor, cuando el quiere tocar al alma algo apretadamente, es el ardor del alma en tan sumo grado, que le parece al alma que esta ardiendo sobre todos los ardores del mundo. Y, como quiera que este fuego divino tenga transformada en si la sustancia del alma, no solamente siente cauterio, mas toda ella esta hecha un cauterio de vehemente fuego.
Y es cosa admirable y digna de contar que, con ser el fuego de Dios tan vehemente y consumidor, que a mayor felicidad consumiría mil mundos que el fuego una raspa de lino, no consuma y acabe los espíritus en que arde; sino que a la medida de su fuerza y ardor los deleite y endiose, ardiendo en ellos suavemente por la pureza de sus espíritus. Porque en estas comunicaciones, como su fin es engrandecer al alma, no la aprieta, sino ensánchala; no la fatiga, deléitala y clarifícala y enriquécela.
Y así, la dichosa alma que por grande ventura a este cauterio llega todo lo sabe, todo lo gusta, todo lo que quiere hace y se prospera, y ninguno prevalece delante de ella, ni le toca. Porque esta es de quien dice el Apóstol: El espiritual todo lo juzga, y el de ninguno es juzgado. (Y en otro lugar): El espíritu todo lo rastrea, hasta los profundos de Dios.
Acaecerá que el alma sienta embestir en ella un serafín con un dardo herbolado de amor encendidísimo, traspasando esta ascua encendida del alma, o por mejor decir, aquella llama, y cauterizarla subidamente; y entonces siente el alma en la sustancia del espíritu como en el corazón del alma traspasado.
Pocas almas llegan a esto; mas algunas han llegado, mayormente las de aquellos cuya virtud y espíritu se había de difundir en la sucesión de sus hijos, dando Dios la riqueza y valor a la cabeza según había de ser la sucesión de la casa en las primicias del espíritu.
¡Oh dichosa llaga, hecha por quien no sabe sino sanar! ¡Oh venturosa y mucho dichosa llaga, pues no fuiste hecha sino para regalo y deleite del alma! Grande es la llaga, porque grande es el que la hizo; y grande es su regalo, pues el fuego de amor es infinito, y se mide según su capacidad. ¡Oh, pues, regalada llaga!, y tanto mas subidamente regalada, cuanto mas en el centro intimo de la sustancia toco el cauterio de amor, abrasando todo lo que se pudo abrasar, para regalar todo lo que se pudo regalar.

PRECES
Aclamemos con jubilo a Cristo, Señor de la gloria y corona de todos los santos,
que nos concede hoy celebrar la memoria de santa Teresa, nuestra madre, y digámosle:

Te alabamos Señor.
Señor, fuente de vida y de santidad, que has mostrado en tus santos las maravillas de tu amor,
-queremos cantar hoy tus misericordias con nuestra madre Teresa de Jesús.
Tu que anhelas abrasar el mundo entero con el fuego de tu caridad,
- haz que seamos, ante los hombres, servidores y testigos de tu amor, a imitación de Sta Teresa.
Tu que, como amigo fiel, revelas a tus elegidos, los misterios de tu inmensa caridad,
- únenos a ti con los lazos de tu amistad divina, para que experimentemos tu amor y lo anunciemos a nuestros hermanos.
Tu que te manifiestas a los limpios de corazón,
- purifica nuestros ojos, para que te descubramos en todas las criaturas y en todos los acontecimientos.
Tu que resistes a los soberbios y amas a los humildes,
- Haz que andemos en verdad y vivamos al servicio de la Iglesia.

ORACION
Señor Dios nuestro, que abrasaste de un modo maravilloso el corazón de nuestra madre Santa Teresa con el fuego de tu Espíritu Santo, para fortalecerla en las empresas que por tu nombre había de realizar en la Iglesia; concédenos, por su intercesión, experimentar la fuerza de tu amor y trabajar con generosidad por la venida de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Tomado de:
http://carmelitasdivinamisericordia.blogspot.com