MENSAJE
«Ángel mío, deseo pedirles a todos mis hijos: antes de comenzar el Acto de la
Consagración, antes de la primera palabra de promesa de sus corazones, que
deben examinar su vida interior. La unión de nuestros corazones esta hecha de
puros obsequios de amor. Si no encuentran que este es el motivo, el alma debe
detenerse, retroceder y volver a comenzar. Solamente cuando esté invadida por
un irresistible amor por mi Inmaculado Corazón podrá consagrarse
definitivamente».
«Este es el verdadero Acto de Consagración, un intercambio de corazones con una
total entrega tuya a mi amor y una entrega total de mi amor hacia ustedes. El
amor es el único regalo del Padre, con el amor viene todo lo demás. Tu no
puedes florecer en este acto sin la base de amar».
«Ángel mío, con esto grabado en el centro de tu corazón, estaré en condiciones
de traer a cada corazón a la senda de mi Hijo».
Madre, «¿Es ésta la única razón por la que tu deseas que el alma se dirija a
ti?».
«Si, mi ángel, yo comienzo hoy a preparar la actitud de los corazones que van a
ser consagrados». (Marzo 3 de 1.993)
GUÍA
El propósito total de todo esto es traer cada alma a su estado original ante
Dios, sin pecado, como Él la creó en un principio. Si el enfoque del Cielo es
traer a las almas de regreso dentro de la perfección para la cual fue creada,
la consagración debe ser realizada como un acto para el mismo propósito. El
plan inicial de Dios Padre, al enviar a su Hijo sobre la tierra, fue el de
llevar a todas las almas a su estado original, entonces cada acto que
cualquiera haga debe ser por la misma razón.
La consagración, por lo tanto, debe tener todas las cualidades redentoras que
estarán presentes dentro de Nuestra Señora. Este es el camino que le permite a
Ella realizar su misión como Corredentora y en unión con Jesús traer las
cualidades redentoras de El, lo que se convierte en el verdadero propósito de
la Consagración.
DIRECCIÓN
En todas nuestras acciones para complacer a Dios encontraremos estas señales
por las que podemos conocer si realmente lo hemos hecho solo por Dios:
Primero: Si cuando tu trabajo no ha tenido éxito, tú no estás molesto sino que
permaneces tan tranquilo como si hubieras alcanzado tu meta.
Segundo: Te regocijas en las cosas buenas hechas por otros como si hubieran
sido hechas por ti mismo. Al alma que busca nada más que la divina voluntad de
Dios no le importa si algo bueno ha sido hecho por otro o por uno mismo.
Tercero: Si no deseas un trabajo más que otro porque estás contento con el que
te asignan.
Cuarto: Si realizas un buen trabajo, no deseas gracias o reconocimiento sino
que permaneces con la misma tranquilidad de mente, aún cuando seas maltratado,
satisfecho porque le has dado alegría a Dios.
Quinto: Si tu trabajo es interrumpido en un momento dado, no te molestas.
Es por medio de estás guías como podrás darle paz a tu alma y traer la mayor
gloria a Dios.
MEDITACIÓN
¡Oh Inmaculado Corazón de María!, concede a mi alma en esta consagración a
través de Ti, las gracias para conservar la paz y la tranquilidad en todas mis
acciones. No permitas que mis propios deseos nublen las riquezas de tu cosecha.
Ruego que nunca busque mis propios fines en mis tareas, sino conseguir el
cumplimiento de tu Triunfo.
Dale a mi alma la gracia de aceptar mi trabajo y de completarlo por amor a Él.
En mi «Sí» le doy a Él todo mi pasado, presente y futuro, alegrías y tristezas,
oraciones y sacrificios, todo lo que soy y todo lo que el Padre moldeara en mi.
«También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman»
(Romanos 8:23)
ORACIONES DIARIAS
Las siguientes
oraciones «deben ser recitadas
antes o después de la
meditación de cada día,
según el texto de cada
uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía
en su mano izquierda una coronilla rosada
y dorada y rezaba con
la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones
muy despacio y
reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta
coronilla Nuestra Señora hace una promesa,
la promesa de la
perseverancia en la oración para el crecimiento de las
virtudes: la siembra
de las semillas de santidad por las cuales la
gracia será cultivada.
Esta coronilla contiene todas las virtudes que
Nuestra Señora desea
encontrar en nuestras almas. Las gracias
contenidas en esta
coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras
almas para lograr
estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma
vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos:
estas oraciones son para obtener las
virtudes. Se empieza
con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi
Corazón Inmaculado y
después el Ángelus. Posteriormente se reza la
virtud seguida por el
Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al
Espíritu Santo.
Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan
las siete virtudes:
Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia,
Perseverancia y
Obediencia.
Octubre, 1 de 1.992
EL CREDO
Creo en Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo
el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió
a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a
las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh
Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial
afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi
corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre
de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión
vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor
anunció a María.
R. Y Ella concibió por
obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava
del Señor.
R. Hágase en mí según
tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo
carne.
R. Y habitó entre
nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos
dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor
tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido
por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos
llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la
Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de
Perseverancia
7.Virtud de la
Obediencia
Con cada una de las
virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu
Santo
Oración al Espíritu
Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que
son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer
las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que
yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense,
diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma
mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona
de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre
consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí
para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada
día».
Marzo 19 de 1993
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta
oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones
estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu
Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo
del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el
reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción
para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras
vidas.
«Mis queridos
hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a
ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos
unidad y gloria a Su Nombre.»
Junio 6 de 1992
Espíritu de Cristo:
despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo:
lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame
a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi
alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén