DÉCIMO OCTAVO DÍA
«El centro de mi
misión es traer todos los corazones a un estado
de unidad; unidad es
ser UN corazón, tener la mente puesta solamente
en la imitación de mi
Inmaculado Corazón, este es el camino a la
santidad que mi Jesús
perfeccionó en mí. Vengo a traerles todo lo que
fue creado en mí y
todo lo que yo aprendí; amen sólo lo que es santo y
bueno y no sucumban
ante la idea de pecar.
Les digo que para
alcanzar la más profunda paz y el amor de
Dios, hay que dar la
vida por la luz de esta misión; la unidad es el
Espíritu de mi triunfo
y la luz de mi misión es la paz, el cumplimiento
de este plan de gracia
divina está en la conversión de los corazones y
ésta es la respuesta
que yo les pido».
Agosto 10 de 1993
Guía: Jesús escogió a Nuestra Señora como
compañera
inseparable de su
vida, de su muerte y de su poder en el Cielo y sobre
la tierra; según su
majestad, Él le dio a Ella por medio de la gracia
todos los derechos y
privilegios del Reino. Por medio de esta unión
celestial y por su
puesto en la Trinidad, Jesús concede a Nuestra Señora
las gracias divinas de
compartir completamente todo lo de Él y en
igual medida, este es
el objeto de la Inmaculada Concepción.
Dirección: Busca alegría en tu consagración; cuando te
humillen
y te traten como
último, cuando seas objeto de ridículo y tratado como
tonto, cuando seas
censurado aunque sea sin motivo no trates de
excusarte, no busques
ser excusado por otros, no pongas obstáculos
cuando otros revelen
tus faltas, cuando recibas una humillación no
busques de quien
viene; y si lo descubres, ten cuidado de no
reprochárselo y no
demuestres que lo sabes, al contrario, inclúyelo en
tus oraciones por los
demás, busca una unión humilde con Dios.
Responde con la gracia
de tu consagración a ser como uno en
la misión de Nuestra
Señora. El triunfo de su Corazón Inmaculado en
nosotros sólo se podrá
encontrar cuando tú te consideres como nada,
porque es entonces
cuando Dios llevará tu alma hasta las alturas de
una sagrada unión.
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, te pido
tu
intercesión para
obtener la gracia de la humildad para mi alma; para
que reconociendo la
grandeza de la obra de Dios en mí pueda yo
humillarme ante su
presencia. Madre querida, ayúdame en los tiempos
de persecución,
ridiculez y ofensas para que yo pueda ofrecer los
sufrimientos de mi
alma por la gracia de tu triunfo; que pueda ofrecerte
una mente ingenua para
que mi consagración sea más provechosa a
tu Inmaculado Corazón.
Ruego para que cada
sufrimiento me traiga conocimientos al
Divino plan de Dios
para su triunfo, y que el Reino del Sagrado Corazón
de tu Hijo pueda
llegar a la culminación por medio de la consagración
de cada corazón unido
a través del tuyo.
«Si os insultan por el
nombre de Cristo,
felices ustedes;
por que el Espíritu
que comunica la gloria
descansa sobre
ustedes»
(1 Pedro 4:14)
ORACIONES DIARIAS
Las siguientes
oraciones «deben ser recitadas
antes o después de la
meditación de cada día,
según el texto de cada
uno de los días»
CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía
en su mano izquierda una coronilla rosada
y dorada y rezaba con
la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones
muy despacio y
reverentemente con mucho amor.
En la oración de esta
coronilla Nuestra Señora hace una promesa,
la promesa de la
perseverancia en la oración para el crecimiento de las
virtudes: la siembra
de las semillas de santidad por las cuales la
gracia será cultivada.
Esta coronilla contiene todas las virtudes que
Nuestra Señora desea
encontrar en nuestras almas. Las gracias
contenidas en esta
coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras
almas para lograr
estos dones del Cielo. Por medio de estas siete
virtudes, nuestra alma
vuela a las manos de Dios Padre.
«Queridos míos:
estas oraciones son para obtener las
virtudes. Se empieza
con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi
Corazón Inmaculado y
después el Ángelus. Posteriormente se reza la
virtud seguida por el
Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al
Espíritu Santo.
Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan
las siete virtudes:
Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia,
Perseverancia y
Obediencia.
Octubre, 1 de 1.992
EL CREDO
Creo en Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo
el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió
a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a
las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh
Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial
afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi
corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre
de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión
vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor
anunció a María.
R. Y Ella concibió por
obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava
del Señor.
R. Hágase en mí según
tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo
carne.
R. Y habitó entre
nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos
dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor
tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido
por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos
llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la
Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de
Perseverancia
7.Virtud de la
Obediencia
Con cada una de las
virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu
Santo
Oración al Espíritu
Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que
son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer
las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que
yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense,
diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma
mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona
de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre
consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí
para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada
día».
Marzo 19 de 1993
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta
oración dada por Nuestra Señora que
nuestros corazones
estén abiertos para reconocer y aceptar los
obsequios del Espíritu
Santo, y así avancemos confiadamente en esta
batalla por el triunfo
del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
transformarnos en el
reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
será una atracción
para todos, para que su gloria sea magnificada a
través de nuestras
vidas.
«Mis queridos
hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
Jesús. Yo les doy a
ustedes una gran bendición de Dios. El desea
crear en sus hijos
unidad y gloria a Su Nombre.»
Junio 6 de 1992
Espíritu de Cristo:
despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo:
lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame
a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi
alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén
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