María, el molde de DiosORACIÓN: INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
V Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R Y enciende en ellos el fuego de tu amor. V Señor, envía tu Espíritu, y todo será creado R Y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
La Biblia: Más todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos
como un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa
misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que
es Espíritu. (2 Corintios 3,18)
San Luis María: Escucha bien lo que te digo: los santos son moldeados
en María. Existe gran diferencia entre hacer una figura de bulto a golpes
de martillo y cincel o sacar una estatua vaciándola en un molde. Los es-
cultores y estatuarios trabajan mucho del primer modo para hacer una
estatua y gastan en ello mucho tiempo. Más para hacerla de la segunda
manera trabajan poco y emplean poco tiempo. San Agustín llama a la
Santísima Virgen molde de Dios; el molde propio para formar y moldear
dioses. Quien sea vertido en este molde divino, quedará muy pronto
formado y moldeado en Jesucristo, y Jesucristo en él. Con pocos gastos
y en corto tiempo se convertirá en Dios, porque ha sido arrojado en el
mismo molde que ha formado a Dios. ¡Hermosa imagen y verdadera
comparación! Pero acuérdate que no se echa en el molde sino lo que
está fundido y líquido; es decir, que es necesario destruir y fundir en
tí al viejo Adán para transformarte en el nuevo, en María.
(Verdadera Devoción #219-221)
Pregunta: ¿Estoy dispuesto a experimentar una transformación total de
mi persona en Cristo? ¿Me da miedo este llamado? ¿Me atrae la idea de
ser transformado en Cristo? ¿Qué es más fuerte dentro de mí el miedo
de cambiar o la atracción a Cristo?
ORACIÓN: ¡OH JESÚS, QUE VIVES EN MARÍA!
Oh Jesús, que vives en María
ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén. |
Hermosa meditación! Gracias.
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