Fundador de la Comunidad de Padres Mercedarios
Nació cerca de Barcelona, España, hacia 1189 - (+1258)
A
los 15 años quedó huérfano de padre, y dueño de
grandes posesiones. La madre le colaboró en todos sus
deseos de hacer el bien y de obtener santidad.
Estando
en edad de casarse hizo una peregrinación a la Virgen
de Monserrat y allí se puso a pensar que las
vanidades del mundo pasan muy pronto y no dejan sino
insatisfacción y que en cambio lo que se hace para la
vida eterna dura para siempre. Entonces promedió a la Virgen
mantenerse puro y se le ocurrió una idea que iba a ser de
gran provecho para muchas gentes.
En aquel tiempo la cuestión social más dolorosa era la esclavitud que muchísimos cristianos sufrían de parte de los mahometanos. Estos piratas llegaban a tierras donde había cristianos y se llevaban a todos los hombres que encontraban. Las penalidades de los prisioneros cristianos en las tenebrosas cárceles de los mahometanos sobrepasaban lo imaginable. Y lo más peligroso era que muchos perdían su fe, y su moralidad se dañaba por completo.
En aquel tiempo la cuestión social más dolorosa era la esclavitud que muchísimos cristianos sufrían de parte de los mahometanos. Estos piratas llegaban a tierras donde había cristianos y se llevaban a todos los hombres que encontraban. Las penalidades de los prisioneros cristianos en las tenebrosas cárceles de los mahometanos sobrepasaban lo imaginable. Y lo más peligroso era que muchos perdían su fe, y su moralidad se dañaba por completo.
Esto
fue lo que movió a Pedro Nolasco a gastar su gran
fortuna en libertar al mayor número posible de
esclavos cristianos. Cuando se le presentaba la ocasión de
gastar una buena cantidad de dinero en obtener la libertad de
algún cautivo recordaba aquella frase de Jesús en el
evangelio: "No almacenen su fortuna en esta tierra donde
los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la
corroe. Almacenen su fortuna en el cielo, donde no
hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido
que las dañe". (Mt. 6,20) Y este pensamiento lo movía
a ser muy generoso en gastar su dinero en ayudar a
los necesitados.
Y
sucedió que, según dicen las antiguas narraciones,
que una noche (agosto de 1218) se apareció la Sma.
Virgen a San Pedro Nolasco y al rey Jaime de Aragón (que
era amiguísimo de nuestro santo) y les recomendó que
fundaran una Comunidad de religiosos dedicados a libertar
cristianos que estuvieran esclavos de los mahometanos.
Consultaron
al director espiritual de juntos, que era San
Raimundo de Peñafort, y éste los llevó ante el Sr.
Obispo de Barcelona, al cual le pareció muy buena la
idea y la aprobó. Entonces el militar Pedro Nolasco hizo
ante el obispo sus tres votos o juramentos. de castidad,
pobreza y obediencia, y añadió un cuarto juramento o voto:
el de dedicar toda su vida a tratar de libertar cristianos
que estuvieran siendo esclavos de los mahometanos.
Este cuarto voto o juramento lo hacían después todos
sus religiosos.
Los antiguos dicen que la Virgen les recomendó:
Fundad una asociación con hábito blanco y puro que sea defensa y muro de la cristiana nación.
San
Raimundo predicó con gran entusiasmo en favor de esta
nueva Comunidad y fueron muchos los hombres de buena
voluntad que llegaron a hacerse religiosos. El vestido
que usaban era una túnica blanca y una cruz grande en
el pecho. San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General de
la Congregación y el Papa Gregorio Nono aprobó esta nueva
Comunidad.
San
Pedro Nolasco ayudó al rey Don Jaime a conquistar
para los cristianos la ciudad de Valencia que estaba
en poder de los mahometanos, y el rey, en
agradecimiento, fundó en esa ciudad varias casas de la
Comunidad de los Mercedarios.
El
rey Jaime decía que si había logrado conquistar la
ciudad de Valencia, ello se debía a las oraciones de
Pedro Nolasco. Y cada vez que obtenía algún resonante
truinfo lo atribuía a las oraciones de este santo.
San
Pedro hizo viajes por muchos sitios donde los
mahometanos tenían prisioneros cristianos, para
conseguir su libertad. Y viajó hasta Argelia, que era un
reino dominado por los enemigos de nuestra santa religión.
Allá lo hicieron prisionero pero logró conseguir su
libertad.
Como
había sido un buen comerciante, organizó técnicamente
por muchas ciudades las colectas en favor de los
esclavos y con esto obtuvo abundante dinero con los
cuales logró la libertad de muchísimos creyentes.
Poco
antes de morir repitió las palabras del Salmo 76:
"Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a
los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que
estaban cautivos y esclavizados". Tenía 77 años de
edad.
Por
su intercesión se obraron muchos milagros y el Sumo
Pontífice lo declaró santo en 1628. La Comunidad
fundada por él se dedica ahora a ayudar a los que
están encarcelados. Es un apostolado maravilloso.
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Fuente: ewtn.com
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