DÉCIMO NOVENO DÍA
«Para llegar a ser un
hijo de mi triunfo, se necesita una
metamorfosis del
corazón; esto requiere una gracia extraordinaria en
el alma, una unión de
naturaleza divina. La batalla está revelada ya,
ahora todos deben
escoger de qué lado van a escoger su alianza; no
existe un área
neutral, si no me permites poseer tu corazón te prometo
que Satanás no
permitirá que se quede dormido, y el lo poseerá en el
momento en que éste se
me niegue.
Te digo que es verdad
que mi triunfo traerá futuras consecuencias
sobre el mundo; el
mundo necesita hoy más que nunca de la oración
para alcanzar la
unidad, no de las manos, sino de los corazones; es
necesario que cada
hijo comprometido en este plan divino una su corazón
al mío, solo así se
unirán todos los esfuerzos.
Recuerda que el
orgullo es el mayor adversario del hombre, es
la semilla de la
discordia y de la ilusión; el tiempo es tan crítico ahora,
que yo no puedo
expresarte la importancia de tus sinceros esfuerzos
en estos días».
Agosto 21 de 1993
Guía: Nuestra perfección consiste en ser
moldeados, unidos y
consagrados a Jesús;
para hacer esto, debemos buscar la manera de
cumplir con estos
requisitos. Si deseamos ser consagrados total y
completamente en unión
con Jesús, debemos seguir el camino hacia
Él, diseñado para este
propósito especifico.
Si el alma de Nuestra
Señora es la que estaba más en
conformidad con Jesús,
no hay nada más natural que llegar por medio
de Ella a una profunda
conformidad por Dios. La ruta para llegar a esta
perfecta unión es por
medio de la consagración; mientras más unidos
estemos con Ella, más
profunda será nuestra unión con su Hijo, de
modo que la perfecta
consagración a Dios sólo es completa por medio
de nuestra
consagración al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora.
Dirección: Nosotros debemos sentir regocijo en nuestra
consagración por el
bien que se difundirá a todos en pro del triunfo de
Nuestra Señora.
Debemos reconocer: ¿cuándo nos hemos extraviado
de la caridad ejemplar
de Nuestra Señora?, ¿hemos sufrido más por
los demás que por
nosotros mismos?, ¿tenemos envidia del éxito de
los demás creyéndolos
desmerecedores, tal vez porque lo consideramos
un obstáculo para
nuestro propio avance?; la consagración a Nuestra
Señora nos ayuda a
avanzar en caridad hacia el bien de los demás.
El triunfo vendrá
cuando busquemos el ejemplo de Nuestra
Señora dentro del
mundo; sin embargo, satanás vendrá a apartarnos
de este santo intento;
por esto, debemos fortalecernos cada día más,
para sentir siempre el
fervor que experimentaremos al momento de la
penetración del
Espíritu Santo en nuestras almas, de acuerdo a la
promesa de Nuestra
Señora al pronunciar nuestro FIAT.
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a
permanecer siempre
como en el momento de mi consagración y que
busque siempre dar el
amor de Dios por medio de la caridad a todo los
que yo encuentre;
deseo no ver las faltas que satanás exagera en los
demás, que todos sean
para mí como tus hijos queridos, así como tú
has hecho conmigo.
Destierra de mi alma
el pecado del orgullo, que no me deje llevar
por ilusiones y
engaños creados por Satanás; deseo buscar el corazón
de cada persona para
que con nuestras obras juntemos nuestros
corazones por el bien
de tu triunfo.
Madre querida; tu
triunfo, es una gracia de amor y unidad movida
por la acción de
Espíritu Santo para crear una metamorfosis dentro de
mi corazón; Virgen
Santa, posee mi corazón para que no caiga en las
garras de Satanás.
«En realidad,
Dios no está lejos de
cada uno de nosotros,
pues en Él vivimos,
nos movemos y existimos»
(Hechos 17:28)
ORACIONES DIARIAS
Las siguientes
oraciones «deben ser recitadas
antes o después de la
meditación de cada día,
según el texto de cada
uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía
en su mano izquierda una coronilla rosada
y dorada y rezaba con
la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones
muy despacio y
reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta
coronilla Nuestra Señora hace una promesa,
la promesa de la
perseverancia en la oración para el crecimiento de las
virtudes: la siembra
de las semillas de santidad por las cuales la
gracia será cultivada.
Esta coronilla contiene todas las virtudes que
Nuestra Señora desea
encontrar en nuestras almas. Las gracias
contenidas en esta
coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras
almas para lograr
estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma
vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos:
estas oraciones son para obtener las
virtudes. Se empieza
con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi
Corazón Inmaculado y
después el Ángelus. Posteriormente se reza la
virtud seguida por el
Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al
Espíritu Santo.
Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan
las siete virtudes:
Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia,
Perseverancia y
Obediencia.
Octubre, 1 de 1.992
EL CREDO
Creo en Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo
el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió
a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a
las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh
Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial
afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi
corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre
de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión
vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor
anunció a María.
R. Y Ella concibió por
obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava
del Señor.
R. Hágase en mí según
tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo
carne.
R. Y habitó entre
nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos
dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor
tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido
por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos
llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la
Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de
Perseverancia
7.Virtud de la
Obediencia
Con cada una de las
virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu
Santo
Oración al Espíritu
Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que
son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer
las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que
yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense,
diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma
mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona
de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre
consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí
para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada
día».
Marzo 19 de 1993
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta
oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones
estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu
Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo
del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el
reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción
para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras
vidas.
«Mis queridos
hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a
ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos
unidad y gloria a Su Nombre.»
Junio 6 de 1992
Espíritu de Cristo:
despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo:
lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame
a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi
alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario