domingo, 27 de mayo de 2012

CRUZADAS DE REPARACIÓN




(Para reparar durante el día)
Pasos:
1. Coronilla del Amor.
2. Meditación del día.
3. Oración final.
1. Coronilla del Amor
En las cuentas del rosario:
En las cuentas grandes:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Sed nuestro amor y salvación.
En las cuentas pequeñas (10 veces):
Jesús, María: os amo, salvad almas.
Al final del rosario, repetir tres veces:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Haced que os ame cada vez más.

3. Oración Final

Jesús mío, Amantísimo y Dulcísimo Salvador: permitidme que os ofrezca y que ofrezca por Vos al Padre Eterno, la Preciosísima Sangre y Agua salida de la herida abierta en Vuestro Divino Corazón en el árbol de la Cruz. Dignaos aplicar eficazmente esta Sangre y esta Agua a todas las almas, en particular a los pobres pecadores y a la mía. Purificad, regenerad, salvad a todos los hombres con el auxilio de vuestros méritos. Concedednos finalmente, oh Jesús, entrar en vuestro Amantísimo Corazón y habitar en él para siempre. Amén.

2. Meditación del día (busque el mes correspondiente)

ENERO

REPARA POR TUS PECADOS

MAYO 13 DE 2011

12:15 PM.

Aquí estoy desfogando todo el amor que te tengo, aquí estoy tomando tu vida, y presentándola a mi Padre como ofrenda eterna de amor; me he hecho prisionero de amor por ti; mi Sagrario es la dulce prisión en la que te espero para abrazarte, para llévame tu dolor, tu angustia, tu soledad; en el Sagrario me gozo cuando llegas hacia mí con un corazón contrito y humillado, cuando vienes suplicándome mi perdón, mi misericordia; te he propiciado este momento para que repares por tus pecados, pecados que han herido y lacerado mi Cuerpo Santísimo, pecados que han ahondado las espinas de mi corona de espinas con tus malos pensamientos, pecados que han clavado espadas puntiagudas de dolor con tus malos sentimientos; te he dado la oportunidad en este día para que reconozcas tu miseria , tu nada, para que te sientas necesitado de mi amor, de mi comprensión, de mi ternura; te he propiciado este momento para que te postres a los pies de mi Corazón Eucarístico y llores por tus faltas, faltas que ya te las he perdonado, cuando acudiste a mí y me pediste perdón en la presencia de mi sacerdote; te he propiciado este momento porque quiero devolverte el gozo , la alegría a tu corazón, entiende que el amor terrenal es imperfecto, el amor terrenal no te llena, no sobrepasa la medida de tu corazón, entiende que los placeres del mundo no perduran, los placeres del mundo te producen gozo transitorio, ¿qué queda después? remordimiento de conciencia, amargura en lo profundo de tu ser.

He propiciado este momento para que con tu recogimiento recojas mi Sangre Preciosa despilfarrada y desparramada, para que con tu recogimiento, y firme propósito de no volver a pecar, sanes las heridas de mi Cuerpo Adorado, porque aun soy azotado por los pecados de los hombres, aun soy maltratado, relegado, excluido por muchas almas, almas que aún no han encontrado la verdadera felicidad porque no me conocen, almas que se dejan abstraer por los engaños del espíritu del mal.

He propiciado este momento para que hablemos de tú a tú, cuéntame de aquello que te atormenta ,de aquel recuerdo de tu pasado que quisieras sanar en este mismo instante, cuéntame de aquella mala experiencia, de aquella caída que te ha marcado con el sello del desamor y de la desolación, cuéntame, de aquellas cosas que quieras olvidar, de aquellos acontecimientos que quieras borrar del libro de tu vida; nunca aparte mi mirada de ti, aun en aquellos momentos de desamor, aun en aquellos momentos en que te llamaba y no me escuchabas, aun en aquellos momentos en que caminabas velozmente a la perdición.

Repara por tus pecados, pídeme perdón y te lo daré en abundancia, pídeme perdón y te abrasare como abrase aquel día al hijo prodigo, hijo que malgasto la herencia, hijo que creyó encontrar la felicidad en los halagos y seducciones del mundo, pídeme perdón Yo mismo te bañaré con el Agua viva que brota de la fuente inagotable, inextinguible de mi Sagrado Costado, pídeme perdón y ahora mismo con mi Sangre Preciosa sanaré las llagas purulentas de tu alma.

Repara por tus desvaríos de juventud, repara por los errores por los pecados que aun hacen eco en la profundidad de tu ser; quiero sanarte, quiero darte la libertad que necesitas, para que camines siempre por caminos angostos y pedregosos; ya no más dolor, ya no más de mirar hacia atrás; aprende a vivir el hoy, el ahora, recuerda que ha cada día le basta su propio afán; ya no abras puertas a la tentación y por ende al pecado, permíteme sellar tus sentidos, permíteme guardarte en uno de los aposentos de mi Sagrado Corazón para que no vuelvas a caer he tenido misericordia, he tenido compasión de ti por eso te he permitido en este día postrar como lo hizo un día la mujer pecadora, ella reconoció su fragilidad y debilidad humana ella se sintió sucia, pisoteada, subvalorada, menospreciada y cuando se encontró conmigo se sintió amada por un amor puro cándido trasparente.

FEBRERO

Reparad por los que reciben mi Cuerpo y mi Sangre en pecado mortal

Julio 1/11

(12:33 p. m.)

Cuéntame, aún, con pormenores, detalles: ¿Qué es aquello que aflige tu corazón? ¿Cuál es el motivo de tus lágrimas, de tu congoja, de tu tristeza? Pídeme que aliviane el peso de tu cruz y la alivianaré. Pídeme que me lleve tu enfermedad y te sanaré. Pídeme que obre un milagro en tu vida y obraré proezas. Mira, hijo mío, que soy el Misterio de Amor escondido, que hoy se revela ante tus ojos. Mira, hijo mío, que sondeo y escruto tu corazón con mí mirada. Mira, hijo mío, que estoy presto en ayudarte, estoy presto en suplir aquella necesidad, estoy presto en restaurar tu vida y en presentarte al Cielo como ofrenda eterna de mi Amor.

Consuela mi Corazón; son pocos los que me aman con amor verdadero, son pocos los que me buscan en la soledad de mi dulce prisión. Muchos vienen a Mí en momentos de prueba, en momentos de enfermedad; me compadezco de ellos y les sano; y una vez recibido el favor del Cielo, se olvidan de Mí.
Mira, hijo mío, cómo de mi Corazón Eucarístico brotan gotas de mi Sangre Preciosa. Tantos llegan a Mí, a recibir las especies consagradas del Pan y del Vino en pecado mortal. Reparad por estas pobres criaturas; no saben lo que hacen, no se dan cuenta de que están bebiendo y comiendo su propia condenación y destrucción. Reparad, porque vivo en soledad, abandono en todos los Sagrarios de la tierra; mis gracias se despilfarran, se desparraman. Según sea tu fe, actuaré; según sea tu fe, me moveré de acuerdo en mi Divina Voluntad; pídeme, háblame.

MARZO

Abrid vuestros ojos del alma, sentid mi presencia en medio de vosotros, caminad tras el eco inconfundible de mi voz y descansad en Mí. Os pido que indaguéis y conozcáis sobre Mí, y la mejor manera es profundizando en las Sagradas Escrituras, en los Evangelios conoceréis de mis milagros, de los prodigios que obre a favor de la criaturas.

Hoy que atendisteis a mi llamamiento angustioso, hoy que llegasteis con la esperanza de encontraros Conmigo, de experimentar mis besos y mis abrazos; consolad mi Corazón sufriente y reparad porque muchas de mis hijas están haciendo de sus vientres cementerios andantes; muchas de mis hijas se toman el derecho de acabar con la vida de sus hijos, el aborto es el flagelo de la sociedad actual, el aborto es una artimaña de satanás para llevar consigo a la condenación muchísimas almas.
En esta Cruzada de Reparación pedid misericordia al Padre Eterno, para que todos los hombres se conviertan de corazón, pedid por aquellos países que han legalizado el aborto, países que habrán de entrar en ruina, caos; países de los que supura pestilencia, olor putrefacto, nauseabundo. Reparad porque el demonio siembra confusión y lo que aparentemente hace bien en la tierra es nocivo para la vida espiritual.
En esta Cruzada de Reparación uníos al dolor de mi Madre; Ella sufre cuando a tantos niños se les impide el derecho de nacer; Ella sufre al ver niños que son mártires en el vientre de sus madres. Reparad también por aquellos países que han legalizado las uniones entre homosexuales, muchos de los hombres caminan velozmente al abismo, a la perdición, al acoger con beneplácito leyes anti natura, leyes que desvirtúan el verdadero sentido de lo sagrado, leyes que llevan a la relajación y degradación moral.
En esta Cruzada de Reparación haced sacrificios, penitencias, y pedid por aquellos que han caído en las redes del demonio; por aquellos que se han dejado embaucar, engañar; por aquellos que a lo bueno le llaman malo y a lo malo le llaman bueno. En esta Cruzada de Reparación consolareis mi Agonizante Corazón con vuestra oración, oración que será bálsamo de paz, ungüento sanador para mi herido y sufriente Corazón.

ABRIL

CONSOLAD MI AGONIZANTE CORAZON

20 de agosto de 2011

12:52 PM

Hijos amados: internaos en el silencio de mi sagrario y consolad mi agonizante Corazón. No soy adorado, ni glorificado como al Dios Uno y Trino presente en la Hostia Consagrada.

Consolad mi agonizante Corazón porque muchos me reciben indignamente en pecado mortal, almas que en vida beben y comen su propia condenación.

Consolad mi agonizante Corazón porque permanezco largas horas solitario y abandonado en muchos de los sagrarios de la tierra.

Consolad mi agonizante Corazón porque no se me rinden la adoración y la gloria que me merezco.

Cómo es posible que me haya perpetuado hasta la consumación de los siglos en la Hostia Consagrada, y aún muchos hombres me desconocen; creen que soy un símbolo, una mera representación, cuando en realidad mi Divino Corazón palpita de amor por todos vosotros.

Cómo es posible que mi invento de amor, la Sagrada Eucaristía, sea profanada.

Cómo es posible que mi Sagrario, porción del cielo en la tierra, permanezca vacía. Soy tratado cruelmente, despiadadamente, sufro místicamente los dolores de mi Sagrada Pasión.

Reparad vosotros para que los hombres se conviertan de corazón, para que los hombres vuelvan sus ojos hacia Mí. Reparad vosotros para que muchos de mis hijos vengan a beber en las fuentes inagotables de mi misericordia. Reparad vosotros para que los hombres carguen con su cruz. Reparad vosotros para que los incrédulos, los escépticos, los ateos, descubran mi verdadera y real presencia en la Hostia Consagrada.

Reparad nuestros Corazones con actos de adoración y de reparación, cada vez que os acerquéis a alimentaros de mi Cuerpo y de mi Sangre.

En esta hora de reparación, elevad vuestras plegarias al cielo, seréis escuchados por mi Padre eterno, y pedid para que mi misterio Eucarístico sea aceptado por todos los hombres. Permaneceré a vuestro lado por años sin fin.

En esta hora de reparación, venid y mitigad mi dolor, recoged en el cáliz de oro de vuestro corazón mi Sangre preciosa despilfarrada, desparramada, por los pecados de los hombres. Sanad mis heridas, alivianad mi dolor.

En esta hora de Reparación, consolad mi agonizante Corazón permaneciendo en el tabernáculo de mi amor divino, llevándoos mi dolor, mi sufrimiento, pidiendo por la conversión de mis sacerdotes; sacerdotes que están llamados a ser otros Cristos en la tierra, sacerdotes que deben predicar con su testimonio de vida, sacerdotes que deben atraer el mayor número de ovejas dispersas de mi rebaño. Haced sacrificios, penitencias, mortificaciones por mis hijos amados.

En el Sagrario sentiréis mis rayos de luz; en el sagrario auscultare vuestros corazones, y os haré sentir dolor por vuestros pecados; en el Sagrario os consumiré en holocausto de amor.

Una hora de reparación es un acto de amor vuestro para con Dios, una hora de reparación es un acto de amor para el Dios uno y Trino, una hora de reparación es un acto de amor que consuela mi agonizante y sufriente Corazón.

MAYO

REPARAD POR LOS PECADOS DE LA HUMANIDAD

Agosto 20 de 2011

02:54 P M

Hijos Amados: sufrí vejámenes, humillaciones, sufrí la persecución. Morí en una cruz por todos vosotros y aun así mi muerte en cruz ha sido baldía para muchos hombres. Mi resurrección me ha llevado a acompañaros por eternidad de eternidades, mi resurrección debe ser ejemplo para que muráis al pecado y resucitéis a una nueva vida.

Entended que el pecado es como una larva que causa estragos en vuestra vida espiritual, el pecado os enceguece a mi presencia, os ensordece a mi voz y os endurece, se roba mis gracias.

Los pecados de la humanidad son azotes que desgarran mi Cuerpo Santísimo, los pecados de la humanidad reavivan de nuevo los sufrimientos de mi Sagrada Pasión, los pecados de la humanidad agobian mi Sacratísimo Corazón. He acudido a almas generosas, mi voz no ha caído en el vacío, mis llamamientos angustiosos han sido escuchados por todos vosotros; por eso respondisteis a esta Cruzada de Reparación. Abajad vuestras miradas al corazón y sentid como mis latidos se confunden con los vuestros, abajad vuestra mirada al corazón y eclipsaos de amor.

Tantas almas hieren mi agonizante Corazón, tantas almas corren velozmente al despeñadero, a abismos sin salidas; tantas almas comandadas y dirigidas directamente por satanás. Satanás ha sembrado caos, confusión; satanás quiere llevarse consigo el mayor número de almas.

Reparad en esta Cruzada por todos aquellos que clavan dardos de desamor a mi agonizante Corazón.

Reparad por todas aquellas almas que se zambullen en lodazales de pecado.

Reparad por todas aquellas almas que aún no se han convertido de corazón a Mí, sufrimientos les esperan en la eternidad si no se arrepienten de sus culpas.

Reparad por aquellas almas que se han hecho títeres del demonio, levantad vuestras manos hacia el cielo y clamad misericordia al Padre eterno. Vuestra oración habrá de subir como incienso ante su presencia, vuestra oración tarde o temprano producirá frutos.

En esta hora de reparación pensad en aquellos que conociéndome se desviaron de camino, optaron por el mundo, optaron por probar la hiel amarga del pecado. Las Cruzadas de Reparación dan alivio a mi acérrimo sufrimiento. Las Cruzadas de Reparación son como torrenciales de misericordia, como torrenciales de agua viva que caen sobre todos vosotros.

Derrotemos juntos a satanás, derribémosle con el ayuno, la mortificaron y la penitencia; derribémosle predicando con vuestro testimonio de vida. Entended que los hombres de estos tiempos se hayan confundidos, los hombres de estos tiempos han caído en las artimañas del espíritu del mal. Vosotros con vuestra oración reparadora despertad a la humanidad aletargada y somnolienta, atraed el mayor número de almas suplicando misericordia al Padre Eterno para con el mundo entero.

En esta hora de reparación, adorad mi Sangre preciosa despilfarrada, profanada por los pecados de muchos de mis hijos. Sentíos privilegiados por el haber atendido y respondido a mi llamamiento angustioso. Sé que el mundo está atravesando momentos cruciales, momentos decisivos que harán historia; sé que muchos de mis hijos han abusado de mi misericordia divina, misericordia divina que jamás se agotara, jamás se acabara.

Ahora que estáis vivos volved vuestros ojos y corazón a Mí, ahora que estáis vivos aprovechad estos raudales de misericordia. Acudid al sacramento de los ríos de la gracia, al sacramento de la confesión, y purificad la hediondez que lleváis dentro, os perfumaré con mi nardo purísimo.

JUNIO

REPARAD POR LOS QUE JUSTIFICAN EL PECADO

Agosto 20 de 2011

03:09 PM

No podéis permaneced somnolientos, ¡Reaccionad! ¡Atended a mi clamor! ¡A mi llamado angustioso! Un buen Padre se preocupa por el bienestar de sus hijos, sois la locura de mi amor. Morí en una Cruz para redimiros del pecado, morí en una cruz para saldar vuestra cuenta.

Sois libres: libres para elegir el camino del bien o el camino del mal.

Sois libres: para elegir la luz o la oscuridad.

Sois libres: para caminar por caminos angostos, pedregosos, pero caminos seguros de entrada al cielo, libres para caminar por caminos amplios y espaciosos, caminos que os llevarían a la condenación y muerte eterna.

Sois libres en responder al llamamiento que os hago de conversión de corazón.

Hoy estáis vivos, hoy mis palabras caen en lo profundo de vuestro ser como susurros de brisa suave. Corred tras mis pisadas de amor, no os perderéis, no caeréis al vacío.

Reparad porque muchos de mis hijos transgreden mis leyes, tergiversan mis enseñanzas, mi Evangelio lo acomodan a criterios humanos.

Reparad para que todos mis hijos encarnen mí Palabra, para que el mundo opte por Jesús, opte por el reino de los cielos. Muchas leyes son inventadas por los hombres, leyes que justifican el pecado; leyes que han llevado y llevarán a muchísimas almas a las profundidades del infierno; leyes que son inventos de satanás para confundir, arrastrar a abismos sin salida a almas incautas, almas que fácilmente se dejan tambalear, arrancar bruscamente como se arranca una rosa, una flor de su jardín. Cielo y tierra pasarán pero mis palabras no pasaran.

Reparad por aquellas almas que justifican el pecado, por aquellas almas que teniendo conocimiento pleno de culpa, persisten en el pecado.

Hoy que escuchasteis mi clamor, hoy que os unisteis a esta Cruzada de Reparación, pedid para que la humanidad entera se guíen por mis leyes Divinas.

Reparad por aquellos países que han aprobado leyes que no van en concordancia y en coherencia con mi Evangelio. ¡Ay de aquellos que tergiversan mis enseñanzas! ¡Ay de aquellos que se acoplan y amoldan fácilmente a los criterios humanos! El pecado seguirá siendo pecado, no hay argumento alguno que justifique conductas o acciones que sean deplorables frente a mi presencia.

En esta hora de Reparación, consolad mi agonizante Corazón y sanad las llagas de mi Cuerpo Santísimo porque diariamente soy flagelado, azotado.

JULIO

REPARAD POR LOS QUE HABREN LAS PUERTAS A LA TENTACIÓN

AGOSTO 21 DE 2011

10:12 A M

Quiero que hagáis penitencia y reparación por vuestros pecados.

Quiero que regreséis a mi casa, casa que un día abandonasteis por correr tras los halagos del mundo.

Quiero que sintáis mi amor desbordado.

Quiero que os abráis hoy mismo a recibir mis gracias.

Quiero que toméis la decisión de no volver jamás al vómito de vuestros pecados.

Quiero que enderecéis vuestras sendas, que caminéis con paso firme, decididos a encontraros Conmigo en la mitad de vuestro camino.

Los pecados de la humanidad flagelan mi Cuerpo Santísimo, los malos pensamientos con que os ataca el demonio, son como corona de espinas que nuevamente rompen tejidos en mi adorable cabeza. Los deseos que albergáis en lo profundo de vuestro corazón, deseos de concupiscencia, deseos de lujuria, de vanagloria, deseos de acumular riquezas, deseos contrarios a mis proyectos divinos, son dardos de desamor que se clavan y hieren mi agonizante Corazón.

Hoy apartaos del bullicio del mundo; hoy buscad un encuentro a solas Conmigo y secad mis lágrimas. Consolad mi sufriente Corazón porque el mundo está encegueciendo y ensordeciendo. A muchos de mis hijos, el mundo me los está arrebatando de mi presencia, el mundo les está robando mis gracias, mis bendiciones. Les llamo y no escuchan mi voz, y en esta hora de reparación pedidme que purifique vuestros pensamientos y vuestro corazón, y os los lavaré en los Ríos de la Gracia, torrenciales de agua viva lloverán sobre vosotros.

Reparad por todos aquellos que abren las puertas a la tentación, a la vida fácil.

Reparad por todos aquellos que se acercan al fuego de la pasión y no descansan hasta consumir sus mezquinos deseos.

Reparad hoy por todos aquellos que no han sabido valorar mis Gracias, por todos aquellos que desprecian mis llamamientos de amor y prefieren caminar tras los falsos halagos del mundo.

A todos os quiero salvar, a todos os quiero entregar el premio que os tengo prometido, a todos os quiero llevar a habitar en una de las moradas del cielo. Comportaos como hijos de la luz, desechad las obras de las tinieblas; acoged con humildad, de corazón mis enseñanzas, mis leyes, mi Evangelio.

En esta hora de reparación, elevad vuestras plegarias al cielo para que vuestros pensamientos y vuestro corazón adquieran el resplandor de una estrella.

Reparad en esta hora, para que vuestro corazón sea colmado de buenos propósitos, de santos deseos, que os lleven a obrar según mi Divina Voluntad.

Reparad en esta hora, para que vuestros hermanos, para que mis hijos cierren las puertas a la tentación y por ende al pecado; para que vuestros hermanos, para que mis hijos, no tengan cuentas con el príncipe de las tinieblas; para que vuestros hermanos, para que mis hijos caminen en línea recta y no se desvíen ni a derecha ni a izquierda; para que rechacen de plano las obras del mal y acojan mis leyes, mis mandatos.

AGOSTO

REPARAD POR VUESTRO SERES AMADOS

Agosto 21 de 2011

11:51 A M

Hijos Amados: respondisteis a mi llamamiento de amor, mi voz cayó en lo profundo de vuestro corazón y sentisteis el anhelo de encontraros Conmigo. Todo os lo he proporcionado, os facilité los medios para que llegaseis hacia Mí, todo está dentro de mi Divina Voluntad. ¿Qué deseáis que haga por vosotros en este día?, pedídmelo sin temores, no me ocultéis nada, os conozco en plenitud. ¿Qué deseáis que obre en vuestras vidas?, habladme desde vuestro corazón, mirad que estáis en la presencia del Rey del más alto linaje; mirad que estáis en la presencia del pobre de Nazaret, que nada llevaba consigo, sólo unas sandalias de suelas desgastadas; mirad que estáis en la presencia del Hombre de Galilea; mirad que estáis en la presencia del hijo del humilde carpintero.

¿Qué sentimientos producen mis palabras?, ¿a qué os mueven? Os estoy dando la oportunidad de que volváis a mí. Os estoy dando la oportunidad de reivindicaros de vuestro pasado, de corregir vuestros yerros, errores. Os estoy dando la oportunidad de que seáis mejores. ¿Acaso os parece poco todo el bien que os he hecho?, ¿acaso os parece poco que me haya quedado hasta la consumación de los siglos en la Hostia Consagrada? Y hoy actuaré en la medida de vuestra fe, hoy actuaré según la apertura de vuestro espíritu, hoy sembrare en vuestro corazón la santa inquietud de volver a Mí.

Esta hora de reparación es también una inventiva de amor para toda la humanidad. Muchos de mis hijos se pierden, porque han caído en el pecado, han caído en las trampas de satanás y se hayan anclados, se han hecho esclavos de sus vicios, de sus bajas pasiones.

Esta hora de reparación es una voz de alerta para todos los hombres. Necesitáis hacer penitencia, necesitáis mortificar vuestros sentidos, necesitáis doblegaros a mi Divina Voluntad, necesitáis ser hombres nuevos, necesitáis morir al hombre viejo, necesitáis de un cambio, un vuelco en vuestras vidas.

Esta hora de reparación es un momento que os brindo, para que emprendáis vuestra marcha hacia el cielo, para que aportéis en la construcción de mi Reino, para que despertéis del sueño letargo a muchos de vuestros hermanos.

Esta hora de reparación habrá de hacer mella en vuestro corazón, porque es el momento de reconocer que también vosotros de una y otra forma heristeis mi agonizante Corazón, flagelasteis mi Cuerpo Santísimo, clavasteis con ferocidad espinas burdas en mi sagrada cabeza, agrandasteis las heridas de mis manos y de mis pies. Vuestra debilidad, vuestro afán desmesurado de experimentar, y quizás malas compañías, os sumergieron en pozos fangosos, en aguas putrefactas. Pero hoy os deseo sumergir en las fuentes de mi Divino Corazón, os deseo sumergir en el manantial de agua viva de mi Sagrado Costado; quiero que quedéis más blancos que la nieve, más cristalinos que el agua pura.

Haced un alto en vuestro camino y venid como hijos pródigos, haced un alto en vuestro camino y venid a Mí, que quitare los andrajos que llevabais puestos, y os vestiré de ropajes nuevos.

En esta hora de reparación pedidme que sane vuestro pasado, porque hay momentos en vuestras vidas en que vuestra mirada se dirige al ayer, vuestros pensamientos os llevan a recordar lo que hicisteis. Hoy haré que postréis a los pies de mi Corazón Eucarístico y de mi Santa Cruz vuestras cadenas oxidadas y las amarras que os ataban, y os impedían volar hacia un encuentro Conmigo.

En esta hora de reparación os pido que consoléis mi Agonizante Corazón, porque muchos de los hombres se han olvidado de mí, muchos de los hombres desconocen que aún vivo, muchos de los hombres persisten en la ingratitud y en el desprecio para con las cosas de Dios.

En esta hora de reparación pedidme que obre un prodigio de amor en vuestras vidas y empezareis a sentir libertad de espíritu, paz sobreabundante. Os diréis a vosotros mismos que torpe he sido, ahogué vuestra voz en mi corazón y no camine tras vuestras huellas imborrables de amor.

Hoy sed mis discípulos, sed mis siervos reparadores y juntos salvemos almas. Reparad por los pecados de vuestra familia; reparad por aquellos seres amados que aún no me conocen o no quieren conocerme; reparad por vuestros seres amados que un día escucharon mi voz, me siguieron y se desviaron de camino; reparad por vuestros seres amados que se han dejado seducir por el mundo, el demonio y la carne; reparad por vuestros seres amados que no han sabido hacer de sus familias iglesias domésticas, segundos hogares de Nazaret; reparad por vuestros seres amados que viven sin la bendición del sacramento del matrimonio; reparad por vuestros seres amados que no frecuentan los sacramentos.

Gracias por responder a mi llamamiento angustioso y por consolar mi agonizante Corazón.

SEPTIEMBRE

MI CUERPO SANTISIMO HA SIDO PROFANADO

Septiembre 17 de 2011

12:18 P M

Miradme hijos míos he sido bajado de mi trono, he sido usurpado por manos pecadoras. Mi Cuerpo Santísimo ha sido profanado, irrespetado.

Os pido en esta hora de reparación consolar mi Corazón Eucarístico, dadme toda la adoración y rendidme toda la gloria que no recibo de las criaturas. Mi invención de amor ha sido para no dejaros huérfanos, solos; mi invención de amor es muestra de mi derroche de amor para con toda la humanidad. Pero aún así permanezco solitario y abandonado en muchos de los Sagrarios del mundo, aún así muchos de mis hijos han cerrado las puertas de sus corazones, aún así muchos de mis hijos dudan de mi verdadera presencia en el santísimo sacramento del altar.

Mi dolor es el mismo dolor de mi Madre, somos dos Corazones unidos en el amor y traspasados por el mismo sufrimiento. Haced actos de reparación en este día, uníos a la adoración de los santos ángeles, ellos entonan bellos himnos tocados armoniosamente al son de las cítaras y de las arpas. Recoged en copones de oro la Sangre Preciosa que brotan de mis Santas Llagas, Sangre Preciosa que os lavarán de todas vuestras inmundicias e idolatrías, Sangre Preciosa que renovará vuestro interior y se tornará lúcido, brillante, porque el pecado opaca mi luz, el pecado os arrebata mis gracias, mis bendiciones, el pecado pone un límite entre vuestro Dios y vosotros.

La mejor reparación que podéis tributarme en este día es convirtiéndoos de corazón, inmolándoos junto conmigo en el gran misterio de la Cruz, tomando la decisión en ser hijos de la luz, en no caminar más tras las obras de las tinieblas en donaros por entero a mi Divina Voluntad.

OCTUBRE

REPARAD POR LOS QUE NO FRECUENTAN EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN

Septiembre 27 de 2011

03:09 P M

En este instante dejaos seducir por mi presencia, embriagaos de amor, elevad vuestros sentidos hacia el cielo, internaos en la profundidad de mi misterio eucarístico. Consideraos peregrinos en búsqueda del Absoluto. Vuestra morada eterna la encontrareis en el cielo, pero pensando en cada uno de vosotros decidí quedarme hasta la consumación de los siglos en la Hostia Consagrada, decidí hacer de cada Sagrario una parcela del cielo en la tierra. No me dejéis sólo, menguad mi soledad con vuestra presencia; no me dejéis abandonado, pagadme con gratitud mi gesto de amor y de misericordia.

En esta hora de reparación consolad mi agonizante Corazón porque muchos de mis hijos me reciben indignamente, muchos de mis hijos no se percatan de la suciedad de sus corazones y se han dejado abstraer por las cosas del mundo, ya no tienen conciencia, ni noción de lo que es pecado, muchos de mis hijos incautamente están comiendo y bebiendo su propia condenación.

Reparad porque cada vez que un alma se acerca a recibirme en pecado mortal su corazón se convierte en instrumento de martirio para mi Cuerpo adorable. Sed vigilantes en vuestro proceder, permaneced en vela, atentos, para que no seáis confundidos, ni arrastrados por las falsas seducciones del espíritu del mal. Sed sumamente celosos en conservar la pureza de vuestro corazón, corazón que debe permanecer tan blanco como un copón de nieve y tan reluciente como un espejo nuevo, corazón que se transforma en un sagrario vivo, en un tabernáculo caminante.

Reparad porque muchos de mis hijos no frecuentan el sacramento de la confesión, sacramento de los ríos de la gracia. El pecado deforma el alma, el pecado opaca mi luz, el pecado os hace títeres de satanás. La limpieza el brillo de vuestro corazón lo recuperáis cuando vais al tribunal de mi misericordia, allí en el confesionario me veréis presente en el sacerdote, siempre os perdonaré, siempre os declararé libres e inocentes, siempre os daré el abrazo de hijos pródigos.

En esta hora de reparación haced un examen de conciencia: ¿cómo esta vuestra vida?, ¿cuáles son vuestras fallas, vuestras deficiencias en vuestro proceder? Y si alguna vez por desgracia os acercasteis a Mí y me recibisteis indignamente, haced un acto de reparación, sanareis mis heridas, consolareis mi agonizante Corazón.

Una hora de reparación es un encuentro de amor ágape, es un festín del cielo en la tierra.

Una hora de reparación es un gesto de misericordia para con todos vosotros, la mejor de las reparaciones es una conversión perfecta y transformante, conversión que os lleve a vivir mi Evangelio, a encarnar mi Palabra, conversión que os lleve hacer mensajeros, anunciadores de la Buena Nueva.

Una hora de reparación es un alto en vuestro camino, una oportunidad para que evaluéis vuestra vida, para que miréis hacia vuestro pasado y os reivindiquéis, empecéis de nuevo. Aún estáis vivos; aún vuestro corazón late con fuerza; aún os podéis mover, escuchar, hablar, caminar; aún vuestra conciencia os habla, os amonesta, os recrimina; aún vuestra conciencia os lleva a un arrepentimiento verdadero de vuestras culpas.

Miradme suntuosamente engalanado, embellecido; miradme con vuestros ojos físicos y con vuestros ojos del alma. Saeto vuestros corazones con mis rayos de luz, os lo hiero de amor porque sois la razón de mi permanencia definitiva en todos los sagrarios de la tierra.

NOVIEMBRE

OS ESPERO EN EL HUERTO DE LOS SAGRARIOS

Septiembre 25 de 2011

09: 48 A M

Os pido que seáis almas reparadoras, que voluntariamente llevéis sobre vuestros hombros el peso extenuante de mi cruz, que de vez en cuando lleguéis al huerto de los Sagrarios y con vuestra oración consoléis mi agonizante Corazón. Corazón maltratado, despedazado por los pecados de los hombres. Corazón cercenado de espinas porque mis palabras caen al vacío, mi muerte en cruz ha sido inútil para muchos de mis hijos.

En el huerto de los Sagrarios me encontrareis, me dejaré ver por los ojos del alma, me haré sentir, podréis palparme con el tacto de vuestro espíritu.

En el huerto de los sagrarios os espero para que elevéis plegarias hacia el cielo y pidáis por la conversión del mundo entero.

Si vuestros ojos espirituales se abriesen en plenitud, veríais a vuestro alrededor sombras, densas tinieblas que cubren la tierra, porque el pecado está llevando a las profundidades del averno a muchísimas almas. El pecado hace que mi copa rebose en justa cólera. Acoged con prontitud, con humildad de corazón el Apostolado de Reparación y juntos debilitemos a satanás, juntos encadenémoslo para que no haga más daño a muchos de mis hijos.

Os espero en el huerto de los Sagrarios para que seáis como Verónica y con el lienzo puro y blanco de vuestro corazón sequéis mis lágrimas, enjuguéis mi Divino Rostro maltratado, golpeado por el desdén de mis hijos.

Os espero en el huerto de los Sagrarios para que seáis como Juan y como mi Madre María, ellos permanecieron a mi lado al pie de mi Santa Cruz, ellos hicieron suyo mi sufrimiento, pedían misericordia por aquellas pobres almas incitadas por la furia de satanás.

Os espero en el huerto de los sagrarios para que desde allí adoréis mi Sangre Preciosa profanada, Sangre Preciosa que derramé para la redención del mundo entero.

Os espero en el huerto de los Sagrarios para haceros sentir parte de mi dolor, de mi sufrimiento.

Os espero en el huerto de los sagrarios para que con los actos de amor: “Jesús María os Amo salvad almas” arrebatéis a muchísimos de mis hijos de las garras del espíritu engañador, embaucador.

Os espero en el huerto de los Sagrarios para mostraros vuestro propio pecado, vuestra debilidad y haceros sentir mi Amor y mi perdón. Os espero en el huerto de los Sagrarios para desde la soledad de mi dulce prisión haceros libres; libres para que emprendáis la marcha, el camino; libres para que anunciéis mi Palabra a tiempo y a destiempo.

DICIEMBRE

LOS HOMBRES ME FALJELAN , ME CLAVAN CORNA DE ESPINAS…

Septiembre 25 de 2011

9:59 a.m.

Mirad mi Cuerpo desgarrado por los azotes, mirad mi Divino Rostro maltratado, golpeado. Los hombres me flagelan cuando ahogan en sus corazones mi voz, mi mensaje de amor.

Los hombres me flagelan, cuando prefieren caminar tras las directrices del mundo y no de mi Evangelio.

Los hombres me flagelan, cuando participan de fiestas paganas, fiestas que son puerta de entrada al abismo del cual no hay salida jamás.

Los hombres me flagelan, cuando mienten y se engañan a sí mismos.

Los hombres me flagelan, cuando abusan de mi misericordia divina, y a cambio de mi amor me pagan con desdén, ingratitud.

Los hombres me flagelan, cuando se hacen partícipes del pecado del aborto, almas inocentes que aún sin nacer son mártires.

Los hombres me flagelan, cuando no viven mis mandamientos, mis leyes.

Los hombres me flagelan, cuando me cambian por dioses falaces, dioses que no salvan, condenan.

Los hombres me flagelan, cuando se apropian de los bienes que no les pertenecen.

Los hombres me flagelan, cuando profanan sus cuerpos templo y morada del Espíritu Santo.

Los hombres me flagelan, cuando caen en el adulterio, en la infidelidad matrimonial.

Los hombres me flagelan, cuando dicen asistir a la Eucaristía por rutina, por costumbre.

Los hombres me flagelan cuando se destrozan a sí mismos, cuando se hacen lobo para el mismo hombre.

Los hombres clavan sobre mi cabeza corona de espinas con sus malos pensamientos; pensamientos que les lleva a la concupiscencia, al desenfreno, a la inmoralidad.

Los hombres clavan sobe mi cabeza corona de espinas, cuando inventan leyes, leyes que desdicen mi verdad, leyes que desvirtúan la verdadera noción de pecado.

Los hombres clavan sobre mi cabeza corona de espinas, cuando se afanan por las cosas del mundo y descuidan las que sí son verdaderamente importantes para la salvación de su alma.

Los hombres clavan sobre mi cabeza corona de espinas, cuando dan cabida a la envidia, al egoísmo, a la vanagloria, al deseo desmesurado del poder, del tener.

Los hombres clavan sobre mi cabeza corona de espinas, cuando se odian a sí mismos, cuando toman en sus manos el derecho que no les pertenece de acabar con una vida.

Los hombres clavan sobre mi cabeza corona de espinas, cuando dudan de mi verdadera presencia en la Eucaristía, cuando no creen en la eficacia de los sacramentos.

Los hombres me crucifican, cuando las familias se desintegran, familias que han de ser iglesias domésticas, hogares de Nazaret.

Los hombres me crucifican, cuando denigran de mis sacerdotes en vez de orar y reparar por ellos.

Los hombres me crucifican, cuando dan rienda suelta a sus bajas pasiones.

Los hombres me crucifican, cuando se dejan absorber por la ciencia y la tecnología y pretenden encontrar, indagar mis misterios divinos, bajo argumentos y raciocinios humanos.

Los hombres me crucifican, cuando desprecian mi amor. El mundo corre a una velocidad vertiginosa, no hay tiempo para la oración, no hay tiempo para un encuentro a solas Conmigo.

Los hombres me crucifican cuando, ahogan la voz y la acción del Espíritu Santo.

Los hombres me crucifican, cuando mi Sagrada Pasión es subvalorada, Sagrada Pasión que me hizo Víctima Divina para toda la humanidad; Sagrada Pasión que me llevó a un padecimiento, a un sufrimiento acérrimo pensando en vuestra salvación, en vuestra liberación; Sagrada Pasión que me llevó a exhalar mi último suspiro pensando en todos vosotros; Sagrada Pasión en la que pagué vuestra deuda contraída por el pecado.

Ya conocéis de mi dolor, de mi sufrimiento; ya conocéis las causas por las cuales los hombres me flagelan, me coronan, me crucifican; ya conocéis los motivos por los que de nuevo místicamente se reanuda mi Sagrada Pasión.

¿Qué os queda?, conversión de corazón.

¿Qué os pido?, ser como Verónicas, llegad hacia Mí, enjugad mi Divino Rostro ensangrentado, maltratado; llegad hacia Mí, consolad mi agonizante Corazón; llegad hacia Mí para Yo, con vuestro acto de generosidad, estampar y dibujar en el sudario de vuestros corazones mi Divino Rostro.

¿Que espero de vosotros? arrepentimiento de vuestras culpas y reparación de vuestros pecados.

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