La verdadera armadura de Dios son nuestras buenas acciones, una buena acción con tus semejantes es mas valiosa ante Dios que un millón falso de golpes de pecho en arrepentimiento a nuestras bajesas y ofensas. Cuando ofendemos y hacemos el mal, nuestra existencia se torna temerosa, nuestra conciencia nos acusa, conciencia que no es mas que Dios presente para recordarte que aún es tiempo de tu arrepentimiento.Bendito seas por siempre señor.
La verdadera armadura de Dios son nuestras buenas acciones, una buena acción con tus semejantes es mas valiosa ante Dios que un millón falso de golpes de pecho en arrepentimiento a nuestras bajesas y ofensas. Cuando ofendemos y hacemos el mal, nuestra existencia se torna temerosa, nuestra conciencia nos acusa, conciencia que no es mas que Dios presente para recordarte que aún es tiempo de tu arrepentimiento.Bendito seas por siempre señor.
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