La grandeza de la encarnaciónOración: INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
V Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R Y enciende en ellos el fuego de tu amor. V Señor, envía tu Espíritu, y todo será creado R Y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, -pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y les anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó- lo que hemos visto y oído se lo anunciamos, pa- ra que también ustedes estén en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestro gozo sea completo. (1 Juan 1, 1-4) San Luis María: El tiempo no me permite detenerme aquí para explicar las excelencias y grandezas del misterio de Jesús que vive y reina en María, es decir, de la encarnación del Verbo. Me contentaré con decir en dos palabras que éste es el primer misterio de Jesucristo, el más oculto, el más elevado y menos conocido; que en este misterio, Jesús en el seno de María –al que por ello denominan los santos la sala de los secretos de Dios- escogió, de acuerdo con Ella, a todos los elegidos; que en este misterio realizó ya todos los demás misterios de su vida, por la aceptación que hizo de ellos. Por eso, al entrar en el mundo, dice Él: “Aquí estoy yo para realizar tu designio…” (Heb 10, 5-9); que este misterio es, por consiguiente, el compendio de todos los misterios de Cristo y encierra la voluntad y la gracia de todos ellos; y, por último, que este misterio es el trono de la misericordia, generosidad y gloria de Dios. (Verdadera Devoción #248) Resolución: Estaré más consciente hoy de la presencia de Cristo en todos los aspectos de mi vida diaria. Oración: ¡OH JESÚS, QUE VIVES EN MARÍA!
Oh Jesús, que vives en María
ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén Oración de la Noche: ORACIÓN DE SAN AGUSTIN
Dios te salve, María
Hija amabilísima del Eterno Padre, Madre admirable del Hijo, Esposa fidelísima del Espíritu Santo, Templo augusto de la Santísima Trinidad. Dios te salve, Princesa soberana, A quien todo está sometida en el Cielo y en la tierra. Dios te salve, Refugio seguro de los pecadores, Nuestra Señora de la Misericordia, que a nadie has rechazado jamás. Por más pecador que yo sea, me postro en tu presencia, suplicándote me alcances de Jesús, tu Hijo querido, la contrición y el perdón de todos mis pecados, junto con la divina Sabiduría. Me consagro a ti del todo y con todo lo que tengo. Te elijo desde hoy por mi Madre y Señora. Trátame, pues, como el último de tus hijos y el más sumiso de tus servidores. Escucha, Princesa mía, escucha los suspiros de un corazón que desea amarte y servirte con fidelidad. Que no se diga que, de todos los que a ti han recurrido, soy el primero que ha sido abandonado. ¡Oh esperanza mía, oh vida mía, oh mi fiel e inmaculada Virgen María! Escúchame, defiéndeme, aliméntame, instrúyeme y sálvame. Amén. |
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