jueves, 8 de noviembre de 2012

BENDICIÓN DE MI HOGAR


Dios Todopoderoso, bendice nuestro hogar con tu amor. Que seamos familia unida en Ti. La Virgen María y tus Angeles protejan a cada miembro de los que aquí habitamos, y a los que nos visitan.
Aleja al maligno, a personas negativas que quieran hacernos daño, y a los desastres de la naturaleza. Envía a tu Arcángel San Miguel para que nos cubra con su alas y nos mantenga con salud integral. Que Tú siempre seas el primero en nuestras vidas. Amén

Adoración al Santísimo Sacramento del Altar


Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad.
Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado.
Gracias, Dios mío, por Tu inconmensurable compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo darte en retribución de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi miseria.
Estoy delante Tuyo, Espíritu de Amor, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi consagración y entregarte mi homenaje de alabanza y adoración.
Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón innumerables gracias para mí y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos.
Permite, oh Jesús, que estas horas sean verdaderamente horas de intimidad, horas de amor en las cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazón divino me tiene reservadas.
Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, me uno a Ti y te suplico me hagas partícipe de los sentimientos de Tu Corazón Inmaculado.
¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


Con el velo del Santísimo Sacramento
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos,
ni de sus enemigos vencidos.
por la flor en que nació,
por la cruz en que murió,
hablen y se defiendan
y ablanden los corazones
que estén en su contra.

¡Oh! Jesús sacramentado,
si enemigos ven venir,
la llaga de tu costado
siempre los ha de cubrir.
con el velo de Maria Santísima
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos,
ni de sus enemigos vencidos.

El poder de Dios les valga,
la fuerza de la fe,
la pureza de María Santísima,
y la castidad del señor San José.
Así sea.

Oraciones en forma de letanías al Santísimo Sacramento.


Señor, ten misericordia de nosotros.
!Oh Cristo! ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.

!Oh Cristo! óyenos.
!Oh Cristo! escúchanos.

Sénos propicio, escúchanos Señor.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, un sólo Dios, ten misericordia de nosotros.
Pan vivo que bajaste del Cielo, ten misericordia de nosotros.
Dios escondido y Salvador, ten misericordia de nosotros.
Comida de los escogidos, ten misericordia de nosotros.
Vino que engendras vírgenes, ten misericordia de nosotros.
Pan substancioso y de los reyes regalo, ten misericordia de nosotros.
Sacrificio continuo, ten misericordia de nosotros.
Ofrenda pura, ten misericordia de nosotros.
Cordero sin mancha, ten misericordia de nosotros.
Mesa purísima, ten misericordia de nosotros.
Comida de los ángeles, ten misericordia de nosotros.
Maná escondido, ten misericordia de nosotros.
Memorial de las maravillas de Dios, ten misericordia de nosotros.
Pan sobresubstancial, ten misericordia de nosotros.
Verbo hecho carne, ten misericordia de nosotros.
Dios con nosotros, ten misericordia de nosotros.
Hostia Santa, ten misericordia de nosotros.
Cáliz de Bendición, ten misericordia de nosotros.
Misterio de fe, ten misericordia de nosotros.
Pre-excelso y Venerable Sacramento, ten misericordia de nosotros.
Sacrificio, el más santo de todos, ten misericordia de nosotros.
Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos, ten misericordia de nosotros.
Remedio Celestial, con el que nos preservamos de todos los pecados, ten misericordia de nosotros.
Milagro asombroso sobre todos los milagros, ten misericordia de nosotros.
Memoria Sacratísima de la Pasión del Señor, ten misericordia de nosotros.
Don que excedes a toda riqueza, ten misericordia de nosotros.
Memorial principal del amor divino, ten misericordia de nosotros.
Abundancia de liberalidad Divina, ten misericordia de nosotros.
Sacrosanto y augustísimo misterio, ten misericordia de nosotros.
Medicamento de inmortalidad, ten misericordia de nosotros.
Sacramento vivífico digno de todo respeto, ten misericordia de nosotros.
Pan hecho carne por el Todopoderoso, ten misericordia de nosotros.
Sacrificio incruento, ten misericordia de nosotros.
Comida y convidado, ten misericordia de nosotros.
Convite dulcísimo en el que sirven los ángeles, ten misericordia de nosotros.
Sacramento de piedad, ten misericordia de nosotros.
Vínculo de caridad, ten misericordia de nosotros.
Oferente y ofrecido, ten misericordia de nosotros.
Espiritual dulzura, gustada en la misma fuente, ten misericordia de nosotros.
Sustento de las almas Santas, ten misericordia de nosotros.
Viático de los que mueren en el Señor, ten misericordia de nosotros.
Prenda de la Gloria que esperamos, ten misericordia de nosotros.

De la Comunión sacrílega, líbranos, Señor.
De la concupiscencia de la carne, líbranos, Señor.
Del deseo desordenado de los ojos, líbranos Señor.
De las soberbia de la vida, líbranos, Señor.
De toda ocasión de pecar, líbranos , Señor.

Por las cinco llagas de tu Cuerpo Sacratísimo, que por nosotros recibiste, te rogamos, óyenos.
Por aquel Memorial con que deseaste comer la Pascua con tus discípulos, te rogamos, óyenos.
Por la encendida caridad con que instituiste este Divino Sacramento, te rogamos, óyenos.
Por tu Sangre Preciosa, que nos dejaste en el altar, te rogamos, óyenos.
Nosotros pecadores, te rogamos óyenos.
Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción de este admirable Sacramento, te rogamos óyenos.
Que te dignes guiarnos por la verdadera confesión de los pecados, a la frecuente Comunión, te rogamos, óyenos.
Que te dignes librarnos de toda herejía, infidelidad y ceguedad de corazón, te rogamos óyenos.
Que te dignes hacernos participantes de los frutos Preciosos y Celestiales de este Santísimo Sacramento, te rogamos óyenos.
Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de nuestra muerte con este Viático Celestial, te rogamos óyenos.
!Oh Hijo de Dios!, te rogamos óyenos.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
!Oh Cristo, óyenos!
!Oh Cristo, escúchanos!
!Señor, ten misericordia de nosotros!
!Señor, ten misericordia de nosotros!

Padre nuestro, que estás en el cielo....
V. El pan del cielo les has dado.
R. Que tiene en sí todo el deleite.
V. Bendito eres, Señor, en los Cielos.
R. Digno de las alabanzas que se te den, y de ser exaltado y glorificado en todos los siglos.
V. Señor, oye gustoso mi súplica.
R. Y llegue a tu oído mi clamor.
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu Espíritu.

Oración:
¡Oh! Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este Admirable Sacramento! Concédenos que de tal suerte veneremos los Sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra redención. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Compilado por José Gálvez Krüger

BENDITO Y ALABADO SEA POR SIEMPRE JESUS SACRAMENTADO



Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre.

Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea María Santísima la excelsa Madre de Dios.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de Maria Virgen y Madre.
Bendita sea María Santísima Madre de la Iglesia.
Bendito sea su castísimo esposo San José.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Amén

martes, 6 de noviembre de 2012

LOS PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO Catecismo Mayor de San Pío X


Todo el que hubiere hablado contra el Hijo del Hombre será perdonado. Si, no obstante, habla contra el Espíritu Santo, no alcanzará perdón ni en este siglo ni en el venidero. (Mt. 12, 32)

Además de los pecados mortales (pecados graves) y de los pecados veniales (pecados leves), hay otro calificativo de pecados justamente por ser pecados especiales y con un alcance de malicia diferenciado… trataré más abajo ese calificativo diferenciado.

Los pecados mortales (que son los pecados más graves) nos apartan de Dios y nos llevan al infierno. Es solamente a través de una buena confesión, que podemos ser perdonados. Para hacer una buena confesión es necesario tener fé en que el padre, tiene el poder de absolverte (poder éste dado por el mismo Jesucristo: Aquellos a quien les perdonaréis los pecados, les serán perdonados; aquellos a quien se los retuvieséis, les serán retenidos – San Juan 20, versículo 23) Es necesario también estar arrepentido de haber pecado y prometer nunca más hacerlo nuevamente.

Los pecados veniales (que son los pecados leves, como por ejemplo, una pequeña mentira que no perjudique a nadie, una glotonería que no traiga perjuicios serios a la salud, etc.…) también nos apartan de Dios, pero no merecemos el infierno por causa de ellos, porque son culpas leves. Si morimos con pecados veniales, iremos a pagar nuestras culpas en el Purgatorio y después iremos al Cielo. Siendo Dios purísimo, imposible que se esté en Su Divina presencia, con ninguna mancha, por menor que sea. Los pecados veniales son perdonados rezando un Acto de Contrición o con arrepentimiento practicando algún otro acto de piedad.

Pero sin embargo, por causa del alto grado de malicia que existe en algunos tipos de pecados, reciben otro tipo de calificativo. Como por ejemplo, “Pecados que gritan al Cielo y claman a Dios por venganza.” (Homicidio voluntario, por ejemplo)

Pero hoy en especial trataré de los PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO para los cuales no hay perdón.

Los pecados contra el Espíritu Santo son seis y se llaman estos pecados particularmente pecados contra el Espíritu Santo, porque se cometen por pura malicia, lo que es contrario a la bondad que se atribuye al Espíritu Santo (Tercer Catecismo de la Doctrina Cristiana de San Pío X):

1° Desesperanza de la salvación:

Ocurre cuando la persona ha pecado tanto que entra en desesperación encontrando que no hay más salvación para ella. Queda convencida de que no hay solución y que su destino es el infierno.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE CREE QUE NO VALE LA PENA Y QUE ESTA DEFINITIVAMENTE CONDENADA.

2° Presunción de la salvación sin merecimiento:

Ocurre cuando la persona se haya tan virtuosa que piensa que ya está en el Cielo y por eso por más que haya hecho algún pecado, Dios la perdonará. Implica un sentimiento de orgullo hallando que esta salvada por lo que ya hizo en la vida. NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE LO HALLA INNECESARIO; CREE QUE YA ESTA SALVADA.

3° Negar la verdad conocida como tal:

Ocurre cuando la persona se juzga “dueña de la verdad” y por eso no cree las verdades de fe por puro orgullo.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA PORQUE HALLA QUE ESTA CORRECTA Y QUE NO HAY NADA QUE CONFESAR. NI CONSIDERA EL PECADO DE DUDA DE LAS VERDADES DE LA FÉ, O ASÍ MISMO, NEGAR LAS VERDADES DE LA FÉ. LA PERSONA ENCUENTRA QUE ESTA CORRECTA Y QUE ESA CERTEZA ES ABSOLUTA. CONSIDERA QUE SABE MAS QUE LA MISMA IGLESIA Y CON ESO NIEGA QUE EL ESPÍRITU SANTO AUXILIA AL SAGRADO MAGISTERIO DE LA IGLESIA.

4° La envidia de la gracia fraterna:

Ocurre cuando las personas tienen envidia de la gracia que Dios da a otro. Es envidioso se enoja porque su prójimo alcanzó algo bueno y por eso se rebela contra Dios. Es el caso de Caín y Abel. Caín mató a Abel por envidia.
NÓTESE, QUE EN ESTE CASO LA PERSONA NO SE CONFIESA, PORQUE SE REVELA CONTRA DIOS Y NO TIENE ARREPENTIMIENTO EN SU CORAZON.

5° La obstinación en el pecado:

Es quien peca no por debilidad, sino por malicia. Peca no simplemente porque tuvo una tentación, sino porque AMA pecar.
AHORA, SI AMA PECAR, NO SE CONFIESA, PORQUE QUIERE CONTINUAR EN EL PECADO.

6° La impenitencia final:

No es difícil de entender este pecado, pues una persona que viene pecando la vida entera, al final de su existencia continúa siendo impenitente y no arrepintiéndose de todo lo que hizo de malo. Es el supremo y final rechazo a Dios. Aunque estando al final de la vida y sabiendo que va a morir, la persona no quiere cambiar de vida. ESTA NO SE CONFIESA PORQUE RECHAZA A DIOS HASTA EN ESTA HORA EXTREMA.

CONSIDERACIONES FINALES: Como se puede ver, lo pecados contra el Espíritu Santo son pecados de pura maldad, no de debilidad, o sea, la voluntad de la persona está endurecida de tal forma que ella JAMAS SE CONFESARÁ porque NO SE QUIERE CONFESAR. Dios da a todos la oportunidad de salvarse y de ir al Cielo, pero, quien peca contra el Espíritu Santo, no quiere salir de la situación en que se encuentra, entonces Dios no puede salvar a quien no se quiere salvar y por eso mismo no tiene perdón.

LO QUE DIFERENCIA LOS PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO DE OTROS PECADOS ES LA VOLUNTAD DE LA PERSONA, NO EL ACTO EN SÍ…O SEA, ES LA VOLUNTAD LA QUE HACE QUE LA PERSONA NO QUIERA CAMBIAR DE VIDA. Por eso se peca contra el Espíritu Santo por un acto de pura malicia, no por mera debilidad.