Cristo nos ama hasta el extremo
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
V Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V Señor, envía tu Espíritu, y todo será creado
R Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
La Biblia: Era la hora tercia cuando le crucificaron. Y estaba puesta
la inscripción de la causa de su condena: "El Rey de los Judíos".
Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su
izquierda. Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la
cabeza y diciendo: "¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas
en tres días, ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!" Igualmente los
sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas di-
ciendo: "A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. ¡El Cristo, el
Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.
" También le injuriaban los que con Él estaban crucificados. Llegada
la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.
A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: "Eloí, Eloí, ¿lema sabactani?"
-que quiere decir- "¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?"
Al oír esto algunos de los presentes decían: "Mira, llama a Elías". Enton-
ces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola
a una caña, le ofrecía de beber, diciendo "Dejen, vamos a ver si viene
Elías a descolgarle". Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.
(Marcos 15, 25-37)
San Luis María: Contemplen, en tercer lugar, las llagas y dolores de Jesús
crucificado, que les pide personalmente "Todos ustedes los que pasan por
el camino, lleno de espinas y cruces por el que yo he transitado, miren y
fíjense" (Lm 1, 12): miren con los ojos corporales, fíjense con los ojos de
la contemplación si su pobreza y desnudez menosprecios, dolores y de-
samparos son semejantes a los míos. "¡Mírenme a mí, el inocente; qué-
jense ustedes, los culpables!" (1Pe 4, 1).
(Amigos de la Cruz # 57)
Resolución: Haz un examen de conciencia y reconoce que tus pecados
causan el sufrimiento de Cristo. Pídele a Cristo una disposición grande
para sentir horror al pecado. Confiésate antes de hacer el Acto de Consa-
gración Comunitaria.
ORACIÓN: ¡OH JESÚS, QUE VIVES EN MARÍA!
Oh Jesús, que vives en María
ven a vivir en nosotros, tus siervos,
con tu Espíritu de santidad,
con la plenitud de tus dones,
con la perfección de tus caminos,
con la realidad de tus virtudes,
con la comunión de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo,
por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre.
Amén
ORACIÓN DE LA NOCHE: ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN
Dios te salve, María
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