miércoles, 6 de marzo de 2013

Oh Jesús ante tu Sagrada Hostia




Oh Jesús ante tu Sagrada Hostia yo te digo como un día el Centurión: "Señor, yo no soy digno de que entres en la pobre morada de mi alma":
Morada pobre y desamueblada, por la falta de virtudes y de gracia.
Morada fría, por la mucha frivolidad y tibieza de mi vida desairada.
Morada revuelta, por mi vida desordenada.
Morada sucia, por las impurezas de mi cuerpo y de mi alma.
Morada llena de ruidos, por mi vida disipada.
Si no soy digno/a de que me recuerdes, mires y hables, cuánto menos lo seré de que visites mi pobre morada. Pero di una sola palabra, y la casa de mi alma quedará confortable y arreglada.

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