domingo, 9 de diciembre de 2012

9 DE DICIEMBRE, DÉCIMO NOVENO DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMCULADO CORAZÓN DE MARÍA

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DÉCIMO NOVENO DÍA
«Para llegar a ser un hijo de mi triunfo, se necesita una
metamorfosis del corazón; esto requiere una gracia extraordinaria en
el alma, una unión de naturaleza divina. La batalla está revelada ya,
ahora todos deben escoger de qué lado van a escoger su alianza; no
existe un área neutral, si no me permites poseer tu corazón te prometo
que Satanás no permitirá que se quede dormido, y el lo poseerá en el
momento en que éste se me niegue.
Te digo que es verdad que mi triunfo traerá futuras consecuencias
sobre el mundo; el mundo necesita hoy más que nunca de la oración
para alcanzar la unidad, no de las manos, sino de los corazones; es
necesario que cada hijo comprometido en este plan divino una su corazón
al mío, solo así se unirán todos los esfuerzos.
Recuerda que el orgullo es el mayor adversario del hombre, es
la semilla de la discordia y de la ilusión; el tiempo es tan crítico ahora,
que yo no puedo expresarte la importancia de tus sinceros esfuerzos
en estos días».
Agosto 21 de 1993
Guía: Nuestra perfección consiste en ser moldeados, unidos y
consagrados a Jesús; para hacer esto, debemos buscar la manera de
cumplir con estos requisitos. Si deseamos ser consagrados total y
completamente en unión con Jesús, debemos seguir el camino hacia
Él, diseñado para este propósito especifico.
Si el alma de Nuestra Señora es la que estaba más en
conformidad con Jesús, no hay nada más natural que llegar por medio
de Ella a una profunda conformidad por Dios. La ruta para llegar a esta
perfecta unión es por medio de la consagración; mientras más unidos
estemos con Ella, más profunda será nuestra unión con su Hijo, de
modo que la perfecta consagración a Dios sólo es completa por medio
de nuestra consagración al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora.
Dirección: Nosotros debemos sentir regocijo en nuestra
consagración por el bien que se difundirá a todos en pro del triunfo de
Nuestra Señora. Debemos reconocer: ¿cuándo nos hemos extraviado
de la caridad ejemplar de Nuestra Señora?, ¿hemos sufrido más por
los demás que por nosotros mismos?, ¿tenemos envidia del éxito de
los demás creyéndolos desmerecedores, tal vez porque lo consideramos
un obstáculo para nuestro propio avance?; la consagración a Nuestra
Señora nos ayuda a avanzar en caridad hacia el bien de los demás.
El triunfo vendrá cuando busquemos el ejemplo de Nuestra
Señora dentro del mundo; sin embargo, satanás vendrá a apartarnos
de este santo intento; por esto, debemos fortalecernos cada día más,
para sentir siempre el fervor que experimentaremos al momento de la
penetración del Espíritu Santo en nuestras almas, de acuerdo a la
promesa de Nuestra Señora al pronunciar nuestro FIAT.
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, ayúdame a
permanecer siempre como en el momento de mi consagración y que
busque siempre dar el amor de Dios por medio de la caridad a todo los
que yo encuentre; deseo no ver las faltas que satanás exagera en los
demás, que todos sean para mí como tus hijos queridos, así como tú
has hecho conmigo.
Destierra de mi alma el pecado del orgullo, que no me deje llevar
por ilusiones y engaños creados por Satanás; deseo buscar el corazón
de cada persona para que con nuestras obras juntemos nuestros
corazones por el bien de tu triunfo.
Madre querida; tu triunfo, es una gracia de amor y unidad movida
por la acción de Espíritu Santo para crear una metamorfosis dentro de
mi corazón; Virgen Santa, posee mi corazón para que no caiga en las
garras de Satanás.
«En realidad,
Dios no está lejos de cada uno de nosotros,
pues en Él vivimos, nos movemos y existimos»
(Hechos 17:28)
ORACIONES DIARIAS
Las siguientes oraciones «deben ser recitadas
antes o después de la meditación de cada día,
según el texto de cada uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada
y dorada y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones
muy despacio y reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace una promesa,
la promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las
virtudes: la siembra de las semillas de santidad por las cuales la
gracia será cultivada. Esta coronilla contiene todas las virtudes que
Nuestra Señora desea encontrar en nuestras almas. Las gracias
contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras
almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las
virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi
Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la
virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al
Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan
las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia,
Perseverancia y Obediencia.
Octubre, 1 de 1.992
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén

CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».
Marzo 19 de 1993
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras vidas.
«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre
Junio 6 de 1992
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén

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