domingo, 17 de junio de 2012

Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón



DIA 15 vo
DIA PARA MEDITAR EN LA EUCARISTÍA
(del libro: mes del Sagrado Corazón de Jesús)

Jesús en la Eucaristía ampara a los justos, 
mueve a los pecadores, reanima a los tibios,
fortalece a los pusilánimes, instruye a los ignorantes.

Desea darse, comunicarse, quedarse con los hombres…
No le hagamos esperar.

“La Eucaristía es invención del amor,
es vida y fuerza de las almas,
remedio de todas las enfermedades,
viático para el paso del tiempo a la eternidad.
Los pecadores encuentran en ella la vida de las almas;
las almas tibias, el verdadero calor;
las almas puras, suave y purísimo néctar;
las fervorosas, su descanso y remedio para acallar todas sus ansias;
las perfectas, alas para elevarse a mayor perfección”.

Todos los remedios, fuerzas y delicias las encontramos en la Eucaristía,
pero hay que saberlas buscar y merecer.
Buscarlas con el fervor de nuestra preparación para recibir el Sacramento;
con el recogimiento al recibirlo, con la intimidad, en la acción de gracias.
Merecerlo, en cuanto cabe, con la pureza de nuestras almas;
con la mortificación de nuestros corazones:
con el equilibrio de nuestros afectos.

“¡Cuánto deseo que los hombres me abran su corazón y
que me encierren en él para que éste fuego que devora el mío,
los abrace y fortalezca!”

No pierdas nunca una comunión por culpa tuya.
Prepárala con esfuerzo, atención, con amor.
Que tu acción de gracias sea íntima, sosegada, intensa;
silenciosa para escuchar…
fervoroso para consolar…
devota para reparar.

Corazón de Jesús:

Que “me prepare con ardiente deseo para recibirte”
Que “me guíen en la preparación el espíritu de fe y la obediencia ciega”
Que “tu voluntad obre en mí y tu amor me posea y me transforme”

Corazón de mi Jesús:

Que “tu Corazón encuentre en los niños deleite y regocijo”.
“en tus esposas consuelo y defensa en su amor”

Práctica:
Toma la costumbre de preparar tu comunión.
piensa de antemano lo que dirás al Señor…
que le ofrecerás…que le pedirás.
No caigas nunca en la rutina.
Esfuérzate.
Y en caso tu corazón no está preparado para recibir al Señor,
asiste al sacramento de la confesión, para que lo recibas con un corazón puro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario