“Mi
Señor gracias por llevarnos a tu redil,
gracias
por mantenernos en él,
nunca
permitas que nos aparte Ti,
Tu
eres mi Pastor, sin Ti no se a donde ir”.
Amén.
Que así sea, que siempre
estemos acurrucados en los Brazos de nuestro Amado Pastor, que en Él descansemos, que en Él esperemos,
no hay nada de que temer, ¿porque preocuparse?,
¿si los caminos ya están
preparados por Dios?,
sólo tenemos que caminar,
confiar, abandonarnos en
su Amor,
sabiéndonos siempre protegidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario