Su fiesta fue instituida por el Papa san Pío V el 7 de Octubre, aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval de Lepanto
(1571), atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del
rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a
meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que
estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y
la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.
Historia del RosarioDesde el principio de la Iglesia, los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos. Mas
tarde, en muchos de los monasterios se rezan los 150 salmos cada día.
Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus
posibilidades imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la
costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los
salmos, las Ave Marias. Los misioneros de Irlanda mas tarde propagaron
la costumbre en Europa y hubieron varios desarrollos con el tiempo.
Santo Domingo busca las ovejas perdidas
La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo
de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para
convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense.
Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El
bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como
consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo
es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por
consiguiente, Jesús no es Dios.
También
negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios.
Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y
creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe,
que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían
factores políticos envueltos.
Domingo
trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su
predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos.
Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos,
los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden
religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se
encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima
Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora
que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.
La Virgen acude en ayuda de Santo Domingo de Guzmán
La
Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y
le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el
mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían
abundantes gracias.
Domingo
salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente,
lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la
fe católica.
Lamentablemente
la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con
la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de
Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de
Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo
rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret.
De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y
el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó
la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.
Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario
Un
creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y,
con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de
Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban,
enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden
crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la
gloria de Dios y de la Virgen.
El
rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos.
Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe
y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que
se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros
logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto.
Domingo referentes al rosario.
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida. 2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario. 3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías. 4.
El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la
misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del
mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y
eternas. 5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá. 6.
El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados
misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte
desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es
justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna. 7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos. 8.
Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la
plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados. 9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario. 10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular. 11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente. 12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario. 13.
He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos
tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de
la corte celestial. 14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús. 15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.
Europa
y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción.
Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero,
humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes
se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya
habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del
Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era
perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis
desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la
reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán.
Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga
y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos,
Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la
península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable
ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se
comienza a propagar en el nuevo continente!
La batalla de Lepanto>>> En
la época del Papa Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el
Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los
reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta
del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero se le hizo poco caso. El
17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. Por fin
en 1571 se estableció una liga para la defensa de Europa. El 7 de
octubre de 1571se encontraron las flotas cristianas y musulmanas en el
Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota
cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia,
Génova y España y comandada por Don Juan de Austria, entró en batalla
contra un enemigo muy superior en tamaño. Se jugaba el todo por el todo.
Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el santo rosario con
devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero,
al final, los cristianos resultaron victoriosos.
En
Roma, el Papa se hallaba recitando el rosario en tanto se había logrado
la decisiva y milagrosa victoria para los cristianos. El poder de los
turcos en el mar se había disuelto para siempre. El Papa salió de su
capilla y, guiado por una inspiración, anunció con mucha calma que la
Santísima Virgen había otorgado la victoria. Semanas mas tarde llegó el
mensaje de la victoria de parte de Don Juan, quién. desde un principio,
le atribuyó el triunfo de su flota a la poderosa intercesión de Nuestra
Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V
instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió la fiesta a la Nuestra Señora del Rosario.
Los
turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente,
invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes
territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las
tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad toda
Europa se hacia muy vulnerable. El emperador puso su esperanza en
Nuestra Señora del Rosario. Hubo gran lucha y derramamiento de sangre y
la ciudad parecía perdida. El alivio llegó el día de la fiesta del
Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de
Polonia, conduciendo un ejército de rescate, derrotó a los turcos.
La batalla de Temesvar El
Príncipe Eugenio de Saboya derrotó en Temesvar (en la Rumania moderna) a
un ejercito turco dos veces mas grande que el suyo, el 5 de agosto de
1716, que en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves.
El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a
Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta
del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.
Excelencia del Rosario
A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.
Dijo
Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo
maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida
familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente
los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del
rosario en familia.
El Papa dominico, San Pío V
(1566 - 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo
rosario. Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han
propagado con profunda convicción y confianza.
Su Santidad León XIII escribió
doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario
en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título
de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo
esto mereció el título de "El Papa del Rosario"
Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.
Su Santidad Juan Pablo II nos insiste en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar.
No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está
en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria
vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el
Señor Rey del Universo: Jesucristo.
Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton,
quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a
nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College,
Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de
gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma
maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: "La
familia que reza unida, permanece unida".
Recomendado por la Virgen en diversas apariciones A
la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y
de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede
rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a
la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario
en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".
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