miércoles, 21 de noviembre de 2012

MIÉRCOLES 21 DE NOVIEMBRE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE 33 DÍAS COMO ESTA PIDIENDO EN TODAS LAS REVELACIONES. 21 de noviembre: PRIMER DÍA DE PREPARACIÓN.



EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amé
PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén

¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».

ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»

Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».

y AHORA MEDITAR LAS LECTURAS ESPECÍFICAS DE CADA DÍA.
PRIMER DÍA
«Queridos hijos: el acto de Consagración a mi Corazón
Inmaculado, como yo les digo, es un acto de amor y no simplemente
palabras. Me llena de regocijo saber que sus corazones lo entienden
así.
Les digo que sus corazones son la ventana del alma, el acto de
consagración abre esa ventana; sus almas son como un prisma
diseñado por Dios, como su propio reflejo. Si en este prisma hay
impurezas, no podrá reflejar la gloria para la cual fue diseñado; para
llevar claridad al alma ustedes deben rezar, para traer claridad al alma
tienen que rezar; solamente por medio de la oración pueden ser
disueltas todas las impurezas.
Queridos míos: miren dentro de mi Corazón pues al asomarse a
él recibirán a la Trinidad; Yo solo puedo reflejarles la presencia de
Dios.
Escuchen, hijos míos: les aseguro, abran sus corazones para
recibir la luz de Dios y permitan que solo Él se refleje en ustedes»
Guía: Nuestra Señora nos trae un llamado a su misión:
La misión para su Triunfo. Esta misión comienza con nuestra
Consagración a su Inmaculado Corazón; de esta manera nosotros
respondemos al llamado de santidad y a la búsqueda de paz dentro de
nosotros mismos y en el mundo entero.
Debemos comenzar por darnos cuenta que este es un llamado
a una conversión personal, que envuelve nuestra propia alma y corazón,
que permite a Dios obrar en nosotros y por medio de nosotros.
El acto de Consagración es exactamente lo que Nuestra Señora
ha dicho: un acto. El acto de Consagración unirá nuestros corazones
con el de Ella hacia su Hijo a través de una gracia especialmente
creada.
Dirección: La oración es la que crea nuestra relación con Dios.
Mediante este acto de comunión, Dios viene a nuestros corazones y
nosotros vamos hacia Él. Por medio de la oración, todas las impurezas
que hay dentro de nosotros, pueden ser llevadas ante El y
transformadas por su Gracia. Tener serenidad en el alma es estar lleno
de la presencia de Dios. Primero debemos unirnos como uno a Dios;
entonces, por medio de nuestra unión con El, El podrá obrar maravillas
por medio nuestro.
Meditación: ¡Oh Corazón Inmaculado de María!, ayúdame para
que la ventana de mi alma permanezca siempre abierta y transparente
para que todas las impurezas puedan ser borradas y que Dios sea
magnificado y glorificado, a través de mi propia conversión, consagración
y testimonio. Madre querida, que yo pueda poner en acción las palabras
que te prometo. Abre mi corazón para que yo me convierta en la señal
del Triunfo en todo el mundo.
«Serán como Ángeles en el Cielo».
(Mateo 22:30)

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