martes, 12 de marzo de 2013

12 de marzo,San Vicente Ramiro y compañeros



Etimológicamente significa “vencedor”, de la lengua griega,
y “prudente” , de la lengua alemana.

Jesús, en las Bienaventuranzas,
proclama que si a él lo han perseguido, también les tocará
la misma suerte a quienes le sigan.

Esto le ocurrió a Vicente, Ramiro y sus compañeros cristianos. Sitúate en la Galicia del siglo IV. No eran buenos tiempos
para los creyentes en Cristo Jesús.

En primer lugar, la región se encontraba en poder de los invasores nuevos. Y en segundo lugar, todos ellos vivían y practicaban
la herejía de Arrio.

Vicente, en la ruta del camino de Santiago, León,
vivía feliz en su monasterio de san Clodio.

Ejercía para el bien de sus hermanos, el cargo de abad.
El, en contra de Arrio, defendía que Jesús era Hijo de Dios.

De manera tentadora aunque engañosa, le hicieron saber
a Vicente que iba a tener lugar un conciliábulo para tratar
el tema que separaba a los cristianos de los arrianos.

Vicente, con ánimo y aspecto de valiente, no perdió la ocasión
de proclamar su fe en Cristo Hijo de Dios.
Como no podían convencerlo con palabras y razones,
le dieron muerte.

Ramiro, mientras estuvo fuera Vicente, se hizo cargo de dirigir
el monasterio.
En el fondo sabía que le gustaba seguir los pasos de su maestro
y, por otra parte, quería someter su idea al juicio de los demás monjes.

Estaba dispuesto a ir a proclamar por toda Galicia la doctrina
cierta y segura del Concilio de Nicea.
Si algunos querían seguirle, que lo dijeran.
Los que no quisieran correr igual suerte, podían quedarse
en los montes cercanos.
Y les dijo:"No os acobarde el furor de los herejes".
Muchos se fueron al monte. Otros siguieron a Ramiro.

Oremos

Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires
San Vicente Ramiro y compañeros la valentía de aceptar
la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza
a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos
que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también
ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

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