Nos dices, Señor
Que las bienaventuranzas son
El camino de la felicidad
Y porque tú nos lo dijiste
Las aprendimos de memoria
Y las proclamamos el camino más excelente
Y el resumen de tu mensaje
Pero cuando buscamos felicidad
Probamos caminos que no son los tuyos
Nos cuesta tanto abrir los ojos
Para vernos a nosotros mismos
Nos cuesta reconocer la pobreza
Y renunciar a la autosuficiencia
Haznos seguidores tuyos, Señor
Haznos descubrir y ansiar
El derroche de vida y de gracia
De misericordia y de perdón
Que Dios prodiga a sus hijos
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