Bienaventurados sois, oh Santos Joaquín y Ana, por habernos
dado aquella niña benditísima, que alcanzó la más alta
dignidad que puede tener criatura, pues vino a ser Madre del
mismo Dios hecho hombre, y a tener en sus entrañas al que
tiene colgado de tres dedos el universo; y vosotros después de
ella sois gloriosísimos, pues sois padre de la ...Madre de Dios
porque engendrasteis por gracia y por don sobrenatural a la
que nos dio a Jesucristo fuente de gracia y Salvador del mundo.
¡Oh cuan ricamente adornó con todas las virtudes vuestras
almas el Señor, para haceros tan señalada merced! Pues por
estas mismas gracias que recibisteis, y por aquella soberana
Princesa que disteis al mundo, os suplicamos que nos seáis
abogados piadosos para con vuestra hija y con su Hijo Jesucristo,
y nos alcancéis al amparo de la Madre y la bendición del Hijo, y
perseverancia en la virtud y buena muerte, para gozar con ellos y
de vos en los siglos de los siglos. Amén.
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