martes, 11 de diciembre de 2012

12 DE DICIEMBRE, VIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


MENSAJE

«Ángel mío, escucha como nunca antes y comprende. Hoy Dios desea cumplir lo que comenzó en Fátima, el mundo esta al borde de recibir la gracia del poder del Cielo como nunca antes. Dios desea donar a cada alma las posibilidades de ganar lluvia de gracias que El envía del Cielo. Mi Triunfo es la unión mística de los corazones, una gracia que no puede ser vista ni oída, sino solo sentida en las profundidades del alma. Se sincero en esta misión celestial, necesito tu corazón ahora más que nunca, a través de ti vendrán un canal de gracia sobre todos aquellos mis hijos que esperan con corazón abierto.

Esta ola de gracia vendrá a inundar el alma y todas las impurezas pueden ser lavadas solamente si uno lo desea sinceramente. Te doy la llave para recibir esta gracia, ésta se encuentra en una sencilla palabra en medio del corazón. Decir «Sí» permite que tu alma florezca y que se le infunda la virtud. Os invito para que cada corazón responda de la manera más deseada por Dios Padre: ser consagrado a Mi Inmaculado Corazón, porque esto no solo abre sus corazones hacia mí, sino que los abre hacia El, que es lo más importante. Lucha con todas tus fuerzas para que todas las almas sean tocadas con este ruego del Cielo. El más ardiente deseo de Dios Padre es que todas las multitudes sobre la tierra se junten como un lazo sagrado de unidad. Únanse como nunca antes, junten corazón con corazón para que esta unión de millones resuene en una sola voz: responde universal y ecuménicamente al llamado a ser consagrado a mi Inmaculado Corazón y a mi abrazo Maternal (Septiembre 4 de 1.993)

GUÍA

La consagración es la verdadera unión mística de los corazones, es la unidad que transforma y convierte. Es una infusión de gracia tan intensa que hace imposible que el alma pueda permanecer como antes de hacer esta promesa. Una ola de virtud caerá sobre el alma lanzándola a un ardiente deseo de agradar a Dios en este acto de culminación y por la dedicación a los tiernos deseos de su Madre.

Como sabemos que su reino desciende del reinado de Ella, nosotros trabajamos la unión de los corazones, para la unión de nuestros corazones hasta el centro de esta divina unión, por medio de la consagración. De esta manera la unidad es creada por naturaleza divina y si permanecemos unidos a su Corazón Inmaculado, también estaremos unidos a todos los corazones consagrados a Ella, entonces nosotros seremos participantes de una unión universal de corazones por medio de su corazón maternal.

DIRECCIÓN

Nosotros debemos tomar muy seriamente ésta promesa. Para recibir tal abundancia de gracias debemos ir con el corazón lleno de agradecimiento; debemos renovar nuestra consagración diariamente implorando el auxilio de Nuestra Señora para todo lo que el resto del día nos pueda traer. Debemos esforzarnos cada día para extender la devoción de la consagración al Inmaculado Corazón de María a todas las almas que esperan el Triunfo de su misión. Nosotros estamos obligados a corresponder globalmente a su llamado.

Es así como nosotros debemos luchar para extender su deseo para que todos los corazones permanezcan unidos, esto es también un llamado a toda la humanidad. El día de nuestra consagración debe ser un día de Triunfo y exaltación, siempre que cada alma esté dedicada totalmente a Dios, a su propia santificación y que sacrifique todo para atraer otra alma a la misma conciencia de estas alturas.

MEDITACIÓN

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, concede a mi alma el don de la gracia para obtener un ardiente deseo de sinceridad, pureza y simplicidad! En estos dones del alma me será posible retener la inocencia de mi consagración. Ayúdame a luchar con todas mis fuerzas para preservar lo que ya poseo, la genuina respuesta a tu llamado. Que todos los que yo encuentre, reciban el genuino regalo de tu Corazón a través de mi, que los favores que yo reciba por mi unión contigo sean, querida Madre, como una ofrenda mía para todos. Acudo a tu Corazón Inmaculado para continuar dirigiendo mi alma en la búsqueda de la serenidad y tranquilidad.

«Porque de la manera que juzguen, serán juzgados y con la medida con que midan, serán medidos»
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«Señor, Dios de Israel, dame las fuerzas en este momento» (Judith 13:7)


ORACIONES DIARIAS
Las siguientes oraciones «deben ser recitadas
antes o después de la meditación de cada día,
según el texto de cada uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada
y dorada y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones
muy despacio y reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace una promesa,
la promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las
virtudes: la siembra de las semillas de santidad por las cuales la
gracia será cultivada. Esta coronilla contiene todas las virtudes que
Nuestra Señora desea encontrar en nuestras almas. Las gracias
contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras
almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las
virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi
Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la
virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al
Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan
las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia,
Perseverancia y Obediencia.
Octubre, 1 de 1.992
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.


CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén


CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».
Marzo 19 de 1993
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre
Junio 6 de 1992
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén

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