Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios (Juan 11,145)
Con el lunes de esta última semana de la CUARESMA iniciamos nuestra tarea ordinaria allá donde Dios nos ha puesto o enviado.
Y en esta “traca final cuaresmal” nos viene muy bien, pero que muy bien, el Señor de la vida. El que supo llorar ante la muerte de su amigo Lázaro o perdonar a una mujer pecadora.
A Jesús, al contrario que a nosotros, ninguna vida le resultó insoportable. Ni tan siquiera aquellos casos y aquellas situaciones que eran llamativas.
EL SEÑOR OFRECE SU VIDA
-Frente a aquellos que por defender la ley.....olvidan el espíritu fundacional de las mismas.
-Ante aquellos que, como entonces, rigen y dictan......pero olvidan la dignidad y la defensa de los ciudadanos.
-Por aquellos que piensan que “todo vale” si la norma lo sanciona y lo permite. ¡Cuando entenderemos que lo legal...no siempre es moral, ético o lícito¡¡¡¡. Me preocupa el anuncio de una nueva ley en España que permita el aborto libre en las 14 primeras semanas de embarazo. Muchos, los defensores de esta ley, aún creerán y se pensarán que hacen algo bueno. ¡Qué pena cuando confundimos muerte con vida , derechos con antojos y modernismo con aborto!.
EL SEÑOR NOS DA LA VIDA
-Cuando la letra nos agobia y nos esclaviza.
-Cuando somos más dados a vencer y humillar con la apisonadora de capítulos legales y olvidamos la mano de la misericordia.
-Cuando brillan menos nuestros derechos y más los del prójimo
-Cuando apostamos por salir de los rincones que nos producen muerte o de las cavernas que nos llevan a olvidar que hay un Dios que es luz y salvación.
EL SEÑOR NOS LLAMA A LA VIDA
-Cuando no jugamos a jueces para convertir a los demás en reos
-Cuando no dejamos que muera en nuestro foro interno la semilla de la comprensión y de la acogida.
-Cuando no perdemos de vista que “sólo DIOS” tiene el valor objetivo de las personas y de sus actos.
-Cuando no pensamos que el “tú” es sinónimo de equivocación y el “yo” camino de perfección.
EL SEÑOR ES LA VIDA
-En la medida que intentamos releer, a su luz, nuestra propia historia personal y profesional.
-Si sabemos utilizar la “escoba de la conversión” para vaciar el corazón de tanto trasto que no deja espacio para DIOS.
-Si frente a las dos fuerzas que subyacen en nuestro interior (bien y mal) nos atrincheramos dando la cara más por la primera que por la segunda.
-Si ante la verdad reaccionamos caminando a su vera y no dinamitándola.
-Si lejos de descalificar, al que vive cerca o lejos de nosotros, tendemos puentes y reconciliación, comprensión y corazón.
Me admira en JESÚS ese interés por la persona que va más allá del mal que ésta haya podido realizar. ¡Menos mal!, entre otras cosas, porque sino… no tendríamos cabida (ni en la iglesia, ni en el grupo de sus amigos) muchos de los que intentamos marchar por los caminos de Dios.
Hoy, Jesús, como a Lázaro también nos grita: ¡VEN AFUERA!
Que seamos capaces se soltarnos de tantas vendas que no nos dejan ver y comenzar a disfrutar de lo grande que es creer y esperar en Jesús.
Javier Leoz
No hay comentarios:
Publicar un comentario