viernes, 30 de noviembre de 2012

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

Por la señal...
Señor mío Jesucristo...

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.
Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).



DÍA PRIMERO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.

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DÍA SEGUNDO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión.

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DÍA TERCERO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.

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DÍA CUARTO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así te rogamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.

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DÍA QUINTO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer instante de su Concepción, diste a María más gracia que a todos los santos y ángeles del cielo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus Santos Sacramentos, especialmente el de la Comunión.

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DÍA SEXTO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer momento, infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.


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DÍA SÉPTIMO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.


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DÍA OCTAVO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero de ti, ¡oh Dios Señor nuestro!, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.

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DÍA NOVENO

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ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.


ORACIONES FINALES
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.
Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.
ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.

(Fuente: www.devocionario.com)

Novena a la Inmaculada Concepción día 2º

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener), si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.

DÍA SEGUNDO


ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión.

Meditar y rezar la oración final.


ORACIONES FINALES

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.

Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.

ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.

NOVENA POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO DIA NOVENO




ORACIÓN
Por la señal de la santa Cruz de nuestros enemigos líbranos señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien sois, porque os amo sobre todas las cosas, conociendo lo mucho que he pecado por mi culpa, una y mil veces, digo que de haberos ofendido me pesa; misericordia Dios mío, misericordia. Propongo firmemente la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén.

ORACIÓN
Angel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día. Hasta que me pongas en paz y alegría, con todos los santos, con Jesús, José y María, Amen.



OFRECIMIENTO PARA TODOS LOS DÍAS

¡Padre celestial! ¡Padre amorosísimo! que para salvar las almas quisisteis que vuestro Hijo unigénito, haciéndose hombre, se sujetase a la vida más pobre y mortificada y derramase su sangre en la cruz por nuestro amor! ¿Cómo dejarías sufrir largo tiempo en el purgatorio a unas almas que tanto costaron a Jesucristo y que son vuestras hijas amadísimas? ¿Cómo permitirías que fuese malograda sangre de tan gran valor? Compadeceos, pues, de estas pobrecitas almas y libradlas de sus penas y tormentos. Compadeceos también de la mía y libradla de la esclavitud del vicio. Y si vuestra justicia pide satisfacción por las culpas cometidas yo os ofrezco por las obras buenas que haga en este novenario. ¡A!, de ningún valor, son en verdad; pero las uno con los méritos infinitos de vuestro Hijo divino, con los dolores de su Madre Santísima y con las virtudes heroicas de cuantos han existido en la tierra. Miradnos a todos, vivos y difuntos, con ojos de compasión y haced que celebremos un día vuestras misericordias en el eterno descanso de la gloria.- Amén.

CONSIDERACIONES PARA EL DIA NOVENO

CONSIDERACIÓN
Grandes son las penas que sufren aquellas santas almas: el fuego, el tedio, la oscuridad, la incertidumbre del tiempo en que han de verse libres de aquella cárcel; pero de todas, la mayor para esas santas esposas, es la de verse separadas de su divino Esposo y privadas de su vista y presencia.

¡Oh Dios mío! ¿cómo he podido yo vivir tantos años lejos de Vos, privado de vuestra gracia? ¡Oh Bondad infinita! os amo sobre todas las cosas, me arrepiento con todo mi corazón de haberos ofendido y quisiera antes morir que volver a ofenderos.
Concededme la santa perseverancia y no permitáis que vuelva a caer otra vez en vuestra desgracia. Os suplico tengáis piedad de las almas del Purgatorio, especialmente las de mis padres, mis hermanos, mis parientes, mis amigos... y de todos aquellos por quienes mi corazón y mi conciencia me obligan a pediros con más empeño; que no sea por mi indiferencia o por mis culpas por lo que ellas permanezcan allí alejadas de Vos. Abreviad el tiempo de su destierro y admitidlas cuanto antes a la dicha de amaros para siempre en el cielo.
Y Vos, ¡oh dulce Virgen María, consoladora de los afligidos, Madre de nuestro Salvador Jesús y de todos los fieles. Vos sois también la Madre de las pobres almas que sufren en el Purgatorio, yo imploro con confianza la inmensa bondad de vuestro Corazón y os ruego intercedáis con vuestro divino Hijo, para que por los méritos de su santo sacrificio en la cruz, obtengan el alivio y la libertad a que aspiran. Así sea.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

http://novenaanimas.galeon.com/index.html




Aquí esforzando cada cual su devoción, pedirá interiormente a Cristo crucificado lo que desea conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio.

LAMENTOS

Oíd, mortales piadosos,
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Oh vosotros, caminantes,
suspended, oíd, parad,
bastará sólo el oírnos
a mover vuestra piedad!
Hoy pide nuestra aflicción
que queráis cooperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

No hay dolor, tormento, pena,
martirio, cruz ni aflicción,
que lleguen a ser pintura
de nuestra menor pasión;
solo alivia nuestros males
de vuestro amor esperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Aquí estoy en purgatorio
de fuego en cama tendido,
siendo mi mayor tormento
la ausencia de un Dios querido,
padezco sin merecer,
por mí no basta alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay de mí, ay, Dios severo,
ay llama voraz, activa,
ay bien merecido fuego,
ay conciencia, siempre viva,
ay justicia, que no cesa,
ay cuándo se ha de acabar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay culpa, lo que me cuestas,
no imaginé tu fiereza,
pues con tal tormento pago
lo que juzgué ligereza!
¡Cielos, piedad, basta, cielos!
¿Cuándo el día ha de llegar?

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Todo lo que aquí padezco,
es justo, santo y debido,
pues no se purga con menos,
haber a un Dios ofendido,
¡Ay, que puede no ofenderle!
¡Ay, que no hay más que esperar!

Que Dios nos saque de penas,
y nos lleve a descansar.

Padres, hermanos, amigos:
¿dónde está la caridad?
¿Favorecéis a un extraño.
y para mí no hay piedad?
¡Ea, venga una limosna,
siquiera sea el rogar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hijo ingrato que paseas
tan ricamente vestido,
y a costa de mis sudores
descansas en tanto olvido:
¡mira a tu padre quemando,
y lo puedes remediar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Quizá en ti sería arbitrario,
no obligación de justicia;
pues no cumples testamento,
aquí estoy por tu malicia;
abre los ojos, despierta,
paga, haciendo acelerar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hermanos en Jesucristo,
los que oís estos suspiros,
si queréis, podéis sacarnos
de estos lóbregos retiros,
a la Virgen y a los santos
pedidles quieran mediar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

De Getsemaní en el Huerto
sangre sudó el Redentor,
contemplando de estas penas
el gran tormento y rigor:
al Padre Eterno se ofrece,
no cesando allí de orar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

En vista de tal piedad,
no te olvides, oh mortal,
de este pío camposanto,
cementerio de hospital;
sigue, pues, la cofradía
que tierna te insta a clamar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Atiende y mira, cristiano,
aquí en este cementerio
tal vez tus padres y deudos
esperan de ti el remedio;
sufragios y sacrificios
te suplican sin cesar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Fieles cristianos, amigos,
dad crédito a estos lamentos,
obrad bien, fuera culpas,
para huir de estos tormentos.

¡Socorro, piedad, alivio!
concluimos con gritar.
Oíd mortales piadosos
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA


ORACIÓN

Recibid, Señor Dios mío, cuantos sacrificios os ha ofrecido y ofrece hoy por todo el mundo vuestra santa esposa, la santa Iglesia, y os suplico los apliquéis al alivio y descanso de las afligidas almas por quienes hago esta novena. Por los acerbos dolores de vuestra Madre Santísima en el día de vuestra dolorosa Pasión, dadles, Señor, refrigerio. Convertid a los pecadores, salvad a los agonizantes y a mí concededme la santificación en mi estado y la gracia particular que os pido, si es de vuestro beneplácito. Amén.


ORACIÓN

¡Abrevia, oh Padre bondadoso! las angustias que sufren las almas queridas en el Purgatorio. No dilates, Señor, el término de sus penas, la sangre del Calvario satisfaga tu Justicia y dígnate admitirla en tu Santa Gloria, en donde nos veamos todos y podamos ensalzar tus misericordias eternamente. Amen.

30 de Noviembre San Andrés Apostol


Autor: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
El pequeño hermano de Pedro
Mateo 4, 18-22. Fiesta de San Andrés. ¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? Entonces Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia no lo hubiera conocido.


Del

santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.
Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.

Oración introductoria

Ven Espíritu Santo, dame la luz para aguardar, en silencio, el llamado que Jesús quiera darme en esta oración. Fortalece mi espíritu para que sepa responder rápida y eficazmente, con generosidad y amor, a lo que Dios, en su Divina Providencia, quiera pedirme.

Petición

Señor, quiero seguirte, conviérteme en un auténtico discípulo y misionero de tu amor.

Meditación del Papa

Encontramos una palabra que nos afecta de modo particular: la palabra "llamada", "vocación". San Pablo escribe: "comportaos de una manera digna de la vocación, de la klesis, que habéis recibido". Y la repetirá poco después, afirmando que "...una misma esperanza a la que habéis sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida". Aquí, en este caso, se trata de la vocación común a todos los cristianos, es decir, de la vocación bautismal: la llamada a ser de Cristo y a vivir en Él, en su cuerpo. Dentro de esta palabra está inscrita una experiencia, resuena el eco de la experiencia de los primeros discípulos, la que conocemos por los Evangelios: cuando Jesús pasó por la orilla del lago de Galilea, y llamó a Simón y Andrés, y después Santiago y Juan. Y antes aún, junto al río Jordán, después del bautismo, cuando dándose cuenta de que Andrés y el otro discípulo lo seguían, les dijo: "Venid y veréis". La vida cristiana comienza con una llamada y queda siempre una respuesta, hasta el final. Y esto tanto en la dimensión del creer como en la del actuar: tanto la fe como el comportamiento del cristiano son correspondencia a la gracia de la vocación. Benedicto XVI, 7 de marzo de 2011.

Reflexión

Dos grupos de hermanos presenta nuestro Evangelio de hoy, quizás insinuándonos que las cosas para Dios tienen caminos tan singulares como llamar a todo el "futuro" de una familia. Pero si es Cristo quien llama... El sabe de sobra lo que hace. Y lo que hacía con la familia de Pedro y de Santiago era algo verdaderamente espectacular.

Andrés, el pequeño hermano de Pedro. ¡Quién lo fuera a pensar! De esos dos hombres habría de sacar la roca donde edificar la Santa Madre Iglesia. Efectivamente, porque otro pasaje, el que nos refiere Juan en su primer capítulo, nos presenta a los dos hermanos menores que se les ocurre seguir a Cristo, le conocen y ellos, terriblemente impresionados de ese singular Hombre que es Jesús, se lo cuentan a sus respectivos hermanos, que debieron ser hombres recios pues eran pescadores, y de gran corazón.

¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? O pongamos que lo hubiese seguido, ¿si no le hubiese dicho nada a Pedro? Era legítimo que se callase. El había encontrado al Señor y Pedro era ciertamente su hermano pero nada más. Pero cuando uno conoce a Cristo inevitablemente lo da a conocer. De no haberlo hecho no tendríamos quizás a Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia.

Sin embargo Andrés comprendió bien lo que significaba haber estado con el Señor. Tenía que mostrárselo a fuerzas a su hermano, tenía que llevarlo a su presencia como lo hizo, aunque Pedro se la estuviera pasando muy bien entre sus pescados, aunque fuera el "hombre" de la casa, aunque no aparentara tener mucha resonancia interior.

Andrés es, pues, el que lo conduce a Cristo, es el que nos hizo el favor de poder tener a ese Pedro tan bueno entre nosotros. Y tan buen hermano fue que no sólo fue apóstol como su hermano sino que dio su vida en la cruz y fundó (así es estimado en las iglesias de oriente) con su sangre la fe de tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, tendremos algún día el gusto de abrazar en la plena comunión con Roma. Andrés, buen ejemplo.

Catolicidad: VERSIÓN MODERNA DEL HIJO PRÓDIGO (VIDEO)

Catolicidad: VERSIÓN MODERNA DEL HIJO PRÓDIGO (VIDEO): Una bella versión actualizada de ese relato bíblico que simboliza la espera de Dios a la oveja descarriada. Ver video: _________...

VIERNES 30 DE NOVIEMBRE 10º DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


«Recuerda mi Ángel querido, que la verdadera
devoción a mi Inmaculado Corazón es interior; es
decir, viene solamente de dentro de tu corazón y es
cultivado en el alma.



La perfección de la consagración es tener confianza
como la de un niño en Mi, su Madre; esta confianza
hace que tu alma recurra a mi Inmaculado Corazón
con mucha sencillez y ternura; tú me implorarás a
todas horas, en todo lugar y por sobre todas las
cosas: en tus dudas para iluminarte, en tus extravíos
para que encuentres de nuevo el camino correcto,
en tus tentaciones para sostenerte, en tus
debilidades para fortalecerte, en cada día para que
yo pueda levantarte, en cada desánimo para que yo
pueda consolarte, en tus cruces, afanes y
tribulaciones de la vida para darte valor, para
aceptar y soportar.



Estos momentos son dados a través del profundo
amor en mi Corazón por ti; ven querido mío, recoge
la gracia del Cielo; abre tu corazón y permite que el
Espíritu Santo llene y penetre en ti plenamente.

Extiende tus manos y expón tu corazón a los deseos
de su toque majestuoso».

Mensaje de N.S. Medjugorje Marzo 6 de 1993



Guía: En el centro del reinado de los dos
Corazones, está el acto divino de la Redención; el
único propósito de este acto es el de unirse a su


propia unidad. Cuando el Espíritu Santo viene
dentro del corazón, lo hace como divino
unificador. Así como la atracción se junta en
nuestro propio corazón, los dos corazones de
Jesús y María se unen y la unión de ellos trae el
acto de Redención y Corredención; siendo este el
verdadero propósito de la consagración.



La consagración tiene como objetivo preparar el
corazón para recibir a Jesús por medio del Espíritu
Santo, y por esto mismo, uniendo los poderes
corredentores de Jesús y María; esto es lo que
causa que el alma sea fructífera. A la unidad de los
dos corazones viene la unión de nuestros propios
corazones, así, ¡Una unidad muy especial de tres
es creada!



Dirección: Debemos comprender lo que significa la
solitud del corazón; consiste en expulsar del alma
cada afecto que no sea para Dios y en buscar en
nuestras acciones solo la complacencia de su
sagrado corazón. En esencia, la solitud de corazón
implica que tú puedas decir con sinceridad: «Dios
mío, yo te deseo a Tí solamente y nada más».



Nosotros debemos separarnos de todas las cosas,
buscándolo solo a Él y así encontraremos su
corazón en abundancia; no se puede buscar ni
encontrar a Dios si Él no es conocido por el alma.
El corazón ocupado por los afectos del mundo no
puede reflejar puramente su luz divina; el alma
que desea ver a Dios tiene que remover el mundo


de su corazón, el alma que desea ver a Dios tiene
que retirarse a un corazón abierto; un corazón
simplemente enfocado a Él.



Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!,
guía mi corazón para encontrar solo a Dios en
todas las cosas y sobre todas las cosas y descansar
solo cuando haya encontrado solitud; concédeme
que en mi consagración, mi corazón busque esa
solitud en la tranquilidad de su paz; que el Espíritu
Santo consuma todos mis afectos mundanos
desde lo más profundo. ¡Oh María!, mi Madre, mi
refugio, concédeme la gracia de un corazón que
sepa estar en soledad.



«Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la
puerta y reza a tu Padre que comparte tus
secretos, y tu Padre que ve los secretos te
premiará»

(Mateo 6:6)
EL CREDO
> Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
> tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
> concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
> Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
> y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
> los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
> Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
> Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
> santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
> eterna. Amén.
> CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
> Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
> en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
> oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
> todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
> hijo y posesión vuestra.
> Amén
> EL ÁNGELUS
> V. El ángel de Señor anunció a María.
> R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
> Ave María……
> V. He aquí la esclava del Señor.
> R. Hágase en mí según tu palabra.
> Ave María……
> V. Y el Verbo se hizo carne.
> R. Y habitó entre nosotros.
> Ave María……
> V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
> R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
> Nuestro Señor Jesucristo.
> Amén
> Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
> que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
> de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
> Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
> Amé
> PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
> CORONILLA DE VIRTUDES
> Para pedir:
> 1.Virtud de Fe
> 2.Virtud de Esperanza
> 3.Virtud de Caridad
> 4.Virtud de Humildad
> 5.Virtud de Paciencia
> 6.Virtud de Perseverancia
> 7.Virtud de la Obediencia
> Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
> 1. Padre Nuestro…
> 2. Gloria al Padre…
> 3. Oración al Espíritu Santo
> Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
> para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
> mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
> dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
> todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
> Dios. Amén

> ¡OH MARÍA!
> «Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
> alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
> querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
> como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
> más conocido cada día».

> ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
> Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
> nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
> obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
> batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
> transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
> será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
> través de nuestras vidas.
> «Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
> Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
> crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»

> Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
> Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
> Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
> virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
> luz que todos vean».

La Corona de Adviento



Esta es una bonita tradición que yo llevo practicando varios año. Os animo a que lo hagáis.


(La Corona de Adviento acompaña pedagógica y simbólicamente nuestro caminar hacia el encuentro con Jesús)


Significado de la Corona de Adviento.

La Corona de Adviento es un elemento pedagógico-espiritual del Adviento, que acompaña nuestra Liturgia y Oración.

El Adviento es el Tiempo Litúrgico de preparación para la Navidad.

Comienza el cuarto domingo anterior al 25 de diciembre.

La Corona acompaña esta preparación.

Es circular, símbolo de la eternidad. El color verde de su follaje significa la vida siempre abundante que nos trae Jesús (anticipando el follaje siempre verde del árbol de Navidad, y remitiéndonos ambos al árbol siempre fecundo de la Cruz, que por la Resurrección comunica sus frutos constantemente).

Los listones rojos son signos del Amor de Dios, que fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5,5).

Las velas que se encienden en cada domingo de la espera, nos conducen a la Luz de Jesús, Luz del mundo, que se va incrementando hasta que “se hace presente” en la Navidad.

El primero y segundo domingo se encienden velas lilas (color de preparación y de espera), el tercer domingo vela rosa (símbolo de la alegría por la proximidad de la Venida del Señor Jesús), el cuarto nuevamente lila, y en la Nochebuena se enciende una vela blanca significando la gloria de Jesús en medio nuestro.

Esta luz intensa de las cinco velas en la Noche de Navidad, nos traslada al Cirio encendido en la Vigilia Pascual.

La Encarnación prepara la Resurrección.
Sin Encarnación no habría Resurrección.
Sin Resurrección, la Encarnación carecería de sentido y sería algo vacío.
La Resurrección es la Luz definitiva que ilumina nuestro caminar. Es la Realidad Total.

Jesús es la Luz Eterna y la Vida en Abundancia, el Amor del Padre presente entre nosotros.

De todo eso nos hace participar a través de signos y símbolos, en los cuales nos comunica su Realidad Viva, Amorosa y Luminosa.


Gustavo Daniel D´Apice
Profesor de Teología
http://es.catholic.net/gustavodaniel
http://gustavodaniel.autorcatolico.org/


jueves, 29 de noviembre de 2012

29 de noviembre: la Iglesia recuerda a San Gregorio, Taumaturgo.


 Se llama "taumaturgo" al que hace muchos milagros. A este santo le pusieron ese nombre porque, según decía la gente, desde tiempos de Moisés, no se había visto a un hombre conseguir tantos milagros como los que obtuvo él.

Nació Gregorio en el lejano año 268, cerca del Mar Negro, de una familia pagana. Sus padres, que eran de familia

noble, lo encauzaron hacia los estudios de las leyes.

Cuando era joven tuvo que viajar a Cesarea, en Palestina, a acompañar a una hermana, y allá conoció al sabio más grande de su tiempo que era Orígenes, el cual había puesto una escuela de teología en esa ciudad. Desde el primer encuentro el sabio Orígenes se dio cuenta de que Gregorio poseía unas cualidades excepcionales para el estudio y lo recibió en su famosa escuela.

Orígenes lo dedicó a que leyera todo lo que los antiguos autores habían escrito acerca de Dios y el joven se fue dando cuenta de que lo verdaderamente admirable y cierto acerca de Dios es lo que dice la Santa Biblia, y se convirtió al cristianismo y se hizo bautizar.

Fascinado por la personalidad de Orígenes, el joven Gregorio renunció a su antiguo plan de dedicarse a la abogacía y se consagró totalmente a los estudios religiosos. Más tarde dirá: "Cuando estábamos estudiando, nuestro maestro Orígenes era para nosotros como un ángel de la guarda. Siempre cuidaba de nuestra alma con un interés increíble. Parecía que cuando íbamos a sus clases el ángel guardián no tenía nada que hacer porque el maestro Orígenes lo reemplazaba cuidando amorosamente el alma de cada uno de nosotros. Nos guiaba por el camino de la virtud no sólo con sus luminosas palabras sino con los admirables ejemplos de su buen comportamiento". ¡Ojalá que los alumnos de hoy pudieran decir lo mismo de todos sus maestros!

El año 238 cuando ya Gregorio terminó sus estudios hizo un hermoso discurso de despedida a su gran profesor, alabando los métodos que Orígenes tenía para educar. En este discurso, que aún se conserva, se señalan ciertos datos de importancia para conocer como aquel sabio se preocupaba no sólo de que sus alumnos fueran muy instruidos sino también de que fueran sumamente virtuosos.

Al llegar a su patria, a su ciudad Neocesarea del Ponto (en la Turquía actual), fue nombrado obispo, y empezó entonces una cadena incontable de milagros. San Gregorio de Nisa, al hacer el discurso fúnebre de nuestro santo, narra unos cuantos, como por ejemplo, el poder tan extraordinario que tenía de expulsar los malos espíritus.

En cierta ocasión dos familias se peleaban a muerte por un nacimiento de agua. Viendo que la pelea no acababa nunca, el santo le envió una bendición a la fuente y esta se secó y ya no hubo más peleas. La casa del obispo Gregorio estaba siempre llena de gente aguardando en su puerta para que les diera la bendición. Él los instruía en la religión y luego les obtenía de Dios su curación. Y así con su predicación y sus milagros logró aumentar enormemente el número de cristianos en aquella ciudad.

San Gregorio Taumaturgo necesitaba construir un nuevo templo porque el número de creyentes había aumentado mucho, pero no tenía como terreno sino un cerro abrupto. Y un día dijo: "Vamos a ver si es cierto lo que Jesús dijo: "si tenéis fe, podréis decir a un monte: ¡quítate de ahí! – y este obedecerá". Y se puso a rezar con mucha fe, y sobrevino un terremoto y el cerro se derrumbó quedando allí una buena explanada para construir el templo.

San Gregorio de Nisa y San Basilio comentaban cómo su abuela Santa Macrina, que había conocido a este santo les narraba que la vida de Gregorio era como un retrato de lo que el evangelio dice que debe ser la vida de un buen amigo de Dios; que nadie veía en él jamás un estallido de cólera; que siempre sus respuestas eran sencillas: "sí, sí" o "no, no", como lo manda el evangelio. Que su piedad era tan admirable que al rezar parecía estar viendo al invisible".

Al estallar la persecución de Decio en 250, San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para que no tuvieran peligro de renegar de su fe cristiana por temor a los tormentos. Y él mismo ser retiró a un bosque, acompañado de un antiguo sacerdote pagano, al cual él había convertido al cristianismo.

Y sucedió que un infante fue y avisó a la policía dónde estaban escondidos los dos. Y llegó un numeroso grupo de policías y por más que requisaron todo el bosque no lo lograron encontrar. Cuando la policía se fue, llegó el informante y al verlos allí y darse cuenta de que por milagro no los habían logrado ver los policías, se convirtió el también al cristianismo.

San Gregorio se propuso hacer que la religión fuera muy agradable para la gente y así en las vísperas de las grandes fiestas organizaba resonantes festivales populares donde todo el mundo estaba contento y alegre sin ofender a Dios. Esto le atrajo la simpatía de la ciudad.

Se ha hecho célebre en la historia de la Iglesia la frase que dijo este gran santo poco antes de morir. Preguntó: "¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?" Le respondieron: "Quedan diecisiete", y él exclamó gozoso: "Gracias Señor: ese era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos".

Poco antes de morir pidió que lo enterraran en el cementerio de los pobres porque él quería estar también junto a ellos hasta después de muerto.
Las gentes lo invocaban después cuando había inundaciones y terremotos, y es que él con sus oraciones logró detener terribles inundaciones que amenazaban acabar con todo.

En verdad que en la vida de San Gregorio Taumaturgo sí que se cumplió aquello que decía Jesús: "Según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán". Quiera Dios bendito y adorado darnos también a cada uno de nosotros una gran fe que mueva montañas de dificultades.


ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Gregorio, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros la fe, el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S.

Novena a la Inmaculada Concepción dia 1º


Novena a la Inmaculada Concepción

Por la señal de la Santa Cruz.....

ACTO DE CONTRICIÓN


Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener), si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.


ORACIONES FINALES

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.

Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.

ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.

DÍA PRIMERO

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.

Meditar y rezar la oración final.

NOVENA POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO DIA OCTAVO



ORACIÓN
Por la señal de la santa Cruz de nuestros enemigos líbranos señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien sois, porque os amo sobre todas las cosas, conociendo lo mucho que he pecado por mi culpa, una y mil veces, digo que de haberos ofendido me pesa; misericordia Dios mío, misericordia. Propongo firmemente la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén.

ORACIÓN
Angel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día. Hasta que me pongas en paz y alegría, con todos los santos, con Jesús, José y María, Amen.



OFRECIMIENTO PARA TODOS LOS DÍAS

¡Padre celestial! ¡Padre amorosísimo! que para salvar las almas quisisteis que vuestro Hijo unigénito, haciéndose hombre, se sujetase a la vida más pobre y mortificada y derramase su sangre en la cruz por nuestro amor! ¿Cómo dejarías sufrir largo tiempo en el purgatorio a unas almas que tanto costaron a Jesucristo y que son vuestras hijas amadísimas? ¿Cómo permitirías que fuese malograda sangre de tan gran valor? Compadeceos, pues, de estas pobrecitas almas y libradlas de sus penas y tormentos. Compadeceos también de la mía y libradla de la esclavitud del vicio. Y si vuestra justicia pide satisfacción por las culpas cometidas yo os ofrezco por las obras buenas que haga en este novenario. ¡A!, de ningún valor, son en verdad; pero las uno con los méritos infinitos de vuestro Hijo divino, con los dolores de su Madre Santísima y con las virtudes heroicas de cuantos han existido en la tierra. Miradnos a todos, vivos y difuntos, con ojos de compasión y haced que celebremos un día vuestras misericordias en el eterno descanso de la gloria.- Amén.

CONSIDERACIONES PARA EL DIA OCTAVO



CONSIDERACIÓN
Otra pena, en extremo amarga para aquellas benditas almas, es el pensar que durante su vida uso Dios con ellas de muchas misericordias especiales que no tuvo con los demás, y ellas con sus pecados le obligaron a que las condenara al infierno, aunque después por su misericordia las haya perdonado y salvado, viéndolas arrepentidas.
Vedme aquí, ¡oh Dios mío! Yo soy uno de aquellos ingratos que después de haber recibido de Vos tantas gracias, he despreciado vuestro amor y os he obligado a condenarme al infierno. Gracias os doy por la misericordia y paciencia que habeís tenido en esperarme, me arrepiento con toda mi alma de haberos ofendido, y propongo la enmienda con vuestra gracia. Tened piedad de mí y de aquellas benditas almas que habiendo podido llegar a un alto grado de perfección en la tierra, merecen ahora estar más tiempo en el Purgatorio por sus continuas infidelidades a los llamamientos a vuestra gracia.
Y Vos, Virgen fidelísima, interponed vuestros méritos en su favor.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria


Aquí esforzando cada cual su devoción, pedirá interiormente a Cristo crucificado lo que desea conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio.

LAMENTOS

Oíd, mortales piadosos,
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Oh vosotros, caminantes,
suspended, oíd, parad,
bastará sólo el oírnos
a mover vuestra piedad!
Hoy pide nuestra aflicción
que queráis cooperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

No hay dolor, tormento, pena,
martirio, cruz ni aflicción,
que lleguen a ser pintura
de nuestra menor pasión;
solo alivia nuestros males
de vuestro amor esperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Aquí estoy en purgatorio
de fuego en cama tendido,
siendo mi mayor tormento
la ausencia de un Dios querido,
padezco sin merecer,
por mí no basta alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay de mí, ay, Dios severo,
ay llama voraz, activa,
ay bien merecido fuego,
ay conciencia, siempre viva,
ay justicia, que no cesa,
ay cuándo se ha de acabar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay culpa, lo que me cuestas,
no imaginé tu fiereza,
pues con tal tormento pago
lo que juzgué ligereza!
¡Cielos, piedad, basta, cielos!
¿Cuándo el día ha de llegar?

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Todo lo que aquí padezco,
es justo, santo y debido,
pues no se purga con menos,
haber a un Dios ofendido,
¡Ay, que puede no ofenderle!
¡Ay, que no hay más que esperar!

Que Dios nos saque de penas,
y nos lleve a descansar.

Padres, hermanos, amigos:
¿dónde está la caridad?
¿Favorecéis a un extraño.
y para mí no hay piedad?
¡Ea, venga una limosna,
siquiera sea el rogar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hijo ingrato que paseas
tan ricamente vestido,
y a costa de mis sudores
descansas en tanto olvido:
¡mira a tu padre quemando,
y lo puedes remediar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Quizá en ti sería arbitrario,
no obligación de justicia;
pues no cumples testamento,
aquí estoy por tu malicia;
abre los ojos, despierta,
paga, haciendo acelerar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hermanos en Jesucristo,
los que oís estos suspiros,
si queréis, podéis sacarnos
de estos lóbregos retiros,
a la Virgen y a los santos
pedidles quieran mediar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

De Getsemaní en el Huerto
sangre sudó el Redentor,
contemplando de estas penas
el gran tormento y rigor:
al Padre Eterno se ofrece,
no cesando allí de orar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

En vista de tal piedad,
no te olvides, oh mortal,
de este pío camposanto,
cementerio de hospital;
sigue, pues, la cofradía
que tierna te insta a clamar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Atiende y mira, cristiano,
aquí en este cementerio
tal vez tus padres y deudos
esperan de ti el remedio;
sufragios y sacrificios
te suplican sin cesar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Fieles cristianos, amigos,
dad crédito a estos lamentos,
obrad bien, fuera culpas,
para huir de estos tormentos.

¡Socorro, piedad, alivio!
concluimos con gritar.
Oíd mortales piadosos
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA


ORACIÓN

Recibid, Señor Dios mío, cuantos sacrificios os ha ofrecido y ofrece hoy por todo el mundo vuestra santa esposa, la santa Iglesia, y os suplico los apliquéis al alivio y descanso de las afligidas almas por quienes hago esta novena. Por los acerbos dolores de vuestra Madre Santísima en el día de vuestra dolorosa Pasión, dadles, Señor, refrigerio. Convertid a los pecadores, salvad a los agonizantes y a mí concededme la santificación en mi estado y la gracia particular que os pido, si es de vuestro beneplácito. Amén.


ORACIÓN

¡Abrevia, oh Padre bondadoso! las angustias que sufren las almas queridas en el Purgatorio. No dilates, Señor, el término de sus penas, la sangre del Calvario satisfaga tu Justicia y dígnate admitirla en tu Santa Gloria, en donde nos veamos todos y podamos ensalzar tus misericordias eternamente. Amen.

JUEVES 29 DE NOVIEMBRE 9º DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


«Queridos hijos: ¿Cómo se esconden del amor de mi
Inmaculado Corazón?, vengo a traerles mi mensaje
de paz dentro del mundo. Para ayudarme en esta
tarea, deben permitir que yo habite dentro y a
través de ustedes en sus consagraciones a mi
Inmaculado Corazón; solo de esta manera podrán
participar en lo más profundo de mi Triunfo. Cuando
mi Corazón sea infundido en los suyos y los suyos se
vuelvan míos, ustedes ganarán la victoria de la paz
en la tierra.



Queridos hijos: les pido una intención en sus
oraciones del Rosario; que todos los corazones se
abran para responder a mi petición por esta
consagración global. Lo que yo deseo más que todo,
es estar con ustedes otra vez en este día. El próximo
mes vendré con la abundancia de gracias del Espíritu
Santo dentro de mi Corazón para prepararlos para el
momento de su FIAT».

Mensaje de N.S. Medjugorje Febrero 14 de 1993




Guía: El fundamento para la consagración se
encuentra en un deseo magnético, este deseo
atrae a Nuestra Señora hacia nosotros y a
nosotros hacia Ella; por medio de esta atracción, el
fundamento está puesto para continuar la
preparación de la consagración.



El Espíritu Santo como el esposo de Nuestra
Señora, viene del interior del corazón de Ella al
nuestro; una vez que Nuestra Señora ha hecho
madurar nuestros corazones, el Espíritu Santo
vendrá a cosechar ese amor tan santo; porque
todavía es a su Hijo a quien Ella lleva en cada
corazón



Nuestra Señora nos asegura que Ella vendrá a
habitar dentro de nuestros corazones, y con Ella
viene la chispa del Espíritu Santo para hacer
fructífera nuestra consagración.



Dirección: La humildad es la base y el guardián de
todas las virtudes; el Señor ha prometido escuchar
todas nuestras oraciones. Al orgulloso, Él le oye
con oídos sordos y se resiste a sus peticiones; pero
con el humilde, es generoso más allá de toda
medida; a estos Él les abre sus manos y les
concede todo lo que ellos pidan o deseen.



A través de nuestra consagración nosotros
ganamos en esta gracia, pero es solo en la
humildad como nosotros podemos realizar y
disfrutar de nuestra promesa; con el FIAT que


haremos vienen los bloques que forman el
cimiento del Triunfo de Nuestra Señora dentro de
nuestros propios corazones. Humilla tu alma ante
el señor y espera de sus manos cualquier cosa que
busques.



Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!,
ten piedad de mí, ilumina mi alma y hazme ser y
sentir lo que yo soy y lo que yo merezco. Ayúdame
a descubrir que las costumbres del mundo sólo
están llenas de tristezas y a encontrar los méritos
del Cielo en las profundidades de la humildad.



Reina y abogada mía, asísteme para humillar mi
corazón y mi alma ante la gloria de Dios,
concédeme la gracia de la humildad en el
momento de mi consagración para que yo pueda
imitar la intensidad de tu propio FIAT.



«Porque quiso mirar la condición humilde de su
esclava»

(Lucas 1:47)
EL CREDO
> Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
> tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
> concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
> Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
> y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
> los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
> Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
> Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
> santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
> eterna. Amén.
> CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
> Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
> en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
> oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
> todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
> hijo y posesión vuestra.
> Amén
> EL ÁNGELUS
> V. El ángel de Señor anunció a María.
> R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
> Ave María……
> V. He aquí la esclava del Señor.
> R. Hágase en mí según tu palabra.
> Ave María……
> V. Y el Verbo se hizo carne.
> R. Y habitó entre nosotros.
> Ave María……
> V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
> R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
> Nuestro Señor Jesucristo.
> Amén
> Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
> que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
> de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
> Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
> Amé
> PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
> CORONILLA DE VIRTUDES
> Para pedir:
> 1.Virtud de Fe
> 2.Virtud de Esperanza
> 3.Virtud de Caridad
> 4.Virtud de Humildad
> 5.Virtud de Paciencia
> 6.Virtud de Perseverancia
> 7.Virtud de la Obediencia
> Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
> 1. Padre Nuestro…
> 2. Gloria al Padre…
> 3. Oración al Espíritu Santo
> Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
> para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
> mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
> dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
> todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
> Dios. Amén

> ¡OH MARÍA!
> «Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
> alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
> querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
> como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
> más conocido cada día».

> ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
> Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que
> nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los
> obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta
> batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para
> transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que
> será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a
> través de nuestras vidas.
> «Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi
> Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea
> crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»

> Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
> Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
> Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
> virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
> luz que todos vean».

Catolicidad: DIOS AMA A LOS HUMILDES: PADRE PÍO

Catolicidad: DIOS AMA A LOS HUMILDES: PADRE PÍO: La humildad es la verdad, y la verdad es que yo no soy nada. Por consiguiente, todo lo bueno que tengo viene de Dios. Pero a veces mal...

IRRADIAR A CRISTO

IRADIAR A CRISTO

¡Oh, Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya.
Inunda mi alma de tu espíritu y vida. Penétrame y aduéñate tan por completo de mí, que toda mi vida sea una irradiación de la tuya.
Ilumina por mi medi




¡Oh, Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya.
Inunda mi alma de tu espíritu y vida. Penétrame y aduéñate tan por completo de mí, que toda mi vida sea una irradiación de la tuya.
Ilumina por mi medi
o y de tal manera toma posesión de mí, que cada alma con la que yo entre en contacto pueda sentir tu presencia en mi alma.

Que al verme no me vea a mí, sino a Tí en mí.
Permanece en mí. Así resplanderceré con tu mismo resplandor, y que mi resplandor sirva de luz para los demás.
Mi luz toda de Tí vendrá, Jesús; ni el más leve rayo será mío. Serás Tú el que iluminarás a otros por mi medio.
Sugiéreme la alabanza que más te agrada, iluminando a
otros a mi alrededor.
Que no te pregone con palabras sino con mi ejemplo, con el influjo de lo que yo lleve a cabo, con el destello visible del amor que mi corazón saca de Tí. Amén
AUTOR: Cardenal Newman

ADM. Isabel Rosario

El Padre Pio y el Sacramento de la Confesión / Dibujos animados

Exámen de Conciencia enseñalo a tus hijos
Cómo debemos hacer el examen de conciencia?

1) Pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine y nos recuerde cuáles son los pecados nuestros que más l

e están disgustando a Dios. 2) Vamos repasando los diez mandamientos para saber qué faltas hemos cometido contra ellos. Por ejemplo:
1er Mandamiento

Me acuesto o me levanto sin rezar? Me averguenzo de aparecer creyente ante los demás? He creído en supersticiones, por ejemplo; amuletos, sales, brujas, lectura de naipes o de humo de cigarrillo, o espiritistas?
2ndo Mandamiento

He dicho el Nombre de Dios sin respeto y por cualquier tontería?
3er Mandamiento

He faltado a misa los domingos?
4rto Mandamiento

He desobedecido a mis padres? No les he querido ayudar? Los he tratado mal? He perdido el tiempo en vez de estudiar o trabajar?
5to Mandamiento

He deseado que a otros les vaya mal? He peleado? He dicho groserías? Tengo resentimientos contra alguna persona y no le quiero perdonar? No rezo por los que me han tratado mal? Me he burlado de alguien? He puesto sobrenombres? He tratado con dureza? He dicho palabras ofensivas? He hablado mal de otras personas? He contado lo malo que han hecho o lo que dicen de ellos? He escandalizado? (o sea, he ensenado lo malo a los que no lo saben?) Cuántas veces? Me he aprovechado de los más débiles para golpearlos o humillarlos?
6to Mandamiento

He detenido en mi cerebro por varios minutos pensamientos o deseos impuros? He mirado películas impuras, o revistas pornográficas o escenas impuras por televisi´n? He dicho o celebrado chistes malos? He hecho acciones impuras conmigo mismo o con algunas personas? Tengo alguna amistad que me hace pecar?
7mo Mandamiento

He robado? Cuáto vale lo que he robado? Pienso devolverlo o dar eso a los pobres? He devuelto lo prestado? He tenido pereza en cumplir los deberes?
8vo Mandamiento

He dicho mentiras? He inventado de otros lo que no han hecho o dicho? He hecho trampas en negocios o estudios? He creído que Dios no me va a ayudar?
9no Mandamiento

He codiciado la mujer o el esposo de mi prójimo? He mirado a un hombre a una mujer de manera impura?
10mo Mandamiento

He deseado los bienes ajenos? He sido envidioso? He sido avaro? He comido más de lo que necesito? He sido orgulloso?
Qué otras preguntas me debo hacer al examinar la conciencia?

Cuáles son las faltas que más cometo y repito? Cuáles serán las causas por las cuales cometo esos pecados? Por ejemplo:
Soy de mal genio: por que será? Será que no descanso?
Será que me disgusto por pequeneces que no disgustan a Dios? (Lo que no disgusta a Dios no me debe disgustar a mí)
Será que me preocupo demasiado como si Dios no cuidara de mí y no me fuera a ayudar? Será que no me conformo con lo que Dios permite que me suceda?

(Todo lo permite Dios para el bien de los que lo aman, dice la Sagrada Biblia). Otro ejemplo: Hablo mal de los demá?.
Por qué será? Será que vivo juzgando a los otros olvidando lo que dijo Jesús: "no juzguéis y no seréis juzgados, condenéis y no seréis condenados" (Mt 7,1), o será que trato con personas murmuradoras que me prenden su murmuradera?

Me vienen pensamientos o deseos impuros: Por qué será?
Será que veo películas impuras o malas en TV o leo revistas pornográficas?

Otra pregunta: Cuál será el pecado mío que más le está disgustando a Dios? Si Cristo se me apareciera a ofrecerme quitarme un pecado, Cuál le pediría que me quitara? Qué voy a hacer para tratar de no cometer ese pecado?
Qué es arrepentirse de los pecados?

Arrepentirse de los pecados es sentir tristeza o pesar de haber ofendido a Dios que es tan bueno y por haber hecho, pensado o dicho lo que nos hace daño a nosotros mismos o a los demás.

ADM. Isabel Rosario

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Legión de San Miguel

Os invito a uniros a esta página, para ser legionarios de San Miguel
http://legionsanmiguel.blogspot.com.es/

GOSPA YO CONFÍO EN TI


Gospa yo confío en ti…
¿Por qué te agitas y confundes antes los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te saldrá mejor. Cuando te abandones en Mí de todo corazón todo se resolverá con tranquilidad según los designios de Mi Hijo. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos y dime con calma: Madre yo confío en ti.
Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame a mí ser tu Madre y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deposita en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente:
Madre yo confío en ti.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: Madre yo confío en ti, no seas como el paciente que pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos maternales, no tengas miedo: Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o complican a pesar de tu oración, sigue aún confiando, cierra los ojos del alma y confía aún más. Continúa diciéndome a toda hora: Madre yo confío en ti.
Necesito tener las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones infantiles. El enemigo no quiere sino eso: agitarte, angustiarte y quitarte la paz. Confía  en Mí, reposa en Mí, abandonándote en Mí. Yo consigo de Mi Hijo los milagros en proporción del abandono y la confianza que tu tengas en Mí. Así que no te preocupes, confíame todas tus angustias y quédate tranquilo, sólo dime a toda hora: Madre yo confío en ti. Vas a ver luego los milagros, te los estoy prometiendo porque soy tu Madre y te Amo.
¡Si supieras cuánto TE AMO llorarías de alegría!

NOVENA POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO DIA SÉPTIMO



ORACIÓN
Por la señal de la santa Cruz de nuestros enemigos líbranos señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien sois, porque os amo sobre todas las cosas, conociendo lo mucho que he pecado por mi culpa, una y mil veces, digo que de haberos ofendido me pesa; misericordia Dios mío, misericordia. Propongo firmemente la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén.

ORACIÓN
Angel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día. Hasta que me pongas en paz y alegría, con todos los santos, con Jesús, José y María, Amen.



OFRECIMIENTO PARA TODOS LOS DÍAS

¡Padre celestial! ¡Padre amorosísimo! que para salvar las almas quisisteis que vuestro Hijo unigénito, haciéndose hombre, se sujetase a la vida más pobre y mortificada y derramase su sangre en la cruz por nuestro amor! ¿Cómo dejarías sufrir largo tiempo en el purgatorio a unas almas que tanto costaron a Jesucristo y que son vuestras hijas amadísimas? ¿Cómo permitirías que fuese malograda sangre de tan gran valor? Compadeceos, pues, de estas pobrecitas almas y libradlas de sus penas y tormentos. Compadeceos también de la mía y libradla de la esclavitud del vicio. Y si vuestra justicia pide satisfacción por las culpas cometidas yo os ofrezco por las obras buenas que haga en este novenario. ¡A!, de ningún valor, son en verdad; pero las uno con los méritos infinitos de vuestro Hijo divino, con los dolores de su Madre Santísima y con las virtudes heroicas de cuantos han existido en la tierra. Miradnos a todos, vivos y difuntos, con ojos de compasión y haced que celebremos un día vuestras misericordias en el eterno descanso de la gloria.- Amén.

CONSIDERACIONES PARA EL DIA SEPTIMO


CONSIDERACIÓN
Aumentan también las penas de aquellas benditas almas todos los beneficios particulares que recibieron de Dios, como el haber recibido el bautismo, el haber nacido en país católico, el haberles esperado Dios a penitencia y alcanzar el perdón de sus pecados tantas veces; porque todos esos favores les hacen conocer mejor la ingratitud con que han correspondido a Dios.
Pero, ¡Dios mío! ¿quién ha sido más ingrato que yo? Vos me habéis esperado con tanta paciencia, me habéis perdonado tantas veces con amor, y yo, después de tantas promesas, os he vuelto a ofender. No me arrojéis al infierno porque os quiero amar y en el infierno no podría hacerlo. Tened lástima de mi alma y piedad de las del Purgatorio, que por sus muchas culpas se han hecho menos acreedoras a vuestra misericordia.
Y Vos, oh Madre de misericordia, mitigad con vuestro poder sus sufrimientos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria




Aquí esforzando cada cual su devoción, pedirá interiormente a Cristo crucificado lo que desea conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio.

LAMENTOS

Oíd, mortales piadosos,
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Oh vosotros, caminantes,
suspended, oíd, parad,
bastará sólo el oírnos
a mover vuestra piedad!
Hoy pide nuestra aflicción
que queráis cooperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

No hay dolor, tormento, pena,
martirio, cruz ni aflicción,
que lleguen a ser pintura
de nuestra menor pasión;
solo alivia nuestros males
de vuestro amor esperar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Aquí estoy en purgatorio
de fuego en cama tendido,
siendo mi mayor tormento
la ausencia de un Dios querido,
padezco sin merecer,
por mí no basta alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay de mí, ay, Dios severo,
ay llama voraz, activa,
ay bien merecido fuego,
ay conciencia, siempre viva,
ay justicia, que no cesa,
ay cuándo se ha de acabar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

¡Ay culpa, lo que me cuestas,
no imaginé tu fiereza,
pues con tal tormento pago
lo que juzgué ligereza!
¡Cielos, piedad, basta, cielos!
¿Cuándo el día ha de llegar?

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Todo lo que aquí padezco,
es justo, santo y debido,
pues no se purga con menos,
haber a un Dios ofendido,
¡Ay, que puede no ofenderle!
¡Ay, que no hay más que esperar!

Que Dios nos saque de penas,
y nos lleve a descansar.

Padres, hermanos, amigos:
¿dónde está la caridad?
¿Favorecéis a un extraño.
y para mí no hay piedad?
¡Ea, venga una limosna,
siquiera sea el rogar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hijo ingrato que paseas
tan ricamente vestido,
y a costa de mis sudores
descansas en tanto olvido:
¡mira a tu padre quemando,
y lo puedes remediar!

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Quizá en ti sería arbitrario,
no obligación de justicia;
pues no cumples testamento,
aquí estoy por tu malicia;
abre los ojos, despierta,
paga, haciendo acelerar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Hermanos en Jesucristo,
los que oís estos suspiros,
si queréis, podéis sacarnos
de estos lóbregos retiros,
a la Virgen y a los santos
pedidles quieran mediar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

De Getsemaní en el Huerto
sangre sudó el Redentor,
contemplando de estas penas
el gran tormento y rigor:
al Padre Eterno se ofrece,
no cesando allí de orar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

En vista de tal piedad,
no te olvides, oh mortal,
de este pío camposanto,
cementerio de hospital;
sigue, pues, la cofradía
que tierna te insta a clamar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Atiende y mira, cristiano,
aquí en este cementerio
tal vez tus padres y deudos
esperan de ti el remedio;
sufragios y sacrificios
te suplican sin cesar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

Fieles cristianos, amigos,
dad crédito a estos lamentos,
obrad bien, fuera culpas,
para huir de estos tormentos.

¡Socorro, piedad, alivio!
concluimos con gritar.
Oíd mortales piadosos
y ayudadnos a alcanzar:

Que Dios nos saque de penas
y nos lleve a descansar.

ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA


ORACIÓN

Recibid, Señor Dios mío, cuantos sacrificios os ha ofrecido y ofrece hoy por todo el mundo vuestra santa esposa, la santa Iglesia, y os suplico los apliquéis al alivio y descanso de las afligidas almas por quienes hago esta novena. Por los acerbos dolores de vuestra Madre Santísima en el día de vuestra dolorosa Pasión, dadles, Señor, refrigerio. Convertid a los pecadores, salvad a los agonizantes y a mí concededme la santificación en mi estado y la gracia particular que os pido, si es de vuestro beneplácito. Amén.


ORACIÓN

¡Abrevia, oh Padre bondadoso! las angustias que sufren las almas queridas en el Purgatorio. No dilates, Señor, el término de sus penas, la sangre del Calvario satisfaga tu Justicia y dígnate admitirla en tu Santa Gloria, en donde nos veamos todos y podamos ensalzar tus misericordias eternamente. Amen.

MIÉRCOLES 28 DE NOVIEMBRE 8º DÍA DE PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

OCTAVO DÍA
«Mis queridos hijos: no me abandonen, Yo anhelo acogerlos a
todos en el calor de mis brazos; permanezcan fuertes en unidad.
Satanás no puede causar daño cuando permanecemos todos unidos
con mi Jesús como nuestro centro.
Les digo: vengo a llamarlos hacia una convicción, la convicción
de la consagración global; vendré a recoger las cosechas de esta
consagración unificada, mi corte. En la consagración a mi Inmaculado
Corazón ustedes darán su «SI» para ser escogidos y colocados a su
servicio de un modo especial; ustedes están aceptando los sacrificios
del triunfo, porque yo le pediré mucho a cada uno. Humillen sus almas
y tomen mi mano, permítanme conducirlos a la paz; la paz de sus
familias, la paz de sus países nativos y la paz en el mundo.
Queridos hijos; ábranme sus corazones a mí porque yo deseo
colocar mi chispa dentro de ustedes, yo solo puedo dar lo que ustedes
puedan aceptar, mientras más permitan el paso de mi mensaje a su
alma, más se me permitirá llevarlos dentro a las profundidades de la
comprensión. Vivan las palabras que yo les doy; se las doy para
enseñarles y para preparar sus almas para los días venideros. Vengo a
ayudarles a transformar su corazón y su alma al verdadero sentido de
la conversión; a la imagen de Dios.
¿Vendrán ustedes hacia a mí?, ¿Me permitirán llevar sus
corazones al Padre?, Esta es la elección que ustedes tienen que hacer
sin reserva, les pido que reflexionen acerca de la importancia de este
día.»

Guía: Este acto de Consagración encontrará tu alma llena de
un amor profundo; este amor es tan ardiente que llega hasta el corazón
de Nuestra Señora con tanta fuerza que Ella es atraída a tu corazón.
El deseo del alma de consagrarse a Nuestra Señora causa cierta
atracción: un magnetismo. Es esa atracción la que lleva este intenso
deseo de tu corazón a la atención de Nuestra Señora; en cuanto Ella
encuentra y enfoca los deseos de tu alma, se concentra e intensifica
este amor y los fundamentos para que se forme el intercambio divino.
Dirección: El alma es como un jardín en el cual las malas hierbas
crecen constantemente; entonces, tenemos que practicar la
abnegación; manteniendo continuamente la pala en nuestras manos
para arrancarlas y arrojarlas de nuestros corazones. Si no tu alma se
volverá salvaje; una basura sin cultivar cubierta de espinas. ¿Cómo
nos puede ayudar el cultivar nuestro exterior, efectuar devociones y
dejar nuestro interior como un campo indomable?. Es tu propia voluntad
la que trae la rutina a tu alma; pero por medio de tu consagración se
fertiliza la tierra. Al podar tu alma sientas las bases de las gracias en la
consagración; es por medio de tus constantes esfuerzos que un jardín
de pureza es creado para recibir las flores de virtud en medio de tu
corazón.
Meditación: ¡Oh Inmaculado Corazón de María!, atráeme
enteramente hasta tu Hijo y ayúdame a encender en mi corazón su
santo amor por el cual yo deseo ser enteramente consumido; Madre
querida, toma posesión de mi corazón y cámbialo por el tuyo. Llénalo
con el deseo de todo lo que es santo y bueno, ilumínalo para que esté
listo y dispuesto para ejecutar la voluntad del Padre y siguiendo tu
ejemplo, pueda yo encontrar la santificación; únete a mi y yo a ti con
un perfecto amor que nunca pueda ser disuelto. Haz que mi corazón
no sea ya más mío, sino que sea enteramente de Dios a través de las
gracias infundidas en mi corazón a través de tu corazón maternal.

«Un jardín es mi hermana, mi novia»
(Cantar de los Cantares 4:12)
 
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén

¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén

martes, 27 de noviembre de 2012

MARTES 27 DE NOVIEMBRE SÉPTIMO DIA PARA LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


«Mis queridos hijos: vengo a convocarlos a esta misión de
paz, les prometo no separarme de vuestro lado, regresar a ustedes en
mi sábado de cada mes, para prepararlos y enseñarles su parte en
este plan divino de gracia.
Queridos hijos míos, los llamo aquí para completar todo lo que
les he pedido; la hora para la culminación de mi mensaje de paz ha
llegado, reúnanse todos fielmente para su consagración con el «Si» a
Dios Padre en el día de mi fiesta. A mi se me dará el camino para
hacer posible sus deseos de ayudar en esta misión; vengan todos
juntos bajo la guía de mi Corazón y de mis pastores escogidos. Plantaré
en ustedes la semilla de la santidad por la cual crecerá la gracia y la
virtud».

Guía: El propósito central de la consagración es crear la unión.
Nuestra Señora concederá una gracia especial para infundir esta unión;
es necesario que preparemos nuestras almas para recibir esta gracia
santa, de otra manera quedaremos con solo una parte de lo que Ella
había intentado conferirnos. Esta gracia no se puede manifestar con la
perfección que ha sido diseñada si el alma no ha preparado el vaso en
que será recibida; el alma recibirá solamente el nivel de gracia que
está preparada para recibir.
El alma debe entonces reconocer la intención por la cual Nuestra
Señora nos trae esta gracia y la expectativa de los frutos de esta gracia;
nosotros deberíamos recordar que todas las gracias son puramente
dones que son conferidos con el propósito de glorificar a Dios; este es
el propósito final de cada uno de los dones del Cielo.
Dirección: No se desanimen cuando encuentren que no han
llegado a la perfección que ustedes querían; si se decepcionan por las
imperfecciones que desean corregir, esto sería ceder a una gran ilusión
de Satanás. El alma que siempre acaricia el deseo ardiente de avanzar
en la virtud y se esfuerza continuamente en seguir adelante, podrá
obtener, con la asistencia divina, la perfección que se puede alcanzar
en esta vida; el descorazonamiento da lugar a que se pierda la esperanza
en las gracias obtenidas por medio de tu voto a la consagración; la
promesa de la consagración es la marca del vínculo eterno de un puro
«FIAT».
Meditación: ¡Oh inmaculado Corazón de María!, por estas luces
interiores infundidas en mi alma por medio tuyo en el momento de mi
consagración, ayúdame a recibir y ganar la gracia; que yo busque
continuamente la voluntad de Dios como tú lo hiciste y a ejecutarla sin
reservas. Me ofrezco totalmente para privarme de todos los apegos
mundanos, a sufrir la cruz que abrazo con pasión y permanecer firme a
tu lado en orden de batalla, listo para defender el Triunfo de tu Inmaculado
Corazón.
«Él se fijó en la felicidad
que le estaba reservada,
y por ella no hizo caso
a la vergüenza de la cruz»
(Hebreos 12:2)
ORACIONES DIARIAS
EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto
y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y
en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy
todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como
hijo y posesión vuestra.
Amén
EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para
que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación
de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la
Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén
CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia
Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre…
3. Oración al Espíritu Santo
Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo,
dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica
todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de
Dios. Amén
Diciembre 23 de 1991
¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale
alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón
querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre
como una ofrenda de mí para ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón
más conocido cada día».
ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh Padre
Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; se en mí una fuente de
virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una
luz que todos vean».
Amén