viernes, 23 de noviembre de 2012

VIERNES 23 DE NOVIEMBRE TERCER DIA DE LA PREPARACIOÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA




EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amé
PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén

¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».

ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»

Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
ERCER DÍA

«Ángel mío, te pido que renueves tu consagración a
mí de una manera muy especial. En el día de tu
consagración, pido que todos mis hijos se unan a mí,
que vengan todos juntos y se consagren a mi
Inmaculado Corazón. Ustedes no perciben cuantas
gracias hay encerradas en este Acto, anhelo llevarlos
a todos en mis brazos maternales y presentarlos a
Dios Padre en el Cielo. Yo te presento a mi Hijo, que
es tu verdad, tu vida y el Camino hacia la vida eterna
en el Cielo.

Vengo a la tierra tan frecuentemente porque el
mundo está influenciado por decepciones y por
maldad. Deseo guiarlos hacia el mensaje completo
del Evangelio, de esta manera ustedes podrán
moldear sus vidas y así ganar la corona del cielo. Te
advierto, querido Ángel, el mundo sucumbirá ante
las tinieblas de las grandes tribulaciones. Les ruego
que todos se entrelacen con mi Inmaculado Corazón
que pueda protegerlos y guiarlos a través de tanta
oscuridad. Les aseguro que ustedes no saben que
difícil es, queridos hijos, escapar a las trampas de
maldad que Satanás les prepara. Sus seducciones se
han hecho atractivas y tan sutiles que sólo mediante

la unión de nuestros corazones ustedes podrán
salvarse de ellas.

Cada día se hará más claro que el rebaño que está
consagrado a mí Corazón y llevado en mis brazos en
esta hora final, será la de aquellos que son fieles al
mensaje del Evangelio, al Vicario de Cristo y que
adoran la presencia de mi Hijo en la Eucaristía; estos
serán envueltos en los pliegues de mi manto
mediante la Consagración a mi Inmaculado Corazón.

Es esta la forma como Yo deseo guiarlos a la
glorificación de la Santísima Trinidad. Ustedes
encontrarán el paso por la puerta de mi Corazón y
por este medio esparcirán la luz del esplendor
divino. Cuando la luz que ustedes contienen sea
esparcida sobre la tierra y mi parte, como portadora
de esta luz se haya ya cumplido, mi Jesús reclamará
el Reinado de su Sagrado Corazón y restaurará su
Reino.

Con los esfuerzos más pequeños ustedes
derramarán esta gloria y así permanecerá en sus
manos el Triunfo y la proclamación de nuestros dos
corazones entre la humanidad».

Mensaje de N.S. Medjugorje Octubre 17 de 1992

Guía: La preparación para la consagración le da al
alma una base para recibir una gracia excepcional,
porque para que Dios conceda una gracia al alma,
ésta tiene que estar preparada para recibirla. La
preparación es un acto de purificación del alma y

este acto de preparación debe ser completado a
un nivel comparable con la grandeza de la gracia
que será otorgada por Dios.

Este acto de consagración es una comunión
Espiritual con El, por medio del Corazón de María y
nunca deber ser hecho a la ligera. Debemos hacer
nuestra consagración con un profundo sentido de
la realidad de la gracia que está contenida en este
acto. La preparación que precede al acto debe ser
tomada muy seriamente. El propósito de esta
preparación es darle al alma una base para recibir
esta gracia tan grande. Nuestra Señora dice que
antes que Dios pueda conceder una gracia en toda
su plenitud, el alma debe estar preparada para
recibirla.

Dirección: Lo primero que debemos buscar en
nosotros es un ardiente deseo de perfección en el
alma. Este es el medio por el cual se adquiere la
santidad. Nuestra consagración al Inmaculado
Corazón de María, nos facilita la perfección en el
alma. Primero tenemos que progresar en virtud y
aspirar al grado más alto de santidad por medio de
nuestro propio deseo.

Los deseos santos son las alas benditas con las
cuales uno escapa de los lazos mundanos. Por este
medio nosotros estaremos aptos para volar hacia
las alturas de perfección, donde encontraremos la
paz que el mundo no puede darnos.

Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!,
ayúdame a abrir mi alma para recibir la gracia
inmensa que Dios desea concederme. Que yo me
prepare con un entero conocimiento de los dones
preciosos que mi alma va a recibir; que me
entregue con toda sinceridad, humildad y pureza
para obtener lo que Dios se digne extender sobre
mí, sin que yo lo merezca.

«La voluntad de Dios es que se hagan Santos»

(1ª Tesalonicenses 4:3

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