"Padre, en Tus manos encomiendo mi espíritu"

"Padre, en Tus manos encomiendo mi espíritu". Es acto de humildad el que tenemos frente al Padre como cristiano. Pero también, acto de compromiso, donde nos entregamos por entero. Quien decida asumirlo, estará cubierto de la confianza del Padre y guiado en su destino. El Padre es protector y salvador de quien se desprenda de si y acude a El. No hay porque temer al abismo, amenazas, sufrimientos y enemigos, solo sentir respaldo, ya que eres soldado del Reino de los Cielos. Vivirás en lo alto, se revelará el poder del Padre, trayendo luz y saciando hambre del alma. El Espíritu Santo hará morada en tu interior, quedarás ungido de la presencia del Padre. Que oportuno iniciar la Cuaresma con don de fe fortalecido y renovado al entregarnos al Padre, volviéndonos templo del Espíritu Santo. Date la oportunidad de recibir nuevas esperanzas que lleven a vivir la verdadera felicidad. Para conseguir esa felicidad, tienes que fortalecerte en el Sacramento de Fe y entregarte en cuerpo, mente y alma al Santo Padre,