martes, 6 de noviembre de 2012

LOS PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO Catecismo Mayor de San Pío X


Todo el que hubiere hablado contra el Hijo del Hombre será perdonado. Si, no obstante, habla contra el Espíritu Santo, no alcanzará perdón ni en este siglo ni en el venidero. (Mt. 12, 32)

Además de los pecados mortales (pecados graves) y de los pecados veniales (pecados leves), hay otro calificativo de pecados justamente por ser pecados especiales y con un alcance de malicia diferenciado… trataré más abajo ese calificativo diferenciado.

Los pecados mortales (que son los pecados más graves) nos apartan de Dios y nos llevan al infierno. Es solamente a través de una buena confesión, que podemos ser perdonados. Para hacer una buena confesión es necesario tener fé en que el padre, tiene el poder de absolverte (poder éste dado por el mismo Jesucristo: Aquellos a quien les perdonaréis los pecados, les serán perdonados; aquellos a quien se los retuvieséis, les serán retenidos – San Juan 20, versículo 23) Es necesario también estar arrepentido de haber pecado y prometer nunca más hacerlo nuevamente.

Los pecados veniales (que son los pecados leves, como por ejemplo, una pequeña mentira que no perjudique a nadie, una glotonería que no traiga perjuicios serios a la salud, etc.…) también nos apartan de Dios, pero no merecemos el infierno por causa de ellos, porque son culpas leves. Si morimos con pecados veniales, iremos a pagar nuestras culpas en el Purgatorio y después iremos al Cielo. Siendo Dios purísimo, imposible que se esté en Su Divina presencia, con ninguna mancha, por menor que sea. Los pecados veniales son perdonados rezando un Acto de Contrición o con arrepentimiento practicando algún otro acto de piedad.

Pero sin embargo, por causa del alto grado de malicia que existe en algunos tipos de pecados, reciben otro tipo de calificativo. Como por ejemplo, “Pecados que gritan al Cielo y claman a Dios por venganza.” (Homicidio voluntario, por ejemplo)

Pero hoy en especial trataré de los PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO para los cuales no hay perdón.

Los pecados contra el Espíritu Santo son seis y se llaman estos pecados particularmente pecados contra el Espíritu Santo, porque se cometen por pura malicia, lo que es contrario a la bondad que se atribuye al Espíritu Santo (Tercer Catecismo de la Doctrina Cristiana de San Pío X):

1° Desesperanza de la salvación:

Ocurre cuando la persona ha pecado tanto que entra en desesperación encontrando que no hay más salvación para ella. Queda convencida de que no hay solución y que su destino es el infierno.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE CREE QUE NO VALE LA PENA Y QUE ESTA DEFINITIVAMENTE CONDENADA.

2° Presunción de la salvación sin merecimiento:

Ocurre cuando la persona se haya tan virtuosa que piensa que ya está en el Cielo y por eso por más que haya hecho algún pecado, Dios la perdonará. Implica un sentimiento de orgullo hallando que esta salvada por lo que ya hizo en la vida. NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE LO HALLA INNECESARIO; CREE QUE YA ESTA SALVADA.

3° Negar la verdad conocida como tal:

Ocurre cuando la persona se juzga “dueña de la verdad” y por eso no cree las verdades de fe por puro orgullo.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE HALLA QUE ESTA CORRECTA Y QUE NO HAY NADA QUE CONFESAR. NI CONSIDERA EL PECADO DE DUDA DE LAS VERDADES DE LA FÉ, O ASÍ MISMO, NEGAR LAS VERDADES DE LA FÉ. LA PERSONA ENCUENTRA QUE ESTA CORRECTA Y QUE ESA CERTEZA ES ABSOLUTA. CONSIDERA QUE SABE MAS QUE LA MISMA IGLESIA Y CON ESO NIEGA QUE EL ESPÍRITU SANTO AUXILIA AL SAGRADO MAGISTERIO DE LA IGLESIA.

4° La envidia de la gracia fraterna:

Ocurre cuando las personas tienen envidia de la gracia que Dios da a otro. Es envidioso se enoja porque su prójimo alcanzó algo bueno y por eso se rebela contra Dios. Es el caso de Caín y Abel. Caín mató a Abel por envidia.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA, PORQUE SE REVELA CONTRA DIOS Y NO TIENE ARREPENTIMIENTO EN SU CORAZON.

5° La obstinación en el pecado:

Es quien peca no por debilidad, sino por malicia. Peca no simplemente porque tuvo una tentación, sino porque AMA pecar.
AHORA, SI AMA PECAR, NO SE CONFIESA, PORQUE QUIERE CONTINUAR EN EL PECADO.

6° La impenitencia final:

No es difícil de entender este pecado, pues una persona que viene pecando la vida entera, al final de su existencia continúa siendo impenitente y no arrepintiéndose de todo lo que hizo de malo. Es el supremo y final rechazo a Dios. Aunque estando al final de la vida y sabiendo que va a morir, la persona no quiere cambiar de vida. ESTA NO SE CONFIESA PORQUE RECHAZA A DIOS HASTA EN ESTA HORA EXTREMA.

CONSIDERACIONES FINALES: Como se puede ver, lo pecados contra el Espíritu Santo son pecados de pura maldad, no de debilidad, o sea, la voluntad de la persona está endurecida de tal forma que ella JAMAS SE CONFESARÁ porque NO SE QUIERE CONFESAR. Dios da a todos la oportunidad de salvarse y de ir al Cielo, pero, quien peca contra el Espíritu Santo, no quiere salir de la situación en que se encuentra, entonces Dios no puede salvar a quien no se quiere salvar y por eso mismo no tiene perdón.

LO QUE DIFERENCIA LOS PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO DE OTROS PECADOS ES LA VOLUNTAD DE LA PERSONA, NO EL ACTO EN SÍ…O SEA, ES LA VOLUNTAD LA QUE HACE QUE LA PERSONA NO QUIERA CAMBIAR DE VIDA. Por eso se peca contra el Espíritu Santo por un acto de pura malicia, no por mera debilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario