Yo humildemente no sé como será. Pero si tengo claro que el fin de estos tiempos llegará, las profecías dicen que son estos, y las continuas llamadas a la conversión de Mama María en sus Apariciones lo confirman. No me planteo ni cuándo ni cómo será, solo espero que cuando llegue ese día, mi alma se encuentre preparada, como las doncellas con el aceite en sus lámparas. Mientras tanto, todo lo que sea trabajar para el Reino de Nuestro Padre, a Su Disposición me tiene, con mis debilidades, mis caidas, mis resistencias, mis miserias... Los talentos que tengo El me los dió, a Él los revierto para que los use como crea conveniente.
Macarena
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