Bautizado en la muerte de Cristo
V Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V Señor, envía tu Espíritu, y todo será creado
R Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
La Biblia: ¿O es que ignoran que cuantos fuimos bautizados en Cristo
Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepulta-
dos por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue
resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así
también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si hemos hecho una
misma cosa con Él por una muerte semejante a la suya, también lo se-
remos por una resurrección semejante; sabiendo que nuestro hombre
viejo fue crucificado con Él, a fin de que fuera destruido este cuerpo de
pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado. Pues el que está muer-
to, queda librado del pecado. Y si hemos muerto con Cristo, creemos
que también viviremos con Él, sabiendo que Cristo, una vez resucitado
de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya se-
ñorío sobre Él. Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siem-
pre; más su vida, es un vivir para Dios. Así también ustedes, considéren-
se como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
(Romanos 6, 3-11)
San Luis María: “Los hombres hacen voto en el bautismo –dice Santo
Tomás- de renunciar al diablo y a sus pompas”. Y “este voto – había
dicho San Agustín- es el mayor y más Indispensable”. Lo mismo afir-
man los canonistas: “El voto principal es el que hacemos en el bau-
tismo”. Sin embargo, ¿Quién cumple este voto tan importante?
¿Quién observa con fidelidad las promesas del santo bautismo?
¿No traicionan casi todos los cristianos la fe prometida a Jesucristo
en el bautismo?
¿De dónde proviene este desconcierto universal?
¿No es, acaso, del olvido en que se vive de las promesas y compro-
misos del santo bautismo y de que casi nadie ratifica por sí mismo
el contrato de alianza hecho con Dios por sus padrinos?
(Verdadera Devoción # 127)
Pregunta: ¿Cuál es el voto que hacemos en el bautismo? ¿Estás
consciente diariamente de la importancia de cumplir este com-
promiso tan grande?. En tu vida, ¿tienes dificultad para ser fiel
a tus compromisos o tienes miedo de un compromiso permanente?
Oh Jesús, que vives en María
ven a vivir en nosotros, tus siervos,
con tu Espíritu de santidad,
con la plenitud de tus dones,
con la perfección de tus caminos,
con la realidad de tus virtudes,
con la comunión de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo,
por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre.
Amén
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestra asistencia reclamado vuestro socorro
haya sido abandonado por Vos.
Animado con esta confianza, Vos también acudo
¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a aparecer ante vuestra presencia soberana.
No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas,
antes bien inclinad a ellas vuestros oídos
y dignaos atenderlas favorablemente.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario