Santo Domingo:
Llegó el momento que solo le quedaba lo que mas preciaba, sus libros. Entonces pensó:
"¿Cómo podré yo seguir estudiando en pieles muertas (pergaminos), cuando hermanos míos en carne viva se mueren de hambre?".
Santo Domingo de Guzmán.
Todos los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente.
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