TRIDUO DE PREPARACION DE LA FIESTA AL ESPIRITU SANTO.(DOMINGO 27 DE MAYO FIESTA DEL ESPIRITU SANTO).
EN EL NOMBRE DLE PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.
ORACION DE INICIO
Credo de Nicea-Constantinopla
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.Creo-en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertosy la vida del mundo futuro. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.
Padre
de bondad, que nos has llamado a participar de la vida divina y para
ello nos has entregado la presencia del Espíritu Santo, fruto del
Sacrificio de Cristo Redentor. Te suplicamos, Padre, que derrames en
nuestros corazones, en forma abundante, la efusión de tu Divino
Espíritu, para que seamos dóciles a sus divinas inspiraciones y nos
dejemos transformar por su santificadora acción. Te lo pedimos, Padre,
por el amor que le tienes a tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN CONSAGRATORIA PARA TODOS LOS DÍAS.
¡Oh
Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi
ser. Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y
en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y
el Amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo! Transfórmame con María y en María, en otro Cristo Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo. Amén.
DÍA PRIMERO
Padre
de Bondad, que nos has concedido la gracia de ser templos vivos del
Espíritu Santo. Otórganos el privilegio de valorar este insigne
beneficio: experi-mentar en nosotros, tan fuertemente la presencia de
este Divino Don, que impulsados por el fuego de la verdadera caridad, te
sirvamos con este temor filial, que es delicadeza y correspondencia
amorosa a todos tus beneficios. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo amado.
Padre nuestro, Ave María y Gloria...
DÍA SEGUNDO
Padre
de ternura y compasión, que sabes las dificultades en las que se
realiza nuestra existencia, que conoces todos los peligros que nos
asechan, que sabes lo que más nos conviene. Te pedimos envíes sobre
nosotros la presencia de tu Santo Espíritu, de tal manera que no
ejecutemos nada importante en nuestra vida, sin antes pedir su
sapientísimo consejo. Que sea este Divino Espíritu el que nos guíe
continuamente hacia Ti, inspirándonos y manifestándonos la forma de
agradarte con mayor perfección. Te lo pedimos Padre, por el amor que le
tienes a tu Hijo. Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria.
DÍA TERCERO
Padre
de las Misericordias divinas. Incendia nuestras vidas con el fuego
inextinguible de tu divina caridad: tu Espíritu Santo. Que sea Él quien
calcine nuestros egoísmos, quien doblegue nuestra soberbia y orgullo,
quien acalle nuestros vanos deseos, quien dulcifique las penas y aliente
la virtud, quien penetre nuestros corazones y los pacifique con su
presencia amable, que es espiritual unción. Todo esto te lo pedimos,
Padre, por el amor que le tienes a tu Hijo, tu Unigénito que vive y
reina en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre nuestro, Ave María y Gloria...
ESPÍRITU SANTO LETANÍA
-Señor, Ten Piedad de Nosotros
-Jesucristo,
-Señor,
-Dios, Padre celestial,
-Dios, Hijo, Redentor del mundo,
-Dios, Espíritu Santo,
-Trinidad Santa, que sois un solo Dios,
-Divina Esencia, Dios verdadero y único,
-Espíritu de verdad y de sabiduría,
-Espíritu de santidad y de justicia,
-Espíritu de entendimiento y de consejo,
-Espíritu de caridad y de gozo,
-Espíritu de paz y de paciencia,
-Espíritu de longanimidad y mansedumbre,
-Espíritu de benignidad y de bondad,
-Amor substancial del Padre y del Hijo,
-Amor y vida de las almas santas,
-Fuego siempre ardiendo,
-Agua viva que apagáis la sed de los corazones, Ten piedad de nosotros
-De todo mal, LIBRANOS ESPIRITU SANTO
-De toda impureza de alma y cuerpo,
-De toda gula y sensualidad,
-De todo afecto a los bienes terrenos,
-De todo afecto a cosas y a criaturas,
-De toda hipocresía y fingimiento,
-De toda imperfección y faltas deliberadas,
-Del amor propio y juicio propio,
-De la propia voluntad,
-De la murmuración,
-De la doblez a nuestros prójimos,
-De nuestras pasiones y apetitos desordenados,
-De no estar atentos a vuestra inspiración Santa,
-Del desprecio a las cosas pequeñas,
-De la glotonería y malicia,
-De todo regalo y comodidad,
-De querer buscar o desear algo que no seáis Vos,
-De todo lo que te desagrade,
-De todo pecado e imperfección y de todo mal, Libradnos Espíritu Santo.
-Padre amantísimo, Perdónanos.
-Divino Verbo, Ten misericordia de nosotros.
-Santo y Divino Espíritu, No nos dejes hasta ponemos en la posesión de la Divina Esencia,
Cielo de los cielos.
-Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Enviadnos al divino Consolador.
-Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Llenadnos de los dones de vuestro espíritu.
-Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, Haced que crezcan en nosotros los frutos del Espíritu Santo.
Ven, ¡oh Santo Espíritu!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía tu Espíritu y todo será creado.
R. Y se renovará la faz de la tierra.
Oremos
¡Oh
Dios!, que habéis instruido los corazones de los fieles con la luz del
Espíritu Santo, concedednos, según el mismo Espíritu, conocer las cosas
rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo, Señor
nuestro. R. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Padre
de misericordia y de bondad, que nos has enviado al Espíritu Santo para
que desde el fondo de nuestros corazones, eleve nuestra plegaria final
hacia Ti, te pedimos que intensifiques en nosotros la devoción al
Espíritu Santo, que seamos dóciles a sus divinas inspiraciones y a su
prodigiosa acción. Te lo pedimos por el amor que le tienes a tu Cristo,
el Ungido, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén
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