viernes, 17 de mayo de 2013

Templo y trono de la divinidad"- San Epifanio-mes de María

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Meditamos en el pensamiento de San Epifanio años 310-403
Obispo de Chipre. Uno de los obispos orientales de mayor autoridad por su caridad, sus milagros, el impulso dado al monacato y por su lucha contra las herejías.  Hombre santo. Su libro más conocido es el Panarion, escrito entre 374 y 377, forma una guía para tratar con heréticos.

A continuación leemos su Homilia V sobre las alabanzas de la Madre de Dios:

¿Que dire? ¿Como hablaré de la ilustre y Santa Virgen? Ya que exceptuando sólo a Dios, ella es superior a todos; mas bella por naturaleza que los mismos querubines, los serafines y toda la milicia angélica. Por lo cual, ninguna lengua es suficiente, ni en la tierra ni en el cielo, para cantar sus alabanzas.
Virgen bienaventurada, paloma pura y esposa celestial, María, cielo, templo y trono de la divinidad, a ti te pertenece Cristo, sol resplandeciente del cielo y de la tierra. Nube luminosa, que has recibido del cielo, para iluminar a la tierra, su sol más brillante: Cristo.

Salve, llena de gracia, puerta del cielo, de quien evidente y claramente habla el profeta cuando en el Cantar de los cantares exclama: "Eres un jardín cerrado, hermana mía, esposa mía; eres un jardín cerrado, una fuente sellada". La Virgen es el lirio inmaculado que engendró la rosa inmarcesible, Cristo. ¡Santa Madre de Dios, oveja inmaculada que has dado a luz al Cordero, a Cristo, el verbo encarnado en ti!
El prodigio admirable
¡Oh Virgen Santísima, que has causado la admiración de los ejércitos angélicos! Es un prodigio admirable ver en los cielos una mujer vestida de sol, llevando la luz en sus brazos; es un prodigio que causa la admiración de los cielos el que el seno de la Virgen lleve al Hijo de Dios; es un prodigio que causa la admiración de los cielos ver al Señor de los ángeles hecho hijo de la virgen.

Los ángeles acusaban a Eva, mas ahora glorifican a María que levantó a Eva caída e introdujo a Adán en el cielo después de haber sido expulsado del paraíso. Ella es la mediadora del cielo y de la tierra, que realizó la unión entre ambos.

La gracia de María

La gracia de la santísima Virgen es inmensa. De ahí que Gabriel comienza por saludarla diciendo: "Salve, llena de gracia", tú que eres un cielo resplandeciente. "Salve, llena de gracia", tú que eres una urna de oro que contiene el maná celestial. "Salve llena de gracia", que sacias a los sedientos con la dulzura de la fuente perenne. "Salve", santísima Madre Inmaculada que engendraste a Cristo, que existía antes que tú. "Salve", púrpura regia que vestiste al Rey del cielo y de la tierra. "Salve", libro profundísimo, que diste a leer al mundo el Verbo, Hijo del Padre

Fuentes:


Concluimos elevando oraciones hacia nuestra Bendita Madre:

Dios te salve María, llena eres de gracia El Señor es contigo,                                bendita tu eres entre todas las mujeres,                                                               y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,                                ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.


Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,  vida y dulzura y esperanza nuestra:  Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;                      a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,  vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos  y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

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