"¡Queridos hijos! También hoy los invito a
la oración. El pecado los atrae hacia las cosas terrenales, yo, por el
contrario, he venido a guiarlos hacia la santidad y hacia las cosas de
Dios; sin embargo, ustedes se resisten y desperdician sus energías en la
lucha entre el bien y el mal que están dentro de ustedes. Por eso
hijitos, oren, oren, oren hasta que la oración se convierta para ustedes
en alegría, así su vida se convertirá en un simple camino hacia Dios.
Gracias por haber respondido a mi llamado."
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