Quiero besar tus pies llagados
postrado ante Ti y arrepentido,
besar los pies que están heridos
por causa de mis males y pecados.
Y por eso ante tu imagen me arrodillo
con el corazón dolorido y apenado,
quiero dejarlo en el tuyo recostado,
en tu misericordia divina sumergido.
Para ser fuente de perdón sé que has venido
y la fuente se abre en tu costado,
en él puedo beber el vino derramado
que en un exceso de Amor hiciste mío.
Hoy te doy gracias por haberme rescatado
de la angustia de estar lejos de tu nido.
Tú me vendaste cuando estaba herido
y dejaste mi corazón enamorado.
Sellaste con el óleo de tus dedos
lo que el corazón ya había perdonado,
me dejaste en tu Amor reconciliado
y tu bendición fue mi consuelo.
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