jueves, 28 de junio de 2012
A Dios lo que es de Dios: CUANDO ALGUIEN PONE A MI DISPOSICIÓN LO QUE TIENE ...
A Dios lo que es de Dios: CUANDO ALGUIEN PONE A MI DISPOSICIÓN LO QUE TIENE ...: Hijos Míos, muchos de vosotros cuando leéis estos mensajes os preocupáis porque creéis que cuando venga la tribulación vuestra débil fe ...
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón
DIA 27
DIA DE ESPERANZA
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Al palpar la bondad y misericordia del Señor, nuestra esperanza debe ser inconmovible.
El Corazón de Jesús siempre está dispuesto a perdonar, a olvidar, a levantar al caído,
a fortalecer al débil, a recompensar al justo.
Dice Jesús: “Cuanto mayor sea tu miseria, más te levantará mi poder,
te enriqueceré con mis dones.
Si eres un abismo de miseria, Yo soy un abismo de Bondad y Misericordia.
No mires tu pequeñez, mira el poder de mi Corazón que te sostiene”.
Levantemos el corazón a la esperanza…
Si somos miserables, el fuego de su Corazón consume nuestras miserias;
si somos pecadores, El goza perdonando.
Dice Jesús: “Soy Yo el que os he escogido y por tanto,
estoy obligado a daros cuanto necesitáis. No temas si tu miseria es grande,
mucho mayor es mi Amor y sobre tu debilidad trabaja mi fortaleza.
Si no te atreves a acercarte a Mí, Yo me acercaré a ti”.
Cuanto más pequeña seas, más te cuidará el Señor como a hijo pequeño y enfermo…
Nuestras miserias son imán que atrae sus miradas.
Corazón de Jesús:
Sé para mí “el Reparador de mis miserias”
Sé para mí “un abismo de bondad y misericordia”
Sé para mí “refugio y fortaleza”
Corazón de mi Jesús:
“Quiero ser nada para que Tu seas todo para mí”
“Quiero ser muy pequeña para que me manejes con facilidad”
“Quiero tener un corazón vacío para que Tú lo llenes”
Práctica: Aunque te sientas pequeña, infiel, miserable,
arrójate en el Corazón de Jesús y dile con todo amor y confianza:
“En Ti sólo, en Ti confío”
DIA DE ESPERANZA
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Al palpar la bondad y misericordia del Señor, nuestra esperanza debe ser inconmovible.
El Corazón de Jesús siempre está dispuesto a perdonar, a olvidar, a levantar al caído,
a fortalecer al débil, a recompensar al justo.
Dice Jesús: “Cuanto mayor sea tu miseria, más te levantará mi poder,
te enriqueceré con mis dones.
Si eres un abismo de miseria, Yo soy un abismo de Bondad y Misericordia.
No mires tu pequeñez, mira el poder de mi Corazón que te sostiene”.
Levantemos el corazón a la esperanza…
Si somos miserables, el fuego de su Corazón consume nuestras miserias;
si somos pecadores, El goza perdonando.
Dice Jesús: “Soy Yo el que os he escogido y por tanto,
estoy obligado a daros cuanto necesitáis. No temas si tu miseria es grande,
mucho mayor es mi Amor y sobre tu debilidad trabaja mi fortaleza.
Si no te atreves a acercarte a Mí, Yo me acercaré a ti”.
Cuanto más pequeña seas, más te cuidará el Señor como a hijo pequeño y enfermo…
Nuestras miserias son imán que atrae sus miradas.
Corazón de Jesús:
Sé para mí “el Reparador de mis miserias”
Sé para mí “un abismo de bondad y misericordia”
Sé para mí “refugio y fortaleza”
Corazón de mi Jesús:
“Quiero ser nada para que Tu seas todo para mí”
“Quiero ser muy pequeña para que me manejes con facilidad”
“Quiero tener un corazón vacío para que Tú lo llenes”
Práctica: Aunque te sientas pequeña, infiel, miserable,
arrójate en el Corazón de Jesús y dile con todo amor y confianza:
“En Ti sólo, en Ti confío”
miércoles, 27 de junio de 2012
Coronilla a San Miguel Arcángel
CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL |
Si desea formar parte del GRUPO SAN MIGUEL ARCÁNGEL, CLIC AQUÍ.
(Vea al final de esta página la oración a María Reina de los Ángeles)
Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.
Promesas: A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones: Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión. Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.
En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están más alejados de Dios.
En el Nombre del Padre...
Se comienza la Corona rezando, la siguiente invocación:
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, etc.
1. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Serafines, enciende en nuestros corazones la llama de la perfecta caridad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías
2. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Querubines, dígnate darnos tu gracia para que cada día aborrezcamos más el pecado y corramos con mayor decisión por el camino de la santidad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
3. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Tronos, derrama en nuestras almas el espíritu de la verdadera humildad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
4. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Dominaciones, danos señorío sobre nuestros sentidos de modo que no nos dejemos dominar por las malas inclinaciones. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
5. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Principados, infunde en nuestro interior el espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
6. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Potestades, dígnate proteger nuestras almas contra las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
7. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Virtudes, no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
8. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Arcángeles, concédenos el don de la perseverancia en la fe y buenas obras de modo que podamos llegar a la gloria del cielo. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
9. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Ángeles, dígnate darnos la gracia de que nos custodien durante esta vida mortal y luego nos conduzcan al Paraíso. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:
*En honor a San Miguel ...... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Gabriel...... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro
*En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Gabriel...... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro
*En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro
Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales, fiel custodio de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios, admirable guía después de Jesucristo, de sobrehumana excelencia y virtud, dígnate librar de todo mal a cuantos confiadamente recurrimos a ti y haz que mediante tu incomparable protección adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.
V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.
Oremos. Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Si queremos, al final de la Coronilla a San Miguel Arcángel, podemos agregar la siguiente oración:
ORACIÓN A MARÍA
REINA DE LOS ÁNGELES
REINA DE LOS ÁNGELES
¡Oh Augusta Reina de los Cielos
y Señora de los Ángeles!
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
y Señora de los Ángeles!
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.
Historia de esta oración:
Ante el gran combate espiritual que libramos, Dios ha querido proveer por nosotros. Pero debemos rezar si deseamos su ayuda.
Escribe acerca de la Reina de los Ángeles el Venerable Luis Eduardo Cestac, fundador de la Congregación de las Siervas de María:
En 1863 un alma... sintió su mente elevada hacia la Santísima Virgen, quien le dijo que efectivamente, los demonios andaban sueltos por el mundo, y que había llegado la hora de rogarle como Reina de los Ángeles pidiéndole las legiones santas para combatir y aplastar los poderes infernales.
–"Madre mía", dijo esta alma, "¿ya que sois tan buena, no podrías enviarlas sin que os rogáramos?"
–"No", respondió la Santísima Virgen, "la oración es condición impuesta por Dios para alcanzar las gracias".
– "Entonces, Madre mía", dijo el alma "¿querrías enseñarme Vos la manera de rogaros?"
Y creyó escuchar la oración “Oh Augusta Reina...”
El señor Cestac fue el depositario de esta oración. Lo primero que hizo fue presentarla a Monseñor Lacroix, obispo de Bayona, quien le dio su aprobación. Inmediatamente mandó imprimir medio millón de ejemplares, que distribuyó gratis por todas partes.
No estará demás advertir que, durante la primera impresión, las máquinas se rompieron dos veces. La oración a la Reina de los Ángeles se extendió rápidamente y fue aprobada por muchos obispos y arzobispos.
San Pío X concedió trescientos días de indulgencia a quienes la rezaren.
(Imprimátur del Vicario General de Buenos Aires, 29 de febrero de 1912)
-“Regina Angelorum”, publicación de la Orden de María Reina, Pascua de 1978
ORACION DE FAMILIA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS EN FAVOR DE OTRAS FAMILIAS:
Corazon de Jesus Te regamos ----
Por los corazones angustiados de familias afligidas por el desempleo, la vivienda miserable,la inseguridad --
Dales el valor y la contancia de Tu corazon
Sagrado Corazon de Jesus en voz --- Confio.
Por los corazones abatidos de familias oprimidas por enfermedades penosas y sin esperaza ----
Haz que unan su dolor a la herida de Tu coazon
Sagrado Corazon de Jesus en voz --- Confio.
Por los corazones amargados de familias alejadas de Ti y de los demas ---
Que promueven, por fin, la dulzura de Tu corazon
Sagrado corazon de Jesus en voz --- Confio.
Por los corazones endurecidos de familias insesibles a las miserias e injusticias que les rodean ---
Derritelos en el calor compasivo de TU corazon
Sagrado corazon de Jesus en voz --- Confio.
Por los corazones jovenes en busca de un ideal que merezca entrega total --- Guialos hacia la vicion de Tu corazon hecho holocuasto por amor a nosotros
Sagrado corazon de Jesus en voz --- Confio.
Por todos los corazones como sea necesitados ---Haz que vean el amor en el servicio premuroso y atento que nuestras familias les otorga
Sagrado corazon de Jesus en voz --- Confio.
Amen amen amen
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón
DIA 26
DIA DE DESEOS DE REPARACION
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Todos los actos de amor, sacrificios, apostolado, reparación
que hacemos por Nuestro Señor, le proporcionan actualmente
gloria y consuelo especiales.
Dice Jesús: “Busco almas que reparen las ofensas que recibe
la Majestad Divina y mi Corazón se consume en deseos de perdonar.
Yo solo deseo perdonarlos; pero los pecadores sólo piensan en ofenderme”
¿Quedarás indiferente a esta queja amorosa del Señor?...
Quizá también tu necesitas su perdón…
Pídele su perdón y misericordia para ti…
Y para las almas.
Dice Jesús: “No pido más que tu corazón para esconderme en él
a fin de librarme de la amargura que me causan las almas…Sí,
el mundo me ofende pero se salva por la reparación de las almas escogidas.
¡Ama! porque el Amor es Reparación y la Reparación es Amor”.
Si quieres dar almas a Nuestro Señor, pon amor en todos tus actos.
Hazlo todo por amor, sufre por amor y sobre todo entrégate al amor.
Corazón de Jesús:
“Dame las gracias de tu Corazón para derramarlas sobre el mundo”
“Dame las gracias de tu Corazón para derramarlas sobre las almas
que no saben venir a buscarlas”
“Dame las gracias de tu Corazón para las almas que te desprecien”
Corazón de mi Jesús:
Que “tus llagas den a las almas luz, fuerza y amor”
Que “tus llagas obtengan misericordia y perdón a tantas almas
que irritan la cólera del Padre”
Práctica: “Pide al Señor perdón por tantas almas ingratas.
dile que estás dispuesta a consolarle y reparar con tu pequeñez
las ofensas que recibe”.
martes, 26 de junio de 2012
26 de Junio San José María Escrivá de Balaguer
San Josemaría Escrivá de Balaguer
De: Felipe de Urca. Fuente: Facebook
Medjugorje Mensaje del 25 de Junio de 2012 - 31º Aniversario
“Queridos hijos, con gran esperanza en el corazón, también hoy os invito a la oración. Cuando oráis hijos míos, vosotros estáis conmigo y buscáis la voluntad de mi Hijo y la vivís. Estad abiertos y vivid la oración, y que en cada momento ella sea para vosotros condimento y alegría de vuestra alma. Yo estoy con vosotros e intercedo por todos vosotros ante mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”.
26 de Junio, San Pelayo
SAN PELAYO
26 de junio
San Pelayo (911-925) nació en Albeos, Crecente, España, en una época en que más de la mitad de la península Ibérica seguía ocupada por árabes musulmanes, y el califato de Córdoba era gobernado por Abderramán III.
San Pelayo era sobrino del obispo de Tuy, llamado Hermigio; ambos estuvieron con el rey Ordoño II de León en la Batalla de Valdejunquera, en 920, aliado con el rey de Navarra Sancho Garcés I.
En la batalla, Abderramán les infligió una abrumadora derrota a las huestes cristianas, capturando numerosos prisioneros, los cuales fueron llevados a Córdoba. Entre ellos estaban Hermigio y su sobrino Pelayo, o Paio, de apenas 9 años de edad.
Después de un tiempo de estar en cautiverio, Hermigio, en su calidad de obispo, negoció que lo liberaran para ir a reunir el monto del rescate que pedía el emir de Córdoba por su libertad; y como rehén quedó su pequeño sobrino. Pero el tío nunca regresó.
San Pelayo pasó en Córdoba los siguientes cuatro años; el niño se fue convirtiendo en un joven inteligente y despierto que no dejaba de hablar de Jesús ni de promover las bondades del cristianismo. Esto fue lo que llamó la atención de las autoridades.
Un fatídico día en 925, cuando contaba apenas con trece o catorce años de edad, San Pelayo fue conducido sorpresivamente ante Abderramán III, a quien le llegaron rumores de su devoción.
El monarca tuvo la idea de hacerlo renegar del cristianismo, pero las convicciones de San Pelayo eran demasiado firmes. Se dice que Abderramán le solicitó favores sexuales, a lo cual el muchacho se habría negado.
San Pelayo fue sometido entonces a un martirio de desmembramiento por medio de enormes pinzas de hierro al rojo vivo que lo prensaban de varias partes del cuerpo.
Después de su muerte, el culto de San Pelayo se extendió con rapidez por toda la España cristiana. Reliquias suyas llegaron en 967 a León y en 985 a Oviedo.
De: Apacienta mis ovejas. Fuente: Facebook
Himno: ¿QUÉ SERÁ ESTE NIÑO?
«¿Qué será este niño?», decía la gente
al ver a su padre mudo de estupor.
«¿Si será un profeta?, ¿si será un vidente?»
¡De una madre estéril nace el Precursor!
Antes de nacer, sintió su llegada,
al fuego del niño lo cantó Isabel,
y llamó a la Virgen: «Bienaventurada»,
porque ella era el arca donde estaba él.
El ya tan antiguo y nuevo Testamento
en él se soldaron como en piedra imán;
muchos se alegraron de su nacimiento:
fue ese mensajero que se llamó Juan.
Lo envió el Altísimo para abrir las vías
del que trae al mundo toda redención:
como el gran profeta, como el mismo Elías,
a la faz del Hijo de su corazón.
El no era la luz: vino a ser testigo
de la que ya habita claridad sin fin;
él no era el Señor: vino a ser su amigo,
su siervo, su apóstol y su paladín.
Cántanle los siglos, como Zacarías:
«Y tú serás, niño, quien marche ante él;
eres el heraldo que anuncia al Mesías,
eres la esperanza del nuevo Israel.»
El mundo se llena de gran regocijo,
Juan es el preludio de la salvación;
alabanza al Padre que nos dio tal Hijo,
la gloria al Espíritu que fraguó la acción. Amén.
De: Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío. Fuente: Facebook
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón
DIA 25
DIA PARA MEDITAR EN EL DOLOR DE JESÚS
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
El dolor y la amargura que siente el Corazón de Jesús por la infidelidad
y alejamiento de las lamas, sólo lo puede compensar el alma que se
ofrezca alegre y animosa al sufrimiento y a la amorosa oblación.
Dice Jesús: “Hay tantas almas que me abandonan y tantas que se pierden,
y lo más triste que es que a muchas las he colmado de dones y
he fijado en ella los ojos, en cambio unas me corresponden con frialdad,
muchas con ingratitud. ¡Qué pocas las que me devuelven amor por amor!”
¡De cuántas maneras puedes aliviar y consolar a su Corazón…
con tus profundas adoraciones…con tus fervientes actos de amor…
con tus sinceros actos de desagravio…Busca a Jesús en el Sagrario.
Dice Jesús: “Escóndeme en tu corazón
y quítame un poco de la amargura que me consume…
Sí, son muchas las almas que me afligen y muchas las que se pierden…
pero las que más hieren mi Corazón son éstas que tanto amo
y no se entregan del todo a Mí”
No te reserves nada…dáselo todo a Jesús…
busca en el interior de tu corazón
si hay algo que no le pertenece…
Repara… más… expía por las almas;
que en ti encuentre Jesús el consuelo que otras le niegan.
Corazón de Jesús:
Hazme “gustar tu amargura para que pueda consolarte”
Haz “que soporte con alegría el peso de la cruz para reparar la ingratitud de las almas”
Haz “que supla con mis sufrimientos las gracias que no han sabido aprovechar los demás”
Corazón de mi Jesús:
“Os adoro profundamente para reparar las ofensas y desprecios
que recibís de la mayor parte del mundo”
“Os amo con todo mi corazón para reparar la frialdad de las almas”
Práctica.
Ve a hacer una visita a Jesús Sacramentado
y allí muy cerca del Sagrario dile cuánto le amas,
y ofrécete una vez más sin reservas, ni pretextos.
Oración a Nuestra Señora Auxiliadora de las almas del purgatorio.
O Virgen María, venimos a llamar a la puerta de vuestro corazón maternal. Mirad las penas que enduran estas almas en el fuego purificador, mirad los tormentos de estas almas privadas de la visión de Dios, que Le vieron un corto instante, mirad la impotencia de estas para procurarse el mínimo alivio, mirad su resignación y su sumisión a la justicia divina.
O Madre de misericordia, os suplicamos, visitéis estas pobres almas y les deis alivio y consuelo.
O Virgen poderosa, cuyos meritos so inmensos, abreviad el tiempo de su expiación.
O Reina del cielo, nos atrevemos a pediros que liberéis todas las almas posibles, a cada una de vuestras visitas.
O Madre de bondad, os rogamos mas especialmente por las almas olvidadas del purgatorio.
Amén
lunes, 25 de junio de 2012
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús
DIA 24
DIA DE APOSTOLADO
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
El bien solo lo hace Dios. El hombre hace el bien en la medida
en que su corazón vaya al unísono con el de Dios.
Cuando nuestra voluntad se ha identificado con la divina,
nuestro apostolado se vuelve divino, de largo alcance.
Dice Jesús: “Para que el mundo conozca mi Bondad necesito apóstoles
que le muestren mi Corazón; pero que sobre todo lo conozcan
porque nadie puede enseñar lo que no sabe.
Deseo formar una liga de amor entre mis almas consagradas,
para que ellas enseñen y publiquen por el mundo mi Misericordia
y mi Amor”
El apóstol es el enviado de Dios, en ti ha fijado sus ojos
para que des a conocer el “Gran Desconocido”.
Habla al mundo de su amor, de su ternura…
de sus deseos de ser amado…
¡Qué respondan a su amor con amor!
“No todas las almas pueden ir a evangelizar y predicar a países salvajes,
Pero si todas pueden hacer conocer y amar a mi Corazón.
Mi amor se sirve no solamente de su vida ordinaria y de sus menores acciones,
sino también de sus miserias y debilidades,
y muchas veces de sus caídas para el bien de otras almas”.
El Corazón de Jesús tiene puesta su mirada en ti…Mírale…
En su mirada encontrarás un nuevo llamamiento para el apostolado…
para ser su compañero en las bregas del amor.
Corazón de Jesús:
Que “me consuman las ansias de amarte y de verte amado”
Que “me abrase en deseos de la salvación de las almas”
Que “te conozca y te haga conocer de aquellos que tu amor me confíe”.
Corazón de mi Jesús:
Que “las almas encuentren en tus palabras remedio a todas sus enfermedades”
Que “las almas conozcan el continuo deseo que te abrasa de ser amado de todas”
Que “las almas sepan que deseas ser su recompensa y su felicidad”
Práctica: Pon a los pies de Jesús tu vida toda..
Energía, ilusiones, actividad…También tus actos ordinarios,
la monotonía de los días grises, el olvido en una vida escondida,
las mismas flaquezas y debilidades. El se servirá de todo para las almas.
Mes de Junio, mes del Corazón de Jesús
DIA 23
DIA DE AMOR A LAS ALMAS
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Poseer amor a las almas es tener la misma llama, los mismos ardores,
los mismos anhelos que el Corazón de Jesús…es ser corredentora,
trabajar juntos en la salvación de las almas.
“Es tanto el amor hacia las almas que me consume el deseo de su salvación.
Cuántas se pierden cuántas esperan sacrificios para salir del estado en que se encuentran.
Quiero que te abraces en el deseo de salvarme almas”.
El mundo se puede salvar por la reparación de las almas escogidas…
Una oración, una súplica puede llevar las almas a su Corazón…
Jesús espera a las almas con los Brazos abiertos.
“Yo puedo contener el amor que siento por las almas y el amor es tan fuerte
que triunfará de todas las resistencias…no quiero que las almas se aparten de Mí.
¡Las amo tanto! Y quiero que sepan que Yo deseo ser recompensa y felicidad”.
El Corazón de Jesús quiere reinar por amor, y pide a las almas escogidas que
reparen para obtener perdón y alcanzar nuevas gracias.
Sus palabras serán luz y vida para muchísimas almas.
Corazón de Jesús:
Que “las almas no te abandonen y no se pierdan”
Que “no te correspondan con frialdad y con ingratitud”
Que “se abracen en esa llaga que es un volcán de amor”
Corazón de mi Jesús:
Da a conocer a las almas “que la medida de tu Amor y de tu Misericordia para las almas no tiene límites”
Da a conocer a las almas “hasta que punto las ama tu Corazón”
Da a conocer a las almas “como su debilidad puede servirte para dar mucha vida a las almas”
Práctica: Haz hoy algo con tu trabajo, tu actividad, tu limosna, tu propaganda,
para que lleguen a algún alma los deseos y sed de amor que el Corazón de Jesús siente por ellas.
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús
DIA 22
DIA DE EXPIACIÓN
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
El alma que se repara por las almas se hace más sensible al amor de Dios,
y más capas de irradiar el amor divino.
“¡Si vieras cuántas almas se afligen!
Por eso busco sacrificados que quieran consolarme y sufrir por mi amor.
Yo te he escogido a ti, si, sufrirás para ganar almas… no temas.
Yo soy la fortaleza. Cuando el peso de la cruz te parezca superior a tus fuerzas,
Pide socorro a mi Corazón”.
De tu generosidad en el sufrimiento puede depender la salvación de otras almas…
¡Cuántas se salvarán con tus sacrificios!..¡Si supieras lo que vale un alma!
Dice Jesús: “Mi corazón busca víctimas que conquisten el mundo para el amor.
Yo soy la gran Víctima, tú la víctima pequeñita que uniéndote a Mí,
Pueda ser del agrado de mi Padre.
La mayor recompensa que puedo dar a un alma es hacerla víctima de mi amor
y misericordia porque la hago semejante a Mí, que soy Víctima por los pecados”.
No te asuste el dolor, el sufrimiento…ofrécete como víctima voluntaria…
Su gracia abundante y su amor infinito no te faltarán nunca.
Corazón de Jesús:
Sé Tú “el único amor de mi corazón”
Sé Tú “el dulce tormento de mi alma”
Sé Tú “el agradable martirio de mi cuerpo”
Corazón de mi Jesús:
Que “sea víctima de tu corazón volviéndome amargo todo lo que no seas Tú”
Que “sea víctima de tu alma por todas las angustias que sea capaz de soportar”
Que “sea víctima de tu cuerpo “por el alejamiento de todo lo que pueda satisfacer el mío”
Práctica: Busca hoy lo que más te cueste y te mortifique.
“No es nada lo que sufres si al fin se salvan las almas”
DIA DE EXPIACIÓN
Tomado del libro: Mes del Sagrado Corazón de Jesús
El alma que se repara por las almas se hace más sensible al amor de Dios,
y más capas de irradiar el amor divino.
“¡Si vieras cuántas almas se afligen!
Por eso busco sacrificados que quieran consolarme y sufrir por mi amor.
Yo te he escogido a ti, si, sufrirás para ganar almas… no temas.
Yo soy la fortaleza. Cuando el peso de la cruz te parezca superior a tus fuerzas,
Pide socorro a mi Corazón”.
De tu generosidad en el sufrimiento puede depender la salvación de otras almas…
¡Cuántas se salvarán con tus sacrificios!..¡Si supieras lo que vale un alma!
Dice Jesús: “Mi corazón busca víctimas que conquisten el mundo para el amor.
Yo soy la gran Víctima, tú la víctima pequeñita que uniéndote a Mí,
Pueda ser del agrado de mi Padre.
La mayor recompensa que puedo dar a un alma es hacerla víctima de mi amor
y misericordia porque la hago semejante a Mí, que soy Víctima por los pecados”.
No te asuste el dolor, el sufrimiento…ofrécete como víctima voluntaria…
Su gracia abundante y su amor infinito no te faltarán nunca.
Corazón de Jesús:
Sé Tú “el único amor de mi corazón”
Sé Tú “el dulce tormento de mi alma”
Sé Tú “el agradable martirio de mi cuerpo”
Corazón de mi Jesús:
Que “sea víctima de tu corazón volviéndome amargo todo lo que no seas Tú”
Que “sea víctima de tu alma por todas las angustias que sea capaz de soportar”
Que “sea víctima de tu cuerpo “por el alejamiento de todo lo que pueda satisfacer el mío”
Práctica: Busca hoy lo que más te cueste y te mortifique.
“No es nada lo que sufres si al fin se salvan las almas”
Mes de Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús
DIA 21
DIA DE CUMPLIMIENTO DE LA VOLUNTAD DE DIOS
El verdadero amor consiste en hacer la voluntad de aquel a quien se ama.
El cumplimiento total de esta voluntad divina es el camino infalible de
incesantes aumentos en el amor.
“Almas queridas, aprendan de vuestro modelo que la única cosa necesaria
aunque la naturaleza se rebele es someterse con humildad
y entregarse con acto supremo de la voluntad,
al cumplimiento de la voluntad divina en cualquier ocasión o circunstancia.
Lo único que os procurará felicidad cumplida es hacer la voluntad de Dios”.
Nada hay tan grande a los ojos de Dios como someter nuestra voluntad a la suya…
en todo lo que nos pida. Ver en todo la voluntad de Dios: en un cambio de vida…
en un cambio de tiempo… en un obstáculo en tu porvenir…
en un obstáculo en tus deseos…El lo ha querido,
sabe porque y lo ha permitido porque nos ama,
por nuestro bien.
“Cuando después de haber pasado por encima de las repugnancias
y sutilezas del amor propio que os sugiere vuestra naturaleza,
la familia o el mundo, abrazáis con generosidad la voluntad divina;
solo entonces llegaréis a gozar de las más inefables dulzuras
en una íntima unión de voluntad entre el Divino Esposo y vuestra alma”.
Esa voluntad de Dios que te sorprende “hoy” está preparada y pensada
desde toda la eternidad para tu santificación,
bien de las almas y aumento de tu gloria.
¿No la aceptarás con amor?
Corazón de Jesús:
Que “desaparezca mi voluntad para que triunfe y reine la tuya”
Que “no tenga otra voluntad, ni otra libertad que la tuya”
Que “haga siempre tu voluntad para que te glorifique en mi”
Corazón de mi Jesús:
Que “mi querer sea tuyo”
Que “me abrace a la cruz de tu voluntad”
Que “no resista nunca a la gracia para seguir mi voluntad y no la tuya”
Práctica: Ve en todo lo que te sucede la voluntad de Dios
y toma la costumbre de decir siempre en lo bueno y en lo malo:
¡Es la voluntad de Dios, bendito sea!
viernes, 22 de junio de 2012
22 de Junio, San Juan Fisher, mártir de la Iglesia
Vida y milagros de San Juan Fisher
Juan Fisher nació en Beverley, Yorkshire, Inglaterra en el 1469. Hijo de un mercader de telas que murió siendo Juan joven, San Juan Fisher entregó su corazón por entero al servicio de su Iglesia. Fue también un distinguido escolástico en humanidades. Fue educado en Michaelhouse en Cambridge (mas tarde unido a Trinity). Desde sus 14 años en adelante estuvo relacionado a la universidad.
Fisher fue ordenado sacerdote a los 22 años, bajo dispensa especial. Alcanzó el doctorado y fue vicecanciller de Michaelhouse. En 1502 dimitió para ser capellán de la madre del rey, Doña Margarita Beaufort, condesa de Richmond y Derby. Bajo su dirección, Doña Margarita fundó Christ's College y Saint John's College en Cambridge. A ella se le reconoce como la mayor benefactora de Cambridge.
Las contribuciones de Fisher no han sido reconocidas como es debido. Fue el primero en llenar la cátedra en divinidad en Cambridge y fue también un gran benefactor de la universidad. Ayudó, entre otros, al famoso humanista Erasmus. Fisher fue el primero en enseñar griego y hebreo en Cambridge. En 1504, durante el reinado de Enrique VII, con solo 35 años, Fisher es elegido canciller de la universidad. El mismo año es nombrado obispo de Rochester. Llevó al mismo tiempo los dos cargos con asombrosa diligencia. Favoreció enormemente tanto a la universidad como a su diócesis.
Rochester era la mas pequeña y pobre de las diócesis de Inglaterra, pero el obispo Fisher la amaba tanto que mas tarde rehusó las sedes mas ricas de Ely y Lincoln, diciendo que "no dejaría a su pobre y vieja esposa por la viuda mas rica de Inglaterra." El clima era tan húmedo y el estado de su residencia tan ruinoso que su amigo Erasmus, al hospedarse con el, estaba asombrado; sin embargo, por 30 años Fisher optó por permanecer allí.
Fisher fue un pastor a imitación de Cristo, cuidaba a sus ovejas con valentía, entrega y gran amor. Hacía visitas frecuentes, administraba la confirmación, disciplinaba al clero, visitaba personalmente a los pobres y distribuía limosna a los pobres. En su vida personal era estricto con sigo mismo y austero. "Tenía una buena mesa para todos excepto para el mismo". Dormía y comía poco. Mantenía una carabela frente a su puesto en las comidas para recordarse de su mortalidad.
Durante este tiempo, Fisher continuó escribiendo y estudiando. Comenzó a estudiar griego a los 48 años y hebreo a los 51. Era un predicador tan elocuente que cuando Enrique VII murió en 1509, predicó en el funeral. En las palabras de Erasmus: "No hay en la nación hombre mas instruido ni obispo mas santo". Enrique VIII, antes de que Fisher suscitara su ira lo elogiaba abiertamente diciendo que "no otro príncipe o reino tiene tan distinguido prelado"
Fisher comprendía muy bien la necesidad de reformar al iglesia, incluso en las altas esferas de la jerarquía, pero se oponía al tipo de reforma de los protestantes, y escribió cuatro libros contra ellos. Sin embargo prefería la oración y el ejemplo a la controversia. El comprendía que la verdadera reforma requiere santidad de vida pues no es sino vivir con coherencia la enseñanza de la misma Iglesia.
Con gran valentía el Obispo Fisher censuró al clero en un sínodo por su corrupción, vanidad, relajamiento y amor a las ganancias. El sabía que la mayoría del clero en posiciones altas había llegado allí por su servicio al estado o por intereses privados. Como miembro de la cámara de los Lords, Fisher vigorosamente luchó por reformas que separaran al clero de las influencias del estado. Desde allí lanzó también una severa protesta cuando se propuso en la asamblea aceptar que Enrique VIII fuese la cabeza de la iglesia de Inglaterra.
El rey quería anular su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse de nuevo. Como el Papa no se lo concedía por no haber causa justa, el rey decidió hacerse con la autoridad suprema de la Iglesia en Inglaterra (Ver: iglesia anglicana). El rey impuso la obligación de tomar el famoso "oath of supremacy" (Juramento de Supremacía), por el cual se le reconocía a el como cabeza de la iglesia de Inglaterra. El obispo Fisher rehusó.
Ni la amonestación de amigos y ni las amenazas de enemigos lograron hacerle ceder. El obispo Fisher sabía, como San Pablo, en quién había puesto su confianza. Trataron de envenenarlo y en una ocasión le dispararon tratando de matarlo. Pero el obispo se mantuvo fiel a su Señor.
Thomas Cromwell trató, sin éxito, de vincularlo con Isabel Barton, la 'Santa Doncella de Kent,' una religiosa que pronunciaba ataques personales contra el rey por tratar de divorciarse de la reina.
Fisher fue llevado, a pesar de estar enfermo, a Lambeth para que jurase el "bill of succession". El rehusó por ser este en esencia un juramento a favor de la supremacía del rey sobre la iglesia. En Rochester fue arrestado y de los alrededores vino la gente a despedirse. Tuvo la oportunidad de arreglar sus asuntos, de dar limosnas y de pasar por las calles bendiciendo al gentío.
Al llegar a Londres fue confrontado por rehusar el juramento a lo que Fisher dijo: "Mi respuesta es que, ya que mi propia conciencia no puede estar satisfecha, yo absolutamente rehuso el juramento. No condeno la conciencia de ningún otro. Sus conciencias podrán salvarles, y la mia debe salvarme". En Abril del 1534, el prelado de 66 años comenzó su prisión de 15 meses en la Torre de Londres.
El rey envió un mensajero confidencial para ofrecerle libertad si asentía al juramento en secreto, "solo para los oidos del rey". Su negativa selló su martirio.
Durante su prisión el Papa Pablo III nombró al obispo Fisher cardenal. El rey enfurecido dijo: "Pues ese capelo se lo colgará de los hombros, porque no tendrá cabeza para llevarlo". Lo llevó a juicio acusado de traición por negar la autoridad del rey sobre la Iglesia. Lo declararon culpable. Algunos jueces lloraban cuando lo condenaron a muerte el 17 de junio de 1535. Pocos días después el cardenal fue despertado a las 5:00 a.m. con la noticia de que ese día le iban a ejecutar. El pidió que le dejasen descansar un poco mas y durmió otras dos horas. Tan enfermo estaba que apenas podía pararse, por lo que le llevaron al lugar del martirio en una silla.
Fue cortés con los guardias agradeciéndoles sus atenciones. Pedía a la gente que rezaran por el para que fuese valiente. Llevaba un pequeño Nuevo Testamento del cual leyó a la puerta de la Torre estas palabras: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese." (Juan 17,3- 5). Cerrando el libro dijo: "Aquí hay instrucción suficiente para el resto de mi vida".
Junto al verdugo dice: "Voy a morir por Jesucristo y por la Iglesia Católica. Con mi muerte quiero dar testimonio del Papa como jefe único de la Iglesia. Hasta el cielo... hijos..." Sus últimas palabras fueron del salmo 31: "En tí Señor, he puesto mi confianza". Otros dicen que murió con las palabras del Te Deum en sus labios. Con total dominio de si mismo y con gran paz se dispuso al martirio. Fue decapitado con un hacha. Era el 22 de Junio de 1535.
Su amigo Santo Tomás Moro, que compartió con el prisión y también murió mártir, escribió de San Juan Fisher: "No conozco a ningún hombre que compare con el en sabiduría, conocimiento y virtud probada"
San Juan Fisher fue enterrado junto a la iglesia de All Hallows en Barking. Su cabeza fue exhibida en el Puente de Londres por dos semanas y después echada al río Thames.
En 1935, cuatrocientos años después de su martirio, Juan Fisher fue canonizado por el Papa Pío XI.
Fisher fue ordenado sacerdote a los 22 años, bajo dispensa especial. Alcanzó el doctorado y fue vicecanciller de Michaelhouse. En 1502 dimitió para ser capellán de la madre del rey, Doña Margarita Beaufort, condesa de Richmond y Derby. Bajo su dirección, Doña Margarita fundó Christ's College y Saint John's College en Cambridge. A ella se le reconoce como la mayor benefactora de Cambridge.
Las contribuciones de Fisher no han sido reconocidas como es debido. Fue el primero en llenar la cátedra en divinidad en Cambridge y fue también un gran benefactor de la universidad. Ayudó, entre otros, al famoso humanista Erasmus. Fisher fue el primero en enseñar griego y hebreo en Cambridge. En 1504, durante el reinado de Enrique VII, con solo 35 años, Fisher es elegido canciller de la universidad. El mismo año es nombrado obispo de Rochester. Llevó al mismo tiempo los dos cargos con asombrosa diligencia. Favoreció enormemente tanto a la universidad como a su diócesis.
Rochester era la mas pequeña y pobre de las diócesis de Inglaterra, pero el obispo Fisher la amaba tanto que mas tarde rehusó las sedes mas ricas de Ely y Lincoln, diciendo que "no dejaría a su pobre y vieja esposa por la viuda mas rica de Inglaterra." El clima era tan húmedo y el estado de su residencia tan ruinoso que su amigo Erasmus, al hospedarse con el, estaba asombrado; sin embargo, por 30 años Fisher optó por permanecer allí.
Fisher fue un pastor a imitación de Cristo, cuidaba a sus ovejas con valentía, entrega y gran amor. Hacía visitas frecuentes, administraba la confirmación, disciplinaba al clero, visitaba personalmente a los pobres y distribuía limosna a los pobres. En su vida personal era estricto con sigo mismo y austero. "Tenía una buena mesa para todos excepto para el mismo". Dormía y comía poco. Mantenía una carabela frente a su puesto en las comidas para recordarse de su mortalidad.
Durante este tiempo, Fisher continuó escribiendo y estudiando. Comenzó a estudiar griego a los 48 años y hebreo a los 51. Era un predicador tan elocuente que cuando Enrique VII murió en 1509, predicó en el funeral. En las palabras de Erasmus: "No hay en la nación hombre mas instruido ni obispo mas santo". Enrique VIII, antes de que Fisher suscitara su ira lo elogiaba abiertamente diciendo que "no otro príncipe o reino tiene tan distinguido prelado"
Fisher comprendía muy bien la necesidad de reformar al iglesia, incluso en las altas esferas de la jerarquía, pero se oponía al tipo de reforma de los protestantes, y escribió cuatro libros contra ellos. Sin embargo prefería la oración y el ejemplo a la controversia. El comprendía que la verdadera reforma requiere santidad de vida pues no es sino vivir con coherencia la enseñanza de la misma Iglesia.
Con gran valentía el Obispo Fisher censuró al clero en un sínodo por su corrupción, vanidad, relajamiento y amor a las ganancias. El sabía que la mayoría del clero en posiciones altas había llegado allí por su servicio al estado o por intereses privados. Como miembro de la cámara de los Lords, Fisher vigorosamente luchó por reformas que separaran al clero de las influencias del estado. Desde allí lanzó también una severa protesta cuando se propuso en la asamblea aceptar que Enrique VIII fuese la cabeza de la iglesia de Inglaterra.
El rey quería anular su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse de nuevo. Como el Papa no se lo concedía por no haber causa justa, el rey decidió hacerse con la autoridad suprema de la Iglesia en Inglaterra (Ver: iglesia anglicana). El rey impuso la obligación de tomar el famoso "oath of supremacy" (Juramento de Supremacía), por el cual se le reconocía a el como cabeza de la iglesia de Inglaterra. El obispo Fisher rehusó.
Ni la amonestación de amigos y ni las amenazas de enemigos lograron hacerle ceder. El obispo Fisher sabía, como San Pablo, en quién había puesto su confianza. Trataron de envenenarlo y en una ocasión le dispararon tratando de matarlo. Pero el obispo se mantuvo fiel a su Señor.
Thomas Cromwell trató, sin éxito, de vincularlo con Isabel Barton, la 'Santa Doncella de Kent,' una religiosa que pronunciaba ataques personales contra el rey por tratar de divorciarse de la reina.
Fisher fue llevado, a pesar de estar enfermo, a Lambeth para que jurase el "bill of succession". El rehusó por ser este en esencia un juramento a favor de la supremacía del rey sobre la iglesia. En Rochester fue arrestado y de los alrededores vino la gente a despedirse. Tuvo la oportunidad de arreglar sus asuntos, de dar limosnas y de pasar por las calles bendiciendo al gentío.
Al llegar a Londres fue confrontado por rehusar el juramento a lo que Fisher dijo: "Mi respuesta es que, ya que mi propia conciencia no puede estar satisfecha, yo absolutamente rehuso el juramento. No condeno la conciencia de ningún otro. Sus conciencias podrán salvarles, y la mia debe salvarme". En Abril del 1534, el prelado de 66 años comenzó su prisión de 15 meses en la Torre de Londres.
El rey envió un mensajero confidencial para ofrecerle libertad si asentía al juramento en secreto, "solo para los oidos del rey". Su negativa selló su martirio.
Durante su prisión el Papa Pablo III nombró al obispo Fisher cardenal. El rey enfurecido dijo: "Pues ese capelo se lo colgará de los hombros, porque no tendrá cabeza para llevarlo". Lo llevó a juicio acusado de traición por negar la autoridad del rey sobre la Iglesia. Lo declararon culpable. Algunos jueces lloraban cuando lo condenaron a muerte el 17 de junio de 1535. Pocos días después el cardenal fue despertado a las 5:00 a.m. con la noticia de que ese día le iban a ejecutar. El pidió que le dejasen descansar un poco mas y durmió otras dos horas. Tan enfermo estaba que apenas podía pararse, por lo que le llevaron al lugar del martirio en una silla.
Fue cortés con los guardias agradeciéndoles sus atenciones. Pedía a la gente que rezaran por el para que fuese valiente. Llevaba un pequeño Nuevo Testamento del cual leyó a la puerta de la Torre estas palabras: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese." (Juan 17,3- 5). Cerrando el libro dijo: "Aquí hay instrucción suficiente para el resto de mi vida".
Junto al verdugo dice: "Voy a morir por Jesucristo y por la Iglesia Católica. Con mi muerte quiero dar testimonio del Papa como jefe único de la Iglesia. Hasta el cielo... hijos..." Sus últimas palabras fueron del salmo 31: "En tí Señor, he puesto mi confianza". Otros dicen que murió con las palabras del Te Deum en sus labios. Con total dominio de si mismo y con gran paz se dispuso al martirio. Fue decapitado con un hacha. Era el 22 de Junio de 1535.
Su amigo Santo Tomás Moro, que compartió con el prisión y también murió mártir, escribió de San Juan Fisher: "No conozco a ningún hombre que compare con el en sabiduría, conocimiento y virtud probada"
San Juan Fisher fue enterrado junto a la iglesia de All Hallows en Barking. Su cabeza fue exhibida en el Puente de Londres por dos semanas y después echada al río Thames.
En 1935, cuatrocientos años después de su martirio, Juan Fisher fue canonizado por el Papa Pío XI.
22 de Junio, Santo Tomás Moro, mártir de la Iglesia
Vida y milagros de Santo Tomás Moro
Caballero, Lord Canciller de Inglaterra, escritor y mártir, nacido en Londres el 7 de febrero de 1477-78; ejecutado en Tower Hill, el 6 de julio de 1535.
Tomás fue el único superviviente de sir Juan Moro, abogado y luego juez, y de Agnes (Inés), su primera esposa, hija de Tomás Graunger. Siendo aún niño, Tomás ingresó al colegio de San Antonio en Threadneedle Street, el cual era conducido por Nicolás Holt, y a los trece años de edad fue colocado en la casa del cardenal Morton, Arzobispo de Canterbury, y Lord Canciller. Aquí, su carácter alegre e inteligencia atrajeron la atención del Arzobispo, que lo envió a Oxford, ingresando aproximadamente en el año 1492 a Canterbury Hall (luego absorbida por la Iglesia de Cristo). Su padre le entregó una cantidad de dinero apenas suficiente para vivir, y, por ello, no tuvo oportunidad de perder el tiempo en "vanos o perjudiciales entretenimientos" en detrimento de sus estudios. En Oxford se hizo amigo de Guillermo Grocyn y Tomás Linacre, éste último se convirtió en su primer profesor de griego. Sin ser nunca un riguroso estudiante, dominó el griego "gracias a su instinto de genio", como lo atestigua Pace (De fructu qui ex doctrina percipitur, 1517), quién agrega que "su elocuencia era incomparable y por doble partida, pues hablaba latín con la misma facilidad con el que lo hacía en su propio idioma". Además de los clásicos, estudió francés, historia y matemática, aprendiendo también a tocar la flauta y la viola. Después de dos años de residencia en Oxford, Moro fue convocado a Londres, ingresando a New Inn como estudiante de derecho, aproximadamente en 1494. En febrero de 1496 fue admitido como estudiante en Lincoln Inn, y tal como se esperaba, fue convocado a formar parte del tribunal externo, siendo luego nombrado juez de la corte. Sus grandes dotes empezaron a llamar positivamente la atención, por lo que los directores de Lincoln Inn lo nombraron "lector" o conferencista de derecho en Furnival´s Inn, siendo sus conferencias tan bien estimadas que su nombramiento fue renovado durante tres años consecutivos.
Sin embargo, queda claro que las leyes no absorbían todas las energías de Moro, pues mucho de su tiempo lo dedicó a las letras. Escribió poesías, tanto en latín como en inglés, una considerable cantidad de estas se ha conservado y son de muy buena calidad, aunque no especialmente notables. También se consagró de una manera especial a las obras de Pico de la Mirándola, cuya biografía publicó unos años después en ingles. Cultivó también el conocimiento de estudiosos y de hombres sabios y, a través de sus antiguos tutores, Grocyn y Linacre, quienes ahora vivían en Londres, hizo amistad con Colet, deán de San Pablo, y Guillermo Lilly, siendo ambos renombrados estudiosos. Colet se convirtió en el confesor de Moro, y Lilly rivalizaba con él en la traducción de epigramas de la Antología Griega al latín, luego reunidas y publicadas en 1518 (Progymnasnata T. More et Gul. Liliisodalium). En 1497 Moro conoció a Erasmo, probablemente en la casa de lord Mountjoy, alumno del gran estudioso y benefactor suyo. Esta amistad rápidamente se convirtió en íntima, y, durante su vida, Erasmo le hizo en varias ocasiones largas visita a Moro en su casa en Chelsea, y mantuvieron correspondencia de manera regular hasta que la muerte los separó. Además de leyes y de los Clásicos, Moro leyó con mucha atención a los Padres, dando en la Iglesia de San Laurencio Jewry, una serie de conferencias sobre la obra De civitate Dei de San Agustín, a las cuales asistieron muchos estudiosos, entre ellos Grocyn, el rector de la iglesia, es mencionado de manera expresa. Para estar a la altura de dicha asamblea, estas conferencias deben de haber sido preparadas con gran cuidado, pero, para nuestra mala suerte, ni siquiera un fragmento de las mismas ha llegado hasta nosotros. Estas conferencias fueron pronunciadas en algún momento entre 1499 y 1503, época en la que la mente de Moro estaba casi totalmente ocupada con la religión y la duda acerca de su propia vocación hacia el sacerdocio.
Esta época de su vida ha dado pie a muchos malentendidos entre sus varios biógrafos. Se sabe con certeza que vivió cerca de la Cartuja de Londres, y que, a menudo, se unía a los monjes en sus ejercicios espirituales. Usó un "cilicio, el cual nunca abandonó" (Cresacre Moro), y se dedicó a una vida de oración y penitencia. Su mente osciló durante un tiempo entre el unirse a los cartujos o a los franciscanos de la estricta observancia, órdenes que observaban la vida religiosa con gran exactitud y fervor. Finalmente, aparentemente con la aprobación de Colet, abandonó la idea de hacerse sacerdote o religioso, llegando a esta decisión debido a su desconfianza acerca de su perseverancia. Erasmo, su íntimo amigo y confidente, escribe acerca de esto lo siguiente (Epp. 447):
Tomás fue el único superviviente de sir Juan Moro, abogado y luego juez, y de Agnes (Inés), su primera esposa, hija de Tomás Graunger. Siendo aún niño, Tomás ingresó al colegio de San Antonio en Threadneedle Street, el cual era conducido por Nicolás Holt, y a los trece años de edad fue colocado en la casa del cardenal Morton, Arzobispo de Canterbury, y Lord Canciller. Aquí, su carácter alegre e inteligencia atrajeron la atención del Arzobispo, que lo envió a Oxford, ingresando aproximadamente en el año 1492 a Canterbury Hall (luego absorbida por la Iglesia de Cristo). Su padre le entregó una cantidad de dinero apenas suficiente para vivir, y, por ello, no tuvo oportunidad de perder el tiempo en "vanos o perjudiciales entretenimientos" en detrimento de sus estudios. En Oxford se hizo amigo de Guillermo Grocyn y Tomás Linacre, éste último se convirtió en su primer profesor de griego. Sin ser nunca un riguroso estudiante, dominó el griego "gracias a su instinto de genio", como lo atestigua Pace (De fructu qui ex doctrina percipitur, 1517), quién agrega que "su elocuencia era incomparable y por doble partida, pues hablaba latín con la misma facilidad con el que lo hacía en su propio idioma". Además de los clásicos, estudió francés, historia y matemática, aprendiendo también a tocar la flauta y la viola. Después de dos años de residencia en Oxford, Moro fue convocado a Londres, ingresando a New Inn como estudiante de derecho, aproximadamente en 1494. En febrero de 1496 fue admitido como estudiante en Lincoln Inn, y tal como se esperaba, fue convocado a formar parte del tribunal externo, siendo luego nombrado juez de la corte. Sus grandes dotes empezaron a llamar positivamente la atención, por lo que los directores de Lincoln Inn lo nombraron "lector" o conferencista de derecho en Furnival´s Inn, siendo sus conferencias tan bien estimadas que su nombramiento fue renovado durante tres años consecutivos.
Sin embargo, queda claro que las leyes no absorbían todas las energías de Moro, pues mucho de su tiempo lo dedicó a las letras. Escribió poesías, tanto en latín como en inglés, una considerable cantidad de estas se ha conservado y son de muy buena calidad, aunque no especialmente notables. También se consagró de una manera especial a las obras de Pico de la Mirándola, cuya biografía publicó unos años después en ingles. Cultivó también el conocimiento de estudiosos y de hombres sabios y, a través de sus antiguos tutores, Grocyn y Linacre, quienes ahora vivían en Londres, hizo amistad con Colet, deán de San Pablo, y Guillermo Lilly, siendo ambos renombrados estudiosos. Colet se convirtió en el confesor de Moro, y Lilly rivalizaba con él en la traducción de epigramas de la Antología Griega al latín, luego reunidas y publicadas en 1518 (Progymnasnata T. More et Gul. Liliisodalium). En 1497 Moro conoció a Erasmo, probablemente en la casa de lord Mountjoy, alumno del gran estudioso y benefactor suyo. Esta amistad rápidamente se convirtió en íntima, y, durante su vida, Erasmo le hizo en varias ocasiones largas visita a Moro en su casa en Chelsea, y mantuvieron correspondencia de manera regular hasta que la muerte los separó. Además de leyes y de los Clásicos, Moro leyó con mucha atención a los Padres, dando en la Iglesia de San Laurencio Jewry, una serie de conferencias sobre la obra De civitate Dei de San Agustín, a las cuales asistieron muchos estudiosos, entre ellos Grocyn, el rector de la iglesia, es mencionado de manera expresa. Para estar a la altura de dicha asamblea, estas conferencias deben de haber sido preparadas con gran cuidado, pero, para nuestra mala suerte, ni siquiera un fragmento de las mismas ha llegado hasta nosotros. Estas conferencias fueron pronunciadas en algún momento entre 1499 y 1503, época en la que la mente de Moro estaba casi totalmente ocupada con la religión y la duda acerca de su propia vocación hacia el sacerdocio.
Esta época de su vida ha dado pie a muchos malentendidos entre sus varios biógrafos. Se sabe con certeza que vivió cerca de la Cartuja de Londres, y que, a menudo, se unía a los monjes en sus ejercicios espirituales. Usó un "cilicio, el cual nunca abandonó" (Cresacre Moro), y se dedicó a una vida de oración y penitencia. Su mente osciló durante un tiempo entre el unirse a los cartujos o a los franciscanos de la estricta observancia, órdenes que observaban la vida religiosa con gran exactitud y fervor. Finalmente, aparentemente con la aprobación de Colet, abandonó la idea de hacerse sacerdote o religioso, llegando a esta decisión debido a su desconfianza acerca de su perseverancia. Erasmo, su íntimo amigo y confidente, escribe acerca de esto lo siguiente (Epp. 447):
Entretanto, se aplicó por entero a los ejercicios de piedad con vistas a y considerando el sacerdocio, por medio de vigilias, ayunos, oraciones y austeridades similares. En estas materias demostró ser más prudente que la mayoría de los candidatos, que corren imprudentemente hacia esta difícil profesión sin probar antes sus capacidades. Lo único que le impidió entregarse a este tipo de vida fue el no poder sacarse de encima el deseo de la vida matrimonial. Por consiguiente, eligió ser un casto marido en vez de un sacerdote impuro.
La última frase de este pasaje ha dado pie para que algunos escritores, especialmente a Seebohm y a lord Campbell, para explayarse acerca de la supuesta corrupción de las órdenes religiosas en aquella época, diciendo que Moro, hastiado de esta corrupción, abandonó su deseo de entrar en religión. El padre Bridgett trata este tema con considerable longitud (Life and Writtings of Sir Thomas More, pp. 23-36), pero baste con decir que esta idea ha sido ahora dejada de lado, incluso por escritores no-católicos, como lo podemos ver en W.H. Hutton:
Es absurdo afirmar que Moro estaba hastiado de la corrupción monacal, y que 'consideraba a los monjes como una desgracia para la Iglesia'. Él fue durante toda su vida amigo cercano de las órdenes religiosas, y un gran admirador del ideal monástico. Él condenaba los vicios de los individuos; dijo, como su bisnieto declara, 'en esta época los religiosos en Inglaterra se han relajado un poco en la exacta observancia y fervor de espíritu'; pero no existe señal alguna de que su decisión para no optar por la vida monacal, se debiera a una ligera desconfianza a esta forma de vida, o a una aversión hacia la teología de la Iglesia.
Moro, luego de haber decidido no entrar en la vida religiosa, se dedicó a su trabajo en la corte, consiguiendo un éxito inmediato. En 1501 fue eligió como miembro del Parlamento, pero no conocemos su distrito electoral. En el abogó y se opuso a los crecidos e injustos impuestos que exigía el rey Enrique VII a sus súbditos por medio de sus agentes Empson y Dudley, siendo este último, Portavoz de la Cámara de los Comunes. A este Parlamento Enrique le exigió un impuesto de tres-quinceavos, aproximadamente 113,000 libras, pero, gracias a las protestas de Moro, los Comunes redujeron la suma a 30,000. Algunos años más tarde, Dudley dijo a Moro que su intrepidez le pudo haber costado la cabeza, pero, se salvó gracias a no haber agredido a la persona del rey. Pero, incluso así, Enrique se enfadó tanto con él que "tramó una pequeña causa en contra de su padre, encerrándolo en la Torre, hasta que pagó cien libras de fianza" (Roper). Entretanto, Moro había hecho amistad con un tal "Maister Juan Colte, un caballero" de Newhall, Essex, cuyo hija mayor, Juana, se casó con él en 1505. Roper escribe estas líneas acerca de su opción: "si bien su mente se dirigía hacia la segunda hija, pues la consideraba más agraciada y hermosa, consideró que eso causaría un gran pesar y algo de vergüenza a la mayor, al ver que su hermana menor era preferida como esposa antes que ella, por lo que, con gran pesar, empezó a dirigir su mente hacia ella", es decir, hacia la mayor de las tres hermanas. Este matrimonio resultó ser sumamente feliz; tuvieron tres hijas, Margarita, Isabel, y Cecilia, y un hijo, Juan; pero, en 1511, Juana Moro murió, siendo casi una niña. En el epitafio que el mismo Moro compuso veinte años después, la llama "uxorcula Mori", y en una carta de Erasmo, podemos encontrar casi todos los dones que conocemos de su mansa y agraciada personalidad.
Acerca de Moro, Erasmo nos ha dejado un maravilloso retrato en su famosa carta a Ulrich von Hutten, fechada el 23 de julio de 1519 (Epp. 447). La descripción es demasiado larga para darle en su totalidad, pero algunos extractos deben ser colocados aquí.
Voy ha comenzar por lo que menos conoces, no es alto de estatura, aunque tampoco chato. Sus extremidades están formadas con tan perfecta simetría, que no deja lugar a desear otra cosa. Su cutis es blanco, su cara es un poco pálida, pero nada rubicunda, un rubor débil de color rosa aparece bajo la blancura de su piel. Su pelo es color castaño oscuro o negro parduzco. Sus ojos son de un azul grisáceo, con algunas manchas, las cuales presagian un talento singular, y que entre los ingleses es considerado atractivo, aunque el alemán generalmente prefiere el negro. Se dice que nadie está tan libre de los vicios como él. Su semblante está en armonía con su carácter, siempre expresa una amable alegría, e incluso una risa incipiente y, para hablar con franqueza, está mejor condicionado para la alegría que para la gravedad o dignidad, aunque sin caer en la tontería o en bufonadas. Su hombro derecho es un poco más alto que el izquierdo, sobre todo cuando camina. Este no es un defecto de nacimiento, sino el resultado de un hábito, como los que solemos a menudo contraer. El resto de su persona no tiene nada que ofenda. Parece haber nacido e ideado para la amistad, y es un amigo muy fiel y paciente. Cuando encuentra alguien sincero y según su corazón, se complace tanto en su compañía y conversación que pone en él todo el encanto de la vida. En una palabra, si quieres un perfecto modelo de amistad, no lo encontrarás en nadie mejor que en Moro. En asuntos humanos no hay nada de lo que él no saque algo divertido, incluso de cosas que son serias. Si conversa con los sabios y juiciosos, se deleita en su talento, si con el ignorante y tonto, se deleita de su estupidez. Ni siquiera se ofende con los bromistas profesionales. Con una destreza maravillosa se acomoda a cada situación. Incluso con su propia esposa, como regla hablando con mujeres, habla con muchos chistes y bromas. Nadie es menos llevado por las opiniones de la muchedumbre, sin embargo, se aleja menos que nadie del sentido común. (véase Life, escrita por el padre Bridgett, pág., 56-60, para leer toda la carta).
Moro se casó nuevamente poco después la muerte de su primera esposa, optando esta vez por Alicia Middleton, una viuda. Ella era mayor que él por siete años, un alma buena, algo simple, sin belleza y educación; pero una buena ama de casa y se consagró al cuidado de los niños. En general, este matrimonio parece haber sido bastante satisfactorio, aunque la señora Moro normalmente no entendía los chistes de su marido.
La fama de Moro como abogado era, en esta época, muy grande. En 1510 fue nombrado alguacil menor de Londres, y cuatro años después, el cardenal Wolsey lo escogió para realizar una embajada a Flandes, para velar por los intereses de los comerciantes ingleses. Por este motivo, en 1515, estuvo fuera de Inglaterra durante más de seis meses. Durante este periodo realizó el primer boceto de su Utopía, obra famosa que fue publicada al año siguiente. Tanto el rey como Wolsey estaban deseosos por afianzar los servicios de Moro en la Corte. En 1516 se le concedió una pensión vitalicia de 100 libras, al año siguiente fue miembro de la embajada a Calais, y, más o menos por esa fecha, se convirtió en miembro del Consejo secreto. En 1519 renunció a su cargo de alguacil menor y se dedicó por completo a la Corte. En junio de 1520 ya pertenecía al séquito de Enrique en el "Campo de la Tela de Oro", en 1521 fue investido como caballero y el rey lo nombró tesorero subalterno. Cuando, al año siguiente, el emperador Carlos V visitó Londres, Moro fue elegido para darle unas palabras de bienvenida en latín; recibió tierras en Oxford y tres años después en Kent, siendo esto una prueba del gran favor que Enrique le tenía. En 1523 por recomendación de Wolsey, fue elegido Portavoz de la Cámara de los Comunes; en 1525 fue nombrado Administrador Mayor de la Universidad de Cambridge; y ese mismo año fue nombrado Canciller del Ducado de Lancaster, además de los cargos que ya tenía y ejercía. En 1523 Moro compró un trozo de tierra en Chelsea, en donde se construyó una mansión, aproximadamente a unos noventa metros del banco norte del Támesis, con un gran jardín que iba a lo largo del río. En ocasiones el rey se aparecía a cenar en esta casa sin ser esperado, o caminaba por el jardín rodeando con su brazo el cuello de Moro, disfrutando de su conversación. Pero Moro no se hacía ilusiones acerca del favor real del cual disfrutaba. "Si con mi cabeza consigue un castillo en Francia" -le dijo en 1525 a Roper, su yerno- "lo haría". En esta época la controversia luterana se había extendido a lo largo de Europa y, con algo de desgano, Moro se vio arrastrado en él. Sus escritos en defensa de la fe son mencionados en la lista de sus trabajos que damos a continuación, por lo que baste con decir que, si bien escribe con bastante más refinamiento que la mayoría de los escritores apologéticos de la época, en ellos hay cierto sabor desagradable para los lectores modernos. Al principio escribió en latín, pero cuando los libros de Tindal y otros reformadores ingleses empezaron a ser leídos por gente de todas las clases, adoptó el inglés como más útil a sus propósitos, haciéndolo así, dio no poca ayuda al desarrollo de la prosa inglesa.
En octubre de 1529, Moro sucedió a Wolsey como Canciller de Inglaterra, un cargo que nunca antes había sido ejercido por un seglar. En materias políticas no continuó con la línea de Wolsey, y su tenencia de la cancillería fue memorable por su justicia sin igual. Su diligencia era tal, que el suministro de causas quedaba realmente exhausto, hecho conmemorado en la famosa rima,
When More some time had Chancellor been
No more suits did remain.
The like will never more be seen,
Till More be there again.
(Cuando Moro por un tiempo fue Canciller
No quedaron juicios pendientes.
Algo así jamás será visto otra vez,
hasta que Moro esté nuevamente ahí).
Como canciller, su deber era velar por el cumplimiento de las leyes en contra de los herejes y por ello, se granjeó los ataques de escritores protestantes, tanto de su época como de tiempos posteriores. No hay necesidad de tratar este punto aquí, pero la actitud de Moro es clara. Él estuvo de acuerdo con los principios de las leyes en contra de los herejes, y no tenía dudas en hacer que se cumplieran. Como él mismo escribió en su "Apología" (cap. 49), eran los vicios de los herejes lo que él odiaba, y no a ellos como persona; y nunca llegó a extremos, antes de haber hecho todos los esfuerzos para lograr que fueran llevados ante él, para que se retractasen. Su éxito en esta empresa queda demostrado por el hecho de que sólo cuatro personas fueron multadas por herejía durante todo el tiempo en el que ejerció su cargo. La primera aparición pública de Moro como canciller fue en la apertura del nuevo Parlamento, en noviembre de 1529. Los relatos del discurso que pronunció en esta ocasión varían considerablemente, pero lo que sí queda bastante claro, es que él no tenía conocimiento alguno acerca de la serie de continuas intromisiones que este Parlamento haría en la Iglesia. Unos meses después, se dio la proclama real decretando que el clero debía reconocer a Enrique como "Cabeza Suprema" de la Iglesia "hasta donde la ley de Dios lo permitiera". Según el testimonio de Chapuy, Moro renunció a la cancillería en ese mismo instante, pero esta no fue aceptada. Su firme oposición a los planes de Enrique con respecto al divorcio, a la supremacía pontificia, y a las leyes en contra de los herejes, le hicieron perder con rapidez el favor real, y, en mayo de 1532, renunció a su cargo de Lord Canciller, después de ejercerlo durante menos de tres años. Esto significaba la pérdida de todos sus ingresos, salvo las 100 libras por año, las rentas por alguna propiedad que había comprado; pero él, con alegre indiferencia, redujo su estilo de vida para que esté de acuerdo a sus ingresos. El epitafio que escribió durante esta época para la tumba en la iglesia de Chelsea, dice que él pensaba consagrar los últimos años de su vida a prepararse para la otra vida.
Durante los siguientes dieciocho meses, Moro vivió aislado, dedicando bastante tiempo a los escritos apologéticos. Ansioso por evitar una ruptura pública con Enrique, guardó su distancia en la coronación de Ana Bolena, y cuando en 1533, Guillermo Rastell, su sobrino, escribió un folleto apoyando al Papa, el cual le fue atribuido a Moro, éste escribió a una carta a Cromwell, en la que negaba su participación y declaraba que conocía bastante bien sus obligaciones para con su rey, como para criticar sus políticas. Esta neutralidad, sin embargo, no satisfizo a Enrique, y el nombre de Moro fue incluido en el Decreto de Condenación enviado a los lords, contra la Doncella de Kent y sus amigos. Moro fue llevado ante cuatro miembros del Consejo, y se le preguntó el por qué de su negativa para aprobar la acción en contra del Papa de Enrique. Él contestó que ya había explicado esto al rey personalmente, y sin incurrir en su disgusto. Luego de un tiempo, en vistas a la gran popularidad de Moro, Enrique consideró que era conveniente borrar su nombre del Decreto de Condenación. Este hecho le mostró lo que podía suceder, pero, el Duque de Norfolk le advirtió personalmente del grave peligro en el que se encontraba, agregando: "indignatio principis mors est". "Si eso es todo, mi lord" -contestó Moro- "entonces, de buena fe, entre su gracia y yo, hay sólo una diferencia, que yo moriré hoy, y usted mañana". En marzo de 1534, el Acta de Sucesión fue aprobado, la cual obligaba a todos a hacer un juramento reconociendo a la prole de Enrique y Ana como herederos legítimos al trono, y además, incluía una cláusula en la que se repudiaba "cualquier autoridad extranjera, sea príncipe o potestad". El 14 de abril, Moro fue convocado por Lambeth, para que realizara su juramento y, al negarse, fue dado en custodia al Abad de Westminster. Cuatro días después, fue llevado a la Torre, y en noviembre fue condenado a prisión, acusado de traición. Las tierras que la corona le había entregado en 1523 y 1525 pasaron nuevamente a ser propiedad de la misma. En prisión padeció bastante por "su ya antigua enfermedad del pecho. por la grava, las piedras, y por las restricciones", pero su alegría habitual permanecía, y bromeaba con su familia y amigos siempre que le permitían verlos, mostrándose tan alegre como cuando estaba en Chelsea. Cuando estaba solo, pasaba el tiempo rezando y haciendo penitencia; escribió el "Diálogo sobre la consolación en la tribulación", tratado (inconcluso) sobre la Pasión de Cristo, y muchas cartas a su familia y a otros. En abril y mayo de 1535, Cromwell lo visitó para pedirle su opinión sobre los nuevos estatutos que le conferían a Enrique el título de Cabeza Suprema de la Iglesia. Moro se negó a dar cualquier respuesta más allá de declararse un súbdito fiel del rey. En junio, Rich, el procurador general, tuvo una conversación con Moro, y cuando presentó su informe de la misma, declaró que Moro había negado el poder del Parlamento para conferir la supremacía eclesiástica a Enrique. Fue en esta época en que se descubrió que Moro y Fisher, el Obispo de Rochester, habían intercambiado cartas mientras éste estaba en prisión, dando como resultado el que se le privara de todos los libros y materiales de escritura, pero él escribió a su esposa y a Margarita, su hija preferida, en trozos de papel desechados, con un palo carbonizado o pedazo de carbón.
El 1 de julio, Moro fue acusado de alta traición en Westminster Hall, ante una comisión especial conformada por veinte personas. Moro negó los cargos de la acusación, los cuales eran enormemente extensos, y denunció a Rich, el procurador general y principal testigo, de perjuro. El jurado lo declaró culpable y lo sentenció a ser colgado en Tyburn, pero, después de algunos días, Enrique cambió la sentencia, decretando que muera decapitado en Tower Hill. El relato de sus últimos días en la tierra, tal como lo narran Roper y Cresacre Moro, son de una gran belleza y ternura, y debe de ser leído en su totalidad; ciertamente, ningún mártir lo superó en fortaleza. Tal como Addison escribió en The Spectator (No. 349) "su inocente alegría, la cual siempre ha sobresalido durante su vida, no lo desamparó ni el último minuto. su muerte fue tal cual fue su vida. No hubo nada nuevo, forzado ni afectado. Él no veía su decapitación como una circunstancia que debía producirle algún cambio en su disposición fundamental". La ejecución tuvo lugar en Tower Hill "antes de las nueve en punto" del día 6 de julio, su cuerpo fue enterrado la iglesia de San Pedro ad vincula. Su cabeza, luego de ser sancochada, fue expuesta en el Puente de Londres durante un mes, hasta que Margarita Roper sobornó al encargado de tirarlo al río, para que se la entregara a ella. El último destino de esta reliquia es incierto, pero, en 1824, una caja de plomo fue hallada en la cripta de los Roper, en San Dunstan, Canterbury, la cual, al ser abierta, contenía una cabeza, la cual, se presume, pertenece a Moro. Los padres jesuitas en Stonyhurst, poseen una importante colección de pequeñas reliquias, la mayoría de ellas pertenecían al padre Tomás Moro S.J. (m. 1795), último heredero masculino del mártir. Éstos incluyen su sombrero, su birrete, su crucifijo de oro, un sello de plata, "George", y otros artículos. Su camisa de penitencia, la cual usó durante muchos años y envió a Margarita Roper el día antes de su martirio, es conservada por los canónigos agustinos de la Abadía de Leigh, en Devonshire, a quienes les fue confiada por Margarita Clements, la hija adoptiva de Tomás Moro. Varias cartas autógrafas se encuentran en el Museo británico. También existen varios retratos, siendo el mejor, el que realizó Holbein, el cual se encuentra entre las posesiones de E. Huth, Esq. Holbein también pintó a una gran cantidad de los miembros de su familia, pero este cuadro ha desaparecido, aunque el boceto original está en el Museo de Basilea, y una copia del siglo decimosexto se encuentra en propiedad de Lord St. Oswald. Tomás Moro fue beatificado por el Papa León XIII, en un Decreto emitido el 29 de diciembre de 1886. En 1935, fue canonizado por el Papa Pío XI.
G. ROGER HUDLESTON
Transcrito por Marie Jutras
Traducido por Bartolomé Santos
(Fuente: enciclopediacatolica.com)
Oración a Santo Tomás Moro:
ORACION DE SANTO TOMÁS MORO
Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por amor a Ti.
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu gracia para trabajar por estas cosas que te pido.
Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por amor a Ti.
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu gracia para trabajar por estas cosas que te pido.
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